El modisto Giles Deacon viste a la joven, que causó sensación en la boda de su hermana Catalina y el príncipe Guillermo de Inglaterra.
Con cierto retraso sobre la hora prevista, las 11.30 hora local (una hora más en la España peninsular), la novia ha entrado en la iglesia de San Marcos en Englefield, al oeste de Londres, una pueblecito inglés cerca de la casa familiar de los Middleton.
La joven, radiante con un vestido de encaje, ha llegado a la iglesia con su padre, Michael Middleton, en un Jaguar MK V descapotable color verde oliva de 1951.
De su brazo, ha caminado unos pasos hasta la puerta de la iglesia, donde la esperaba su hermana Kate, vestida de cabeza a los pies de rosa palo, y sus sobrinos el príncipe Jorge, de tres años, tercero en la línea de sucesión, que ejerce de paje de la novia, y su hermana Carlota, de dos años, de dama de honor.
Finalmente, el autor del vestido de la novia, cerrado por delante y con un escote en la espalda en forma de corazón, es el modisto Giles Deacon, tal y como apuntaban los rumores después de que fuera cazado semanas atrás por la prensa en una cita con la novia y su madre, Carole.
Middleton completa el vestido de falda voluminosa y cuerpo de encaje con velo, tiara y pendientes del también británico Stephen Jones y zapatos de Manolo Blahnik, según cuenta Smoda.
Entre los primeros en llegar a la ceremonia, oficiada por el reverendo Nick Wynne-Jones, ha estado el hermano del novio, Spencer.
A las puertas de la iglesia, engalanada para con flores rosas y blancas, esperaba la llegada del novio y ha ido recibiendo a los invitados.
Los aledaños de la iglesia, del siglo XII, han sido tomados por las cámaras de los medios locales e internacionales, ávidas de captar alguna imagen de los novios y de sus invitados.
Pero el objetivo de los paparazis no podrá alcanzarlos en el terreno vetado de la propiedad donde se celebrará el convite, una casa georgiana ubicada a menos de 10 kilómetros de Englefield, en cuyos jardines ha sido instalada una enorme y lujosa carpa para alojar a más de 300 invitados al banquete (de los cuales solo un tercio ha podido acudir a la iglesia).
Pippa atrajo la atención mundial hace seis años en el enlace de su hermana, vista por una audiencia de 2.000 millones de personas, al aparecer como dama de honor con un vestido muy ceñido de Alexander McQueen.
Miles y miles de personas se adhirieron en Facebook a la Pippa Middleton Ass Appreciation Society (Sociedad de admiradores del trasero de Pippa Middleton) que aún tiene 200.000 seguidores.
"Es asombroso ser famosa antes de los 30 años gracias a tu hermana, a tu cuñado y a tu trasero", comentó con humor la joven. Pippa disfrutó de mucha atención tras la boda, en la que salió al balcón del palacio de Buckingham para saludar a la gente, una estampa clásica de los festejos reales.
Todas las miradas están puestas de nuevo este sábado en el vestido de esta inglesa de 33 años, que se casa con un rico gestor de fondos de inversión, antiguo piloto de carreras y heredero del título escocés de Laird of Glen Affric, con el que se comprometió el 17 de julio de 2016.
También se esperaba con gran interés la asistencia del príncipe Enrique, hermano de Guillermo y concuñado de la novia, que podría estar acompañado de su nueva novia, la actriz estadounidense Meghan Markle, alimentando así los rumores de compromiso que tanto fascinan a la prensa británica.
De momento, no se la ha visto.
Enrique y Guillermo han acudido juntos y sin sus parejas.
Pippa es la segunda de los tres hermanos Middleton, un año más joven que Kate y cuatro mayor que James, empresario.
Nacida el 6 de setiembre de 1983, pasó su infancia en Ammán (Jordania), donde su padre trabajaba para British Airways, antes de estudiar en algunas de las mejores escuelas privadas británicas a su regreso al país.
Se graduó en literatura inglesa por la Universidad de Edimburgo y se convirtió en habitual de las fiestas de la alta sociedad de Londres.
Empezó a trabajar en el negocio familiar de organización de fiestas y publicó un libro sobre este tema, por el que recibió un generoso avance, y que despertó ciertas burlas por algunas obviedades, como que las carreras de sacos acaban cuando el primero cruza la línea. Tuvo también una columna en la revista mensual de los supermercados Waitrose, pero poco a poco empezó a perder protagonismo, hasta la boda de este sábado.
Pippa seguía en el circuito social, y se la veía cada año en la tribuna real del torneo de tenis de Wimbledon.
En este tiempo tuvo relaciones con el jugador de críquet Alex Loudon y el corredor de bolsa Nico Jackson antes de emparejarse con Matthews.
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