Esta foto no provocará ningún conflicto armado, ni ningún cisma, esperemos que tampoco ninguna separación matrimonial, pero dejó un poco patidifuso al lector del periódico.
A ver, ¿qué hacía Beyoncé semidesnuda, con un velo verdoso y transparente cubriéndole el rostro? ¿Por qué se arrodillaba delante de una corona funeraria?
Al observar la imagen con más detenimiento, advertimos que parecía embarazada, de ahí que se llevara las manos al vientre en un gesto de protección característico de las mujeres encintas.
Luego estaba su rostro, con los labios pintados de un rojo intenso, a juego con las flores mortuorias, y con la mirada clavada en el objetivo de la cámara tratando de decirnos algo que, francamente, no lográbamos interpretar.
La foto ilustraba una noticia cuya lectura demoramos por ver si éramos
capaces de adivinar de qué iba el asunto sin necesidad de descubrir el
titular, que habíamos tapado previamente con la mano. ¿Se ha muerto tal
vez el niño que llevaba dentro y desea comunicárnoslo con este rarísimo
disfraz de viuda? ¿Se trata por ventura del cartel de una obra de teatro
en la que interpreta a un personaje complicado? Nada de eso.
La imagen había sido colgada por la artista en Instagram para anunciar su embarazo.
La imagen había sido colgada por la artista en Instagram para anunciar su embarazo.
Lo que decíamos, en fin, al principio de estas líneas sobre lo
que nos une y nos separa.
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