"Nunca me sentí suficientemente bueno para ella", ha dicho el actor sobre su divorcio en una entrevista para 'GQ'.
Billy Bob Thornton todavía conserva dos tatuajes con el nombre de su quinta esposa, Angelina Jolie.
Uno está en la pierna, sin cubrir, y el otro lo tiene en el brazo con un ángel encima: "Todavía se puede ver el nombre", ha contado el actor en una entrevista para GQ. El villano de Fargo ha revelado a la revista las inseguridades que sintió durante su matrimonio de tres años con la intérprete.
"Nunca me sentí suficientemente bueno para ella", revela ahora que han pasado 13 años desde su separación.
Incluso llegaron a intercambiarse su sangre y llevarla en una medalla, que ella se llegó a colgar del cuello.
Pero algo falló. La actriz siempre estaba fuera conociendo a gente de la ONU, a presidentes o a agencias de adopción -hoy una parte de su vida igual de importante que su trabajo en la industria del cine-, y él simplemente quería estar en casa y ver partidos de béisbol.
Sin embargo, lo que peor llevaba el intérprete era "estar con gente importante y rica. Me hacía sentir muy incómodo", asegura Thornton.
Los actores son todavía amigos, dice el ganador de un Oscar. Hablan todos los meses: "Ella siempre está muy ocupada con los niños, el trabajo y todas sus casas en todos esos países, pero en el minuto en el que conectamos, es como en los viejos tiempos", manifiesta el actor en la entrevista, en la que no habla del sonado divorcio de su exmujer.
La pareja de actores se casó en 2000, un año después de haberse conocido durante el rodaje de Fuera de control.
Oficialmente, se divorciaron tres años más tarde. Thornton volvió a contraer matrimonio en 2014 con la que es su actual, y sexta, esposa, Connie Angland.
El mismo año que Jolie se casó con Brad Pitt, de quien se ha divorciado este septiembre tras 12 años de relación.
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