Los abogados de la primera dama aseguran que “no tiene intención de utilizar su posición pública”, tras presentar una demanda contra un medio que la calificó como 'escort'.
Un día después de presentar en una corte de Nueva York una demanda por difamación contra el periódico Daily Mail, Melania Trump
ha tenido que aclarar que no tiene ninguna intención de ganar dinero
aprovechándose de su nuevo puesto como primera dama de Estados Unidos.
En la reclamación presentada contra el tabloide inglés argumenta ante los jueces que el artículo en el que se decía que trabajó como escort en los noventa ha hecho que su “marca haya perdido un valor significativo”.
“[Melania Trump] tuvo una oportunidad única, como una persona extremadamente famosa y conocida, además de como exmodelo, imagen de marcas y empresaria de éxito, de lanzar una marca comercial con varios productos, cada uno de los cuales podría haberle proporcionado relaciones comerciales multimillonarias durante los años en los que ella va a ser una de las mujeres más fotografiadas del mundo”, reza el documento presentado por sus letrados el lunes en una corte de Manhattan.
Esas palabras hicieron que muchos se preguntaran de sus intenciones, y ahora sus abogados han querido acallar esos rumores.
Richard Painteer, consejero durante la presidencia de George W. Bush sobre cuestiones éticas, dijo ayer que el lenguaje empleado en la demanda de Melania Trump demuestra “en una violación sin precedentes y clara de las reglas sobre el uso de su posición gubernamental para ganancias privadas.
Esta es una situación muy seria en la que ella dice que tiene intención de hacer mucho dinero.
Eso tendría que ser rechazado por la Casa Blanca o investigado por el Congreso”.
Y ya ha tenido respuesta. “La primera dama no tiene intención de utilizar su posición pública en beneficio personal.
No es una posibilidad. Cualquier declaración en contra de eso está siendo malinterpretada”, es lo que han dicho los abogados de la mujer del presidente Donald Trump.
Por otra parte, el contencioso judicial que tenía abierto por la misma causas contra una bloguera ya ha sido cerrado. Melania Trump, de 46 años, va a recibir una “suma sustancial” de dinero de Webster Tarpley, a quien demandó por haber escrito que la exmodelo trabajó como escort en los años noventa en un club nocturno de Milán.
Tras interponer una denuncia por difamación el pasado mes de septiembre en Maryland (EE UU), este martes ambas partes llegaron a un acuerdo judicial, aunque en el comunicado de los abogados de la primera dama no se especifica el dinero que va a recibir.
Donald y Melania Trump, en la gala anual de la Cruz Roja en Palm Beach la semana pasada. CARLOS BARRIA
En la reclamación presentada contra el tabloide inglés argumenta ante los jueces que el artículo en el que se decía que trabajó como escort en los noventa ha hecho que su “marca haya perdido un valor significativo”.
“[Melania Trump] tuvo una oportunidad única, como una persona extremadamente famosa y conocida, además de como exmodelo, imagen de marcas y empresaria de éxito, de lanzar una marca comercial con varios productos, cada uno de los cuales podría haberle proporcionado relaciones comerciales multimillonarias durante los años en los que ella va a ser una de las mujeres más fotografiadas del mundo”, reza el documento presentado por sus letrados el lunes en una corte de Manhattan.
Esas palabras hicieron que muchos se preguntaran de sus intenciones, y ahora sus abogados han querido acallar esos rumores.
Richard Painteer, consejero durante la presidencia de George W. Bush sobre cuestiones éticas, dijo ayer que el lenguaje empleado en la demanda de Melania Trump demuestra “en una violación sin precedentes y clara de las reglas sobre el uso de su posición gubernamental para ganancias privadas.
Esta es una situación muy seria en la que ella dice que tiene intención de hacer mucho dinero.
Eso tendría que ser rechazado por la Casa Blanca o investigado por el Congreso”.
Y ya ha tenido respuesta. “La primera dama no tiene intención de utilizar su posición pública en beneficio personal.
No es una posibilidad. Cualquier declaración en contra de eso está siendo malinterpretada”, es lo que han dicho los abogados de la mujer del presidente Donald Trump.
Por otra parte, el contencioso judicial que tenía abierto por la misma causas contra una bloguera ya ha sido cerrado. Melania Trump, de 46 años, va a recibir una “suma sustancial” de dinero de Webster Tarpley, a quien demandó por haber escrito que la exmodelo trabajó como escort en los años noventa en un club nocturno de Milán.
Tras interponer una denuncia por difamación el pasado mes de septiembre en Maryland (EE UU), este martes ambas partes llegaron a un acuerdo judicial, aunque en el comunicado de los abogados de la primera dama no se especifica el dinero que va a recibir.
Donald y Melania Trump, en la gala anual de la Cruz Roja en Palm Beach la semana pasada. CARLOS BARRIA
“Publiqué un artículo el 2 de agosto de 2016 sobre Melania Trump que estaba repleto de afirmaciones falsas y difamatorias sobre ella”. “No tenía una base de hechos legítima para hacer esas afirmaciones falsas y me retracto de ellas.
Soy consciente de que fueron muy dañinos e hirientes para la señora Trump y su familia, y por consiguiente le pido perdón a ella, a su hijo, a su marido y a sus padres por haber hecho estas afirmaciones falsas”, admite en un comunicado divulgado por los abogados de la primera dama.
Melania Trump puso en septiembre una demanda contra la bloguera y otra contra el Daily Mail por publicar acusaciones similares de que trabajó como chica de compañía.
Ambas partes ya se retractaron de sus informaciones al recibir ese primer aviso.
El mismo día que ha alcanzado un acuerdo con la bloguera, interponía la misma demanda contra el diario británico en Nueva York tras ser rechazada su denuncia en Maryland, pues en Manhattan el medio tiene oficinas.
Esa denuncia sigue su curso, y al tabloide británico le reclama 150 millones de dólares (141 millones de euros) con el argumento de que su artículo hizo que su “marca haya perdido un valor significativo”.
Los abogados calculan que la primera dama ha perdido “millones de dólares” en oportunidades de negocio debido al daño que causó el diario a su imagen cuando se ha convertido en una de las mujeres más fotografiadas del mundo.
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