SI HAY ALGO que los estragos del Brexit no logran permear son
las majestuosas estancias del castillo de Windsor, ancladas en el pasado
como testigos del viejo Imperio Británico.
La reina Isabel II de Inglaterra ha cumplido 90 años en
abril y, con 63 de reinado, es la soberana más longeva.
Para los fastos
conmemorativos ha decidido hacer público su armario.
Una gran
exposición en el palacio de Buckingham con vestidos de la soberana ha
dado el relevo a otra muestra similar en estos salones de Windsor.
Antes
de abrir las puertas, la comisaria Caroline de Guitaut ultimaba los
detalles de un modelo de noche en una escena lampedusiana ajena al ruido
y la furia de la nueva relación entre Europa y Reino Unido.
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