Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

24 feb 2017

El Capitán Trueno, cuando el cómic se llamaba tebeo

ENEKO RUIZ JIMÉNEZ Y ÁNGEL LUIS SUCASAS

EL PAÍS recopila en 60 tomos la edición original completa de las historietas del héroe español.

Cuando el pasado agosto murió el escritor Víctor Mora, varias generaciones de lectores quedaron huérfanos, incluso aunque no les sonara el nombre del autor. 
Los niños que llamaban tebeo al cómic y que corrían al quiosco (y no a una tienda especializada) cada semana con unas pesetas en el bolsillo habían perdido al responsable de darles algunos de los mejores momentos de la infancia, leyendo El capitán Trueno. 
 Y no eran pocos. El personaje, creado también por el dibujante Ambrós, llegó a tener tiradas de cerca de 350.000 ejemplares.
 Algo irrepetible medio siglo después.


"Nunca pensé que estaría aquí hablando del Capitán Trueno 50 años después", exclamaba asombrado Mora en una entrevista de 2011 cuando le era preguntado sobre la supervivencia del icónico personaje que se estrenó en las viñetas el 14 de mayo de 1956. 
"Fue una ventana visual, una formación, para los niños de los años cincuenta y los sesenta que pudieron visitar paisajes y lugares extraños que no se veían en la época", resumía el filósofo Patxi Lanceros, comisario de una exposición sobre el personaje abierta hace unos meses en Madrid.
 El escritor describía a su gran creación como un héroe progresista, subversivo, justiciero a favor de la democracia y defensor de los débiles, inspirado en el Príncipe Valiente de Hal Foster.
60 años después, y pese a sus diversos baches en el cine, este caballero de la Edad Media, así como sus compañeros Goliath, Sigrid y Crispín, sigue maneniéndose en la memoria como uno de los grandes monumentos del cómic español, incluso aunque para las nuevas generaciones quizás suene como parte de un género añejo, cercano a las enseñanzas franquistas y que utilizaba la historia para alabar los éxitos de los españoles. 
Pues bien, nada más lejos de la realidad. No había nadie más luchador dentro de la industria que Mora.
El mismo año de la creación de El Capitán Trueno, Mora sufrió la represión del régimen de primera mano a causa de sus afiliaciones políticas en el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), ilegalizado en la época. La Brigada Social lo detuvo junto a su mujer Armonía Rodríguez, secretaria de la editorial Bruguera, durante seis meses, acusados de "masonería y comunismo".
 "Sentía la obligación moral de hacer lo posible contra el régimen de Franco.
 Fui de aquellos ilusos que creía que la cosa no podía durar mucho si todos arrimábamos el hombro", contaba el que fuera creador también de El Jabato.
 Y así, entre odas al cristianismo y la lucha de la reconquista, en sus viñetas podían leerse frases tan rompedoras como "o la guerra o la represión" o asistir a una relación extramatrimonial entre Trueno y Sigrid que nunca hizo demasiada gracia al Ministerio de Información y Turismo. 

Paradójicamente, lo que siempre había querido ser Mora era dibujante, pero sus garabatos nunca interesaron a los editores. 
El dibujante Ambrós se convirtió al final en uno de sus grandes amigos. 
No así los editores de Bruguera, catalogados por él mismo como "esclavistas".
 Su lucha laboral y la de otros escritores la retrató Paco Roca en la insigne novela gráfica El invierno del dibujante
 Su pelea por los derechos de autor tiene casi tanta importancia en el cómic español como las aventuras de su gran cruzado del siglo XII, figura clave en la época dorada del cuadernillo de aventuras.
Para celebrar este aniversario y celebrar la figura del creador y su máxima creación, a partir de este domingo 26 de febrero, y de manera semanal, EL PAÍS da la oportunidad a los nostálgicos de rememorar la obra original completa, de 618 cuadernillos escritos por Mora y con dibujos de, entre otros, Ambrós, Beaumont, Martínez Osete y Ángel Pardo, así como una selección de las mejores 276 aventuras de la revista El Capitán Trueno Extra.
 Una edición de coleccionista de 60 tomos (9,95 euros cada uno) publicada junto a Salvat que incluye, además, páginas extras con textos e ilustraciones y una selección original de bocetos realizada en exclusiva. 
El primer tomo se podrá conseguir por solo 1,95 euros.

 

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