El actor habla de cómo afronta su carrera tras el ataque al corazón y de su relación entre Melanie Griffith y su novia, Nicole Kimpel.
Antonio Banderas se encuentra instalado desde hace una semana en su casa de Málaga descansando a la espera de que comiencen los actos de la Semana Santa en los que espera participar como todo los años si "la patata" se lo permite.
Allí, en su casa del centro de la ciudad, ha recibido al diario Sur, con quien ha hablado de su salud y de cómo afronta la vida tras el problema en su corazón.
Lo que ha abierto todo esto (se señala el corazón, en un gesto que repetirá varias veces a lo largo de la entrevista) es un espacio de reflexión.
Yo sé por qué me ha pasado esto.
He estado trabajando en los últimos años montado en un camión de adrenalina, y en cuanto bajaba de ritmo, me pegaba como si me pillara un tren... Me ha pasado por un exceso de todo, fundamentalmente de trabajo, porque no bebo, pero sí fumaba y ya no.
Si algo bueno ha tenido esto es que he dejado de fumar de sopetón, sin necesitar pastillas ni nada por el estilo.
¡Se acabó! He llevado, casi sin darme cuenta, una vida a una velocidad que no era normal.
Lo dije en la rueda de prensa.
El año pasado yo decía que mi estado natural era el cansancio, no recordaba lo que era descansar y cuando lo hacía mi cuerpo se asustaba, y mi corazón me dijo basta.
Ahora mi reflexión es cómo voy a seguir viviendo... He llevado una vida que no era normal".
Banderas ha abierto un periodo de reflexión sobre cómo será su vida a partir de ahora.
"Hombre, voy a seguir trabajando, pero lo voy a hacer a otro ritmo. Me voy a dar espacio, me voy a pegar un tiempo entre producciones, y sobre todo voy a dar el salto que anhelo desde hace tanto tiempo: ponerme detrás de la cámara, escribir mis guiones, y eso me dará tiempo.
Por ejemplo, hacer una película cada uno o dos años. Tranquilamente, y se pueden hacer películas magníficas desde Málaga, desde Madrid, desde Hollywood o desde la Conchinchina, que el mundo ya es global, muy global.
El paradigma del cine, además, está cambiando, ya cada vez más gente ve películas en televisión a través de aplicaciones en sus móviles o en sus iPads, mucho más que en los cines.
Se ve más cine que antes, pero en formatos muy diferentes.
Me apetece muchísimo contar historias que yo he vivido, historias mías.
Escribir mis películas, mis guiones, prepararlos bien, buscar la financiación...
Es como el que escribe un libro sobre la vida, sobre la amistad, sobre el amor, sobre la muerte, sobre todas las cosas que son importantes para nosotros, y eso es lo que vale".
Está claro que seguiré atendiendo mis compromisos, por ejemplo con Puig o con la ropa..., pero reducirlo todo; no ir como hasta ahora montado en esta motocicleta loca por la que he circulado.
El actor recuerda que hace algunos años un agente de Hollywood le dijo que 'no' era una de las palabras más importantes que podría utilizar en Hollywood "y en la vida también". "Yo no he aprendido a decir no (...) uno quiere quedar bien con todo el mundo y eso no se puede.
Es imposible", reconoce el intérprete de 56 años.
Banderas también tuvo tiempo para hablar de su exesposa,Melanie Griffith, la relación que mantiene con ella y con su nueva pareja, Nicole Kimpel.
"En mi vida personal [Melanie] ha significado muchísimo, pero en la profesional prácticamente nada.
Ahora, en la personal, una barbaridad y, ¡cuidado!, sigue representado muchísimo (...) Melanie desde que me pasó esto [el ataque al corazónl] me llama prácticamente todos los días, y sigo manteniendo una gran relación con ella, y a Nicole la adora.
Hemos comido juntos los tres, por ejemplo", con esta afirmación zanja los rumores de que Griffith tenía una relación tensa con Kimpe
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