La exalcaldesa de Valencia está a un paso de la imputación por supuesto blanqueo de capitales.
La dirección del PP le había pedido que diera un paso atrás después de que el martes, el Tribunal Supremo abriera causa contra ella por un presunto delito de blanqueo cometido por el PP en el Ayuntamiento de Valencia.
Barberá se negó en redondo a dejar de ser senadora -"Es mi escaño", les dijo-, pero sí ha decidido darse de baja en el PP.
"Así me lo ha pedido el partido y con ello, además de dar una muestra más de mi entrega a él, evito que nadie se ampare en mí para responsabilizarme de cualquier perjuicio o para esconder sus resultados políticos y electorales", afirma en su comunicado. Barberá se afilió a Alianza Popular (el precedente del Partido Popular) en 1976.
Fuentes de la dirección del PP insisten en que hubiesen preferido que Barberá dejara también el escaño, pero la senadora asegura en su nota que si ha decidido "NO DIMITIR" -ella misma lo escribe en mayúsculas- es porque "lo contrario podría entenderse como una asunción de culpabilidad".
"Esta muy dolorosa decisión [darse de baja en el partido], me permite actuar en plena libertad, sin estar sometida a disciplina alguna para ejercer mi defensa de acuerdo con el artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el 24.2 de la Constitución española en los tribunales correspondientes contra las personas que hayan vulnerado el principio irrenunciable de la presunción de inocencia", añade la senadora en su comunicado. Barberá resta importancia a la causa abierta en el Supremo:
"Es una resolución por mi esperada (...) resultaría incoherente no llevar a efecto este inicio de investigación pese a no existir contra mi testimonio directo de incriminación".
Y asegura que el auto del Supremo demuestra que no goza de "ningún privilegio, tal y como se ha intentado hacer creer a la opinión pública en burda manipulación interesada políticamente". Barberá, senadora por designación autonómica, seguirá siendo aforada.
Las advertencias de sus compañeros de partido no han servido para que Barberá se aparte de la política.
El candidato a lehendakari del PP, Alfonso Alonso, ya había avisado este mismo miércoles y le había exigido a Barberá que tomara una determinación o que, de lo contrario, lo haría el partido.
Después de que estallara el caso Taula, el PP abrió un expediente, en marzo, tanto a la exalcaldesa como a los diputados valencianos imputados (nueve de 10), que ya fueron suspendidos de militancia. El acuerdo con Ciudadanos elevó la presión ya que que exige la suspensión de los cargos públicos imputados por corrupción.
Aun así, en el PP se temía que Barberá, que siempre ha defendido su inocencia, se atrincherara en el Grupo Mixto.
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