Abril, mayo y junio son los meses de la primera comunión. La
celebración de este sacramento va en ocasiones ligada a un importante
gasto familiar, una preocupación para muchos padres., como demuestra el
éxito que ha tenido en los últimos días un artículo titulado Mesura con los convites oficiales, que se nos está yendo de las manos. "Lo que antaño era un chocolate con churros y un relojito hoy es un almuerzo master chef,
un viaje a Eurodisney y el móvil de última generación. Y eso, como
mínimo". Estas líneas están firmadas por el juez de menores de Granada,
Emilio Calatayud, que publica sus opiniones sobre la educación de
menores en su blog en el periódico granadino Ideal. La publicación en la página de Facebook del autor
lleva casi 8.000 compartidos desde el 12 de mayo, cifras elevadas
incluso para él, acostumbrado a que sus opiniones se compartan y se
comenten a menudo.
En un párrafo en el que expone su opinión sobre las comuniones: "Aquí
está el aguafiestas del juez con el sermón de todos los años. Seamos
comedidos con los convites, banquetes y regalos de las comuniones, que
se nos está yendo la pinza". "Estamos poniendo el listón demasiado alto. Dejemos algo para cuando
se casen. A mí, de momento, no me han invitado a ninguna comunión. Pues
eso que me ahorro", añade Calatayud. Algunos comentarios de la publicación en el Facebook de Calatayud
sirven de desahogo para padres: "Ya se piden créditos, y se falta a
clase para las pruebas del vestido, del peinado, fotógrafo", "por no
hablar de la competitividad en festejos de los papis y mamis para ver
quién la lía más parda"; "recogidos complicadísimos, coche de caballo
para traer y llevar a los niños a la iglesia, o si acaso una
limusina...".
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