Son marcas distintas, pero la firma asiática aspira a reproducir el modelo de éxito del buque insígnia de Inditex.
El responsable de Uniqlo, Tadashi Yanai (67), el hombre más rico de Japón según la revista Forbes, nunca ha escondido su admiración por el modelo de negocio que ha creado Amancio Ortega.
“Zara nos sirvió de ejemplo, quisimos seguir su camino”, explicaba recordando sus inicios en una entrevista con Efe. El próximo otoño, esta enseña asiática de la moda rápida desembarcará en España.
Y no lo hará en cualquier lugar, sino en un emplazamiento con una alta carga simbólica.
Será en el número 18 de Paseo de Gracia de Barcelona, mirando cara a cara a sus dos competidores más directos: Zara (Inditex) y HM, primeros y segundos en vólumen de ventas.
Desde su nada desdeñable tercer puesto, este perseverante empresario se ha propuesto un objetivo ambicioso: lograr que la compañía que heredó de su padre, en 1984, llegue a lo alto de este podio en 2020.
“Haremos todo lo que podamos para conseguir la medalla de oro”, explicaba este verano a Channel Asia.
Y aunque las cifras estimadas para agosto 2021 solo superan ligeramente a lo que facturó Inditex en 2016, el líder de Uniqlo no cesa en su empeño.
Para conseguirlo Yanai se sigue fijando en Zara. Por una parte, ejecuta un agresivo plan de expansión: cada semana se abre una tienda de Uniqlo en algún lugar del mundo.
Por la otra, ha apretado el acelerador para acortar a 13 días la distancia entre el diseño y la entrega de una pieza.
“La habilidad de abastecer a cualquiera, dondequiera, en cualquier momento con prendas de alta calidad para el día a día es lo que nos hará marcar la diferencia”, explicaba a The Business of Fashion en el nuevo centro de envíos que la compañía japonesa ha abierto en un área industrial de Tokio.
Esta firma, que hasta ahora tenía la calidad como uno de los pilares de su ADN (“La calidad va primero, después el precio), se ha visto en la obligación de ganar en velocidad para alcanzar su preciado objetivo.
“¿Quién no tiene a Zara en su cabeza? ¿Quién no quiere repetir su fenómeno? Ha creado escuela. Ojala lo pueda replicar a la japonesa. Está bien fijarse en el referente correcto”, explica la experta en branding Inmaculada Urrea de Sofoco Media. Ella es de las que opina que estas dos empresas no son competencia directa: “No están hablando el mismo lenguaje, ni en precio ni en tipo de prendas. Son dos marcas muy diferentes a nivel de concepto. Uniqlo es diseño y Zara es tendencia”.
Y es que si Zara se ha caracterizado por su capacidad de replicar en un tiempo récord las últimas tendencias vistas en pasarela a precios mínimos, Uniqlo se ha hecho conocido por sus ultraligeros plumones de colores, su amplio repertorio de básicos buenos, bonitos y baratos, así como por sus asequibles y selectas colaboraciones con personajes como Jil Sander, Carine Roitfeld o Inés de la Fressange.
Para esta empresa que abandera el lema “Lujo para todos”, el secreto está en “hacer prendas sencillas con pequeños detalles”.
“Zara nos sirvió de ejemplo, quisimos seguir su camino”, explicaba recordando sus inicios en una entrevista con Efe. El próximo otoño, esta enseña asiática de la moda rápida desembarcará en España.
Y no lo hará en cualquier lugar, sino en un emplazamiento con una alta carga simbólica.
Será en el número 18 de Paseo de Gracia de Barcelona, mirando cara a cara a sus dos competidores más directos: Zara (Inditex) y HM, primeros y segundos en vólumen de ventas.
Desde su nada desdeñable tercer puesto, este perseverante empresario se ha propuesto un objetivo ambicioso: lograr que la compañía que heredó de su padre, en 1984, llegue a lo alto de este podio en 2020.
“Haremos todo lo que podamos para conseguir la medalla de oro”, explicaba este verano a Channel Asia.
Y aunque las cifras estimadas para agosto 2021 solo superan ligeramente a lo que facturó Inditex en 2016, el líder de Uniqlo no cesa en su empeño.
Para conseguirlo Yanai se sigue fijando en Zara. Por una parte, ejecuta un agresivo plan de expansión: cada semana se abre una tienda de Uniqlo en algún lugar del mundo.
Por la otra, ha apretado el acelerador para acortar a 13 días la distancia entre el diseño y la entrega de una pieza.
“La habilidad de abastecer a cualquiera, dondequiera, en cualquier momento con prendas de alta calidad para el día a día es lo que nos hará marcar la diferencia”, explicaba a The Business of Fashion en el nuevo centro de envíos que la compañía japonesa ha abierto en un área industrial de Tokio.
Esta firma, que hasta ahora tenía la calidad como uno de los pilares de su ADN (“La calidad va primero, después el precio), se ha visto en la obligación de ganar en velocidad para alcanzar su preciado objetivo.
“¿Quién no tiene a Zara en su cabeza? ¿Quién no quiere repetir su fenómeno? Ha creado escuela. Ojala lo pueda replicar a la japonesa. Está bien fijarse en el referente correcto”, explica la experta en branding Inmaculada Urrea de Sofoco Media. Ella es de las que opina que estas dos empresas no son competencia directa: “No están hablando el mismo lenguaje, ni en precio ni en tipo de prendas. Son dos marcas muy diferentes a nivel de concepto. Uniqlo es diseño y Zara es tendencia”.
Y es que si Zara se ha caracterizado por su capacidad de replicar en un tiempo récord las últimas tendencias vistas en pasarela a precios mínimos, Uniqlo se ha hecho conocido por sus ultraligeros plumones de colores, su amplio repertorio de básicos buenos, bonitos y baratos, así como por sus asequibles y selectas colaboraciones con personajes como Jil Sander, Carine Roitfeld o Inés de la Fressange.
Para esta empresa que abandera el lema “Lujo para todos”, el secreto está en “hacer prendas sencillas con pequeños detalles”.
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