Un estudio internacional con 14.000 personas ha descubierto que los usuarios comprueban varias fuentes de datos y encuentran información nueva.
Cuando Internet estaba en sus inicios, tener todo un mundo de información tan solo a un clic de cualquier persona y de cualquier momento y lugar era algo revolucionario.
Mucha gente esperaba que esta tecnología democrática por naturaleza diese como fruto una ciudadanía mejor informada a la que le resultase más fácil participar en los debates y las elecciones y expresar sus ideas en público.
Sin embargo, hoy en día a muchos observadores les preocupa que los algoritmos de búsqueda y las redes sociales estén menoscabando la calidad de la información que llega a la gente por Internet.
Temen que la mala información pueda debilitar la democracia en la era digital.
Uno de los problemas son los servicios digitales que transmiten noticias falsas, dividen a los usuarios en “filtros burbuja” formados por personas con ideas similares y permiten que, sin ser conscientes, los internautas se autoencierren en cámaras de eco virtuales que refuercen sus propias tendencias.
Se habla mucho de estas inquietudes, pero todavía no se han investigado en profundidad.
Por lo general, los estudios se han limitado a una única plataforma, como Twitter o Facebook.
Nuestro estudio sobre búsquedas y política en siete países —en el que entrevistamos a personas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Polonia y España en enero de 2017— ha descubierto que estos temores son exagerados, si no falsos.
De hecho, muchos usuarios de Internet confían en que sus búsquedas les ayuden a encontrar la mejor información, comprueban otras fuentes y encuentran información nueva por vías capaces de hacer estallar los filtros burbuja y abrir la cámaras de eco.
Financiados por Google, llevamos a cabo una encuesta por Internet a más de 14.000 usuarios de la Red de siete países.
Vimos que los temores que rodean a los algoritmos de búsqueda y a las redes sociales no carecen de importancia.
Efectivamente, algunos internautas tienen problemas de vez en cuando.
Sin embargo, estos se exageran y se provoca un miedo injustificado que podría producir reacciones fuera de lugar por parte de los usuarios, los autores de las normativas y los responsables políticos.
Cuando la gente quiere informarse, muy a menudo busca en Internet.
Alrededor de dos tercios de los usuarios de los siete países respondieron que utilizaban un buscador para encontrar noticias en Internet al menos una vez al día.
En su opinión, los resultados de su búsqueda son igual de precisos y fiables que otras fuentes principales, como los telediarios.
En consonancia con este descubrimiento general, los motores de búsqueda son el primer sitio al que los usuarios de la Red se dirigen a través de la misma para obtener información sobre política
Además, es más probable que los internautas muy interesados en
política y que participan en actividades políticas en la Red utilicen
buscadores como Bing o Google para encontrar información sobre el tema.
Pero, significativamente, también es muy probable que esos mismos usuarios obtengan información política por otros medios y se abran a otras fuentes informativas, lo cual aumenta sus posibilidades de encontrar diferentes puntos de vista.
A esto hay que añadir que hemos descubierto que las personas que se interesan por la política e intervienen en ella comprueban con más frecuencia la información dudosa que encuentran en Internet y en las redes sociales por una segunda vía, que incluye la búsqueda también en la Red de fuentes adicionales, lo cual acaba con los filtros burbuja y permite escapar de las cámaras de eco.
Quienes utilizan la Red más a menudo y tienen más soltura buscando también los practican.
Así pues, las personas menos interesadas en política y los internautas menos cualificados quedan en una posición más vulnerable a las noticias falsas, los filtros burbuja y las cámaras de eco en Internet. Estas personas podrían beneficiarse del apoyo y la formación en alfabetización digital.
No obstante, para la mayoría de la gente las búsquedas en Internet son decisivas para confirmar la fiabilidad y la validez de la información que les sale al paso ya sea en la propia Red, en las redes sociales, en los medios de comunicación tradicionales o en las conversaciones cotidianas.
Nuestro estudio muestra que los usuarios de Internet encuentran motores de búsqueda útiles para verificar los hechos, descubrir nueva información, entender las opiniones de otras personas sobre diversos asuntos, indagar los propios puntos de vista y decidir a quién votar.
Por ejemplo, los internautas de Alemania, y, en menor grado, los de Francia y Reino Unido, se fían más de las noticias de la radio y la televisión y son más escépticos en lo que se refiere a las búsquedas y a la información en Internet.
En Alemania, la tasa de confianza de los usuarios de Internet en los buscadores es la más baja de los siete países.
Allí, el 44% afirma que son fiables, frente al 50 o el 57% de los otros seis.
En Polonia, Italia y España, la gente confía menos en los medios de difusión tradicionales y depende y se fía más de Internet y de sus búsquedas.
Los estadounidenses están en un punto medio.
Las diferencias son mayores entre los países europeos que entre Europa en su conjunto y Estados Unidos.
La frecuencia con que los internautas estadounidenses suelen consultar diversas fuentes de información es tan superior que los hemos bautizado como omnívoros de los medios.
En general, los usuarios de Internet se basan en un variado abanico de fuentes para obtener información política.
Asimismo, muestran un sano escepticismo que hace que pongan en duda la información y verifiquen los hechos.
Reglamentar Internet, como algunos han propuesto, podría minar la confianza que existe actualmente e introducir nuevas dudas en lo que respecta a la exactitud y el sesgo de los resultados de la búsqueda.
En todo caso, el pánico a las noticias falsas, las cámaras de eco y los filtros burbuja es exagerado, y, según las pruebas aportadas por los usuarios de siete países, carece de fundamento.
Mucha gente esperaba que esta tecnología democrática por naturaleza diese como fruto una ciudadanía mejor informada a la que le resultase más fácil participar en los debates y las elecciones y expresar sus ideas en público.
Sin embargo, hoy en día a muchos observadores les preocupa que los algoritmos de búsqueda y las redes sociales estén menoscabando la calidad de la información que llega a la gente por Internet.
Temen que la mala información pueda debilitar la democracia en la era digital.
Uno de los problemas son los servicios digitales que transmiten noticias falsas, dividen a los usuarios en “filtros burbuja” formados por personas con ideas similares y permiten que, sin ser conscientes, los internautas se autoencierren en cámaras de eco virtuales que refuercen sus propias tendencias.
Se habla mucho de estas inquietudes, pero todavía no se han investigado en profundidad.
Por lo general, los estudios se han limitado a una única plataforma, como Twitter o Facebook.
Nuestro estudio sobre búsquedas y política en siete países —en el que entrevistamos a personas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Polonia y España en enero de 2017— ha descubierto que estos temores son exagerados, si no falsos.
De hecho, muchos usuarios de Internet confían en que sus búsquedas les ayuden a encontrar la mejor información, comprueban otras fuentes y encuentran información nueva por vías capaces de hacer estallar los filtros burbuja y abrir la cámaras de eco.
La encuesta a los usuarios de Internet
Queríamos saber de primera mano cómo usa la gente los motores de búsqueda, las redes sociales y otras fuentes de información en relación con la política.Financiados por Google, llevamos a cabo una encuesta por Internet a más de 14.000 usuarios de la Red de siete países.
Vimos que los temores que rodean a los algoritmos de búsqueda y a las redes sociales no carecen de importancia.
Efectivamente, algunos internautas tienen problemas de vez en cuando.
Sin embargo, estos se exageran y se provoca un miedo injustificado que podría producir reacciones fuera de lugar por parte de los usuarios, los autores de las normativas y los responsables políticos.
La importancia de las búsquedas
Los hallazgos de la encuesta demuestran la importancia de los resultados de la búsqueda por encima de otras fuentes de información.Cuando la gente quiere informarse, muy a menudo busca en Internet.
Alrededor de dos tercios de los usuarios de los siete países respondieron que utilizaban un buscador para encontrar noticias en Internet al menos una vez al día.
En su opinión, los resultados de su búsqueda son igual de precisos y fiables que otras fuentes principales, como los telediarios.
En consonancia con este descubrimiento general, los motores de búsqueda son el primer sitio al que los usuarios de la Red se dirigen a través de la misma para obtener información sobre política
Pero, significativamente, también es muy probable que esos mismos usuarios obtengan información política por otros medios y se abran a otras fuentes informativas, lo cual aumenta sus posibilidades de encontrar diferentes puntos de vista.
A esto hay que añadir que hemos descubierto que las personas que se interesan por la política e intervienen en ella comprueban con más frecuencia la información dudosa que encuentran en Internet y en las redes sociales por una segunda vía, que incluye la búsqueda también en la Red de fuentes adicionales, lo cual acaba con los filtros burbuja y permite escapar de las cámaras de eco.
Expertos y no expertos en Internet
La gente interesada en política no es la única que tiene estos hábitos de búsqueda tan útiles.Quienes utilizan la Red más a menudo y tienen más soltura buscando también los practican.
Así pues, las personas menos interesadas en política y los internautas menos cualificados quedan en una posición más vulnerable a las noticias falsas, los filtros burbuja y las cámaras de eco en Internet. Estas personas podrían beneficiarse del apoyo y la formación en alfabetización digital.
No obstante, para la mayoría de la gente las búsquedas en Internet son decisivas para confirmar la fiabilidad y la validez de la información que les sale al paso ya sea en la propia Red, en las redes sociales, en los medios de comunicación tradicionales o en las conversaciones cotidianas.
Nuestro estudio muestra que los usuarios de Internet encuentran motores de búsqueda útiles para verificar los hechos, descubrir nueva información, entender las opiniones de otras personas sobre diversos asuntos, indagar los propios puntos de vista y decidir a quién votar.
Diferencias entre países
Hemos visto que, en los distintos países, la gente confía en Internet y se basa en él y en las búsquedas de información en diferentes medidas.Por ejemplo, los internautas de Alemania, y, en menor grado, los de Francia y Reino Unido, se fían más de las noticias de la radio y la televisión y son más escépticos en lo que se refiere a las búsquedas y a la información en Internet.
En Alemania, la tasa de confianza de los usuarios de Internet en los buscadores es la más baja de los siete países.
Allí, el 44% afirma que son fiables, frente al 50 o el 57% de los otros seis.
En Polonia, Italia y España, la gente confía menos en los medios de difusión tradicionales y depende y se fía más de Internet y de sus búsquedas.
Los estadounidenses están en un punto medio.
Las diferencias son mayores entre los países europeos que entre Europa en su conjunto y Estados Unidos.
La frecuencia con que los internautas estadounidenses suelen consultar diversas fuentes de información es tan superior que los hemos bautizado como omnívoros de los medios.
En general, los usuarios de Internet se basan en un variado abanico de fuentes para obtener información política.
Asimismo, muestran un sano escepticismo que hace que pongan en duda la información y verifiquen los hechos.
Reglamentar Internet, como algunos han propuesto, podría minar la confianza que existe actualmente e introducir nuevas dudas en lo que respecta a la exactitud y el sesgo de los resultados de la búsqueda.
En todo caso, el pánico a las noticias falsas, las cámaras de eco y los filtros burbuja es exagerado, y, según las pruebas aportadas por los usuarios de siete países, carece de fundamento.
William H. Dutton. Catedrático de Política de la
Información y los Medios de Comunicación de la Universidad del Estado de
Michigan.
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