Un Blues

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2 mar 2017

La presa etarra Sara Majarenas y su hija, apuñalada por su padre, serán separadas hoy

La madre pide en una carta abierta que Izar, que nació y vive en prisión, permanezca con ella pese a haber cumplido tres años.

Sara Majarenas, cuando fue detenida.
La pequeña Izar, hija de la presa etarra Sara Majarenas, deja hoy, tras cumplir tres años, la cárcel valenciana de Picassent en la que vive con su madre desde que nació.
 La niña salía a la calle a pasar los fines de semana con su padre, pero durante una de estas salidas, el pasado enero, el padre apuñaló a la menor con un cuchillo en una vivienda de Benifaió (Valencia) hasta que pensó que estaba muerta.

El reglamento penitenciario obliga a los menores a abandonar la prisión cuando cumplen tres años -la pequeña los cumple hoy- y su abuela materna ha viajado a Valencia para hacerse cargo de la menor.
 En Euskadi, la plataforma Izarrekin Sara Etxera, en apoyo a Majarenas, se ha reunido con los grupos políticos del Parlamento vasco solicitando la libertad de la etarra.
 Este jueves por la tarde está prevista una manifestación en San Sebastián para reclamar la puesta en libertad de la madre y que se evite que sean separadas.

La madre ha divulgado una carta abierta en Naiz, la web del diario Gara, en la que pide que no las separen: 
 "Izar no entiende qué le hizo su propio padre, y no entiende tampoco por qué ha desaparecido de su vida de repente (...) Izar necesita a su amatxo más que nunca. 
Y hoy es el día que no nos puede volver a pasar lo mismo.
 Izar sale a la calle, y no puede volver a sentir que se separa de mí. Yo la necesito a ella, ella me necesita a mí.
 Si no, no habrá reparación posible.
 O por lo menos, costará mucho más".
La menor recibió puñaladas en el tórax y la espalda, por las que tuvo que ser ingresada en el Hospital de la Fe.
 El juez autorizó a Majarenas a quedarse en el centro hospitalario hasta que se produjo el alta médica de la niña.
 Eso ya ha ocurrido, ambas han vuelto a prisión y, ahora, al cumplir tres años, tiene que abandonar la prisión.
 Majarenas fue condenada a 13 años y diez meses de prisión por ser miembro del comando Levante de ETA tras ser detenida en 2005.
Hasta ahora, la niña permanecía en la prisión de Picassent con la madre de lunes a viernes, en un régimen especial que permite que las presas tengan a sus hijos con ellas y algunos fines de semana se iba al domicilio con el padre, que se halla en prisión provisional por estos hechos, con su su abuela materna.
Hace dos años y medio que Majarenas cumplió tres cuartas partes de la condena por lo que ha solicitado una progresión al tercer grado "por cuestiones humanitarias" de acuerdo con el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario, ha explicado su abogada Onintza Ostolaza.
 "Hemos solicitado un tercer grado en aras a la libertad provisional", ha añadido.
La demanda se tramita en el juzgado central de vigilancia penitenciaria y el juez encargado ha pedido, antes de pronunciarse, un informe psicosocial sobre madre e hija, un procedimiento que se utiliza en los casos en que hay menores. 
En los próximos días se tiene que realizar el informe.
El entorno de Majarenas se ha movilizado también en busca del apoyo político a su causa. 
La plataforma Izarrekin Sara Etxera y familiares de la presa se han reunido este jueves con los grupos del Parlamento vasco para solicitar que apoyen sus reivindicaciones y ayuden a que salga en libertad.
 También se ha pedido el traslado de la madre al centro penitenciario de Martutene, en San Sebastián, para que esté lo más cerca posible de la menor, cuya abuela vive en Euskadi.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer miércoles en el Senado que trabajan "desde el primer día" para que la etarra Majarenas y su hija puedan estar juntas", una situación que "no es fácil" porque antes se deben adoptar una serie de "prevenciones" debido a la violencia de la pareja de la presa de ETA.
Zoido se ha referido a esta cuestión a preguntas del senador de EH Bildu Jon Iñarritu, a quien le ha contestado con una defensa de la política en vigor en materia de dispersión en aplicación del Estado de derecho. 
"Las decisiones no dependen del ministro, existen unos requisitos y unos informes médicos que hay que cumplir", ha dicho al ser preguntado sobre la situación de varios presos de ETA. "Excepciones, ninguna", ha enfatizado.
Majarenas solicitó a la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional que dejara en suspenso el cumplimiento de su condena mientras se resolvía la situación de la pequeña, extremo que rechazó la Sala al entender que el asunto queda solventado por la decisión del juez Central de Vigilancia.

 

 

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