Julia Stiles protagoniza un ‘thriller’ de Neil Jordan escrito por el novelista John Banville.
Georgina Clios es una apasionada del arte casada desde hace un año con el multimillonario Constantine Clios, con el que vive junto a los tres hijos del anterior matrimonio de él, en una villa en la Riviera francesa.
Mientras que ella se encuentra en Nueva York en una subasta, él acude a una fiesta en un lujoso yate, que salta por los aires en una explosión.
La muerte de Constantine y la investigación del suceso por la policía francesa revelará las mentiras y secretos de la impresionante fortuna del marido de Georgina.
“Es una mujer muy fuerte.Puede parecer un poco ingenua al principio, pero rápidamente te das cuenta de que la has subestimado”, dice de su personaje Julia Stiles, protagonista de Riviera, que Movistar Series Xtra estrena hoy (22.00).
El cineasta Neil Jordan, ganador de un Oscar en 1993 por el guion de Juego de lágrimas, y el escritor John Banville, premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2014, son el creador y el guionista, respectivamente, de esta producción europea ambientada en la Costa Azul.
Stiles define a su personaje como una antiheroína y la compara con el Michael Corleone de El padrino.
“Michael era en realidad buena persona, pero, como su familia estaba en ese mundo, se veía forzado a cometer asesinatos y hacer cosas malas y se va volviendo más inmoral.
A ella le ocurre lo mismo: aunque intenta salir, la realidad la devuelve a ese mundo”, defiende en conversación telefónica con EL PAÍS.
La actriz neoyorquina asegura entender bien a su personaje: “Yo tampoco vengo de ese mundo de lujo con el que se encuentra, pero al trabajar en Hollywood he terminado acercándome a ello”.
Pensaba que no hay muchas oportunidades en las series para que las mujeres se porten mal y quería desafiar esa idea”, prosigue. “Todavía hay un poco de miedo y rechazo a que haya personajes femeninos que cometan errores, porque creen que a la audiencia no les va a gustar.
En general, se intenta que los personajes femeninos caigan bien, más que los masculinos”.
A sus 36 años, Stiles ha trabajado sobre todo en cine, combinando proyectos más pequeños e independientes con grandes taquillazos, como cuatro de las cinco películas de la franquicia de Bourne.
En el caso de Riviera, incluso se animó a realizar aportaciones al guion: “Solo lo hice con la intención de que la serie fuera mejor. Hay mucha buena televisión ahí fuera.
Me gustó que los productores estuvieran abiertos a mis sugerencias”.
La serie, cuya primera temporada tiene 10 capítulos con opción de una segunda entrega, combina el thriller y el misterio del origen de la fortuna del fallecido con el drama familiar.
El hijo mayor de Constantine se dedica a las altas finanzas, el mediano se ha distanciado de la familia y la más joven es una adolescente con problemas emocionales y tendencia a autolesionarse.
Además, Georgina tratará de contar con el apoyo de la exmujer de Constantine.
“Más allá de lo que hay detrás del crimen, la serie ahonda mucho en Georgina y su reacción cuando descubre que la persona a la que amaba ha estado mintiéndola mucho tiempo y se tortura por no haberse dado cuenta.
Hay mucho drama familiar y una historia de traición personal. Actúa porque está enfadada y porque tiene dolor dentro, una mezcla confusa de emociones”, remata.
Localizaciones con sabor a cine clásico
Riviera ha sido grabada en diferentes localizaciones de la
costa del sur de Francia y Mónaco.
El equipo de la producción tenía su sede en Niza, donde sus componentes estuvieron viviendo siete meses.
“Las localizaciones y los paisajes son únicos, muy icónicos. Me recordaban a las películas de Cary Grant y Grace Kelly, aquellos tiempos.
Era el lugar perfecto para grabar algo con un aspecto muy cinematográfico”, comenta Julia Stiles.
“Lo único malo de eso es que mi español ha empeorado. Antes hablaba un poco y ahora lo mezclo con francés. Ahora ya no hablo idiomas”, añade entre risas la actriz.
El equipo de la producción tenía su sede en Niza, donde sus componentes estuvieron viviendo siete meses.
“Las localizaciones y los paisajes son únicos, muy icónicos. Me recordaban a las películas de Cary Grant y Grace Kelly, aquellos tiempos.
Era el lugar perfecto para grabar algo con un aspecto muy cinematográfico”, comenta Julia Stiles.
“Lo único malo de eso es que mi español ha empeorado. Antes hablaba un poco y ahora lo mezclo con francés. Ahora ya no hablo idiomas”, añade entre risas la actriz.
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