El presidente conmemora por última vez en su mandato el 11-S.
Hillary Clinton abandona el homenaje en Nueva York por un golpe de calor.
Quince años después de los peores atentados que haya sufrido Estados Unidos, la amenaza terrorista ha evolucionado, pero Barack Obama defendió este domingo que la respuesta del país debe seguir siendo la misma: firme y, sobre todo, unida.
En su última ceremonia de conmemoración del 11-S como presidente, Obama recalcó un mensaje para el próximo inquilino en la Casa Blanca y para todo el país: la diversidad es la esencia de EE UU y lo que lo hace más fuerte, no lo que lo divide.
“Esa es la América que fue atacada esa mañana de septiembre.
Esa es la América a la que debemos permanecer fieles”, subrayó.
La amenaza terrorista ha “evolucionado” en estos 15 años.
La fuerte respuesta ante el 11-S ha hecho que los terroristas apuesten
ahora por ataques a menor escala como los perpetrados en los últimos
años contra la maratón de Boston, en San Bernardino o contra un club nocturno en Orlando este mismo verano,
recordó Obama
. Las organizaciones terroristas como Al Qaeda o el
Estado Islámico (ISIS) “saben que nunca podrán derrotar a una nación tan
fuerte como EE UU”, sostuvo el mandatario.
Y es por eso por lo que
basan su estrategia en “intentar aterrorizarnos con la esperanza de poder provocar el suficiente miedo para que nos volvamos los unos contra los otros, que cambiemos lo que somos o cómo vivimos”.
De ahí la importancia, ante esta “ideología del odio”, de “reafirmar
nuestro carácter como nación, como gente procedente de todas las partes
del mundo, de cada color, de cada religión y de ascendencia diferente”.
Que Obama dedicara buena parte de los casi diez minutos de discurso a defender la unidad del país y el respeto a la diversidad no es casualidad en un Estados Unidos sumido en una dura campaña electoral en la que se han escuchado mensajes abiertamente xenófobos y racistas en boca de uno de los candidatos.
Ser fiel al espíritu de un día como este requiere, insistió Obama, “defender no solo nuestro país, sino nuestros ideales”.
Y eso significa “asegurarnos de que somos fieles a lo mejor de nosotros y que no dejamos que otros nos dividan”, insistió.
A su llegada al Pentágono, Obama depositó una corona de flores en honor de las víctimas fallecidas en este lugar cuando el vuelo 77 de American Airlines se estrelló a las 9:37 de la mañana contra un ala de la sede del Departamento de Defensa estadounidense, justo a las afueras de Washington y a pocos kilómetros de la Casa Blanca.
Previamente, el presidente estadounidense había guardado, en la Casa Blanca y lejos de las cámaras, un minuto de silencio.
Lo hizo, al igual que el resto del país, a las 8:46 de la mañana, la hora en que se estrelló el primero de los aviones secuestrados 15 años atrás, el vuelo 11 de American Airlines, contra la torre Norte de las Torres Gemelas de Nueva York.
Clinton abandonó precipitadamente el acto, en torno a las 10 de la mañana, al sufrir un golpe de calor, según explicaron fuentes de su campaña.
La candidata se encuentra descansando en casa de su hija, en la ciudad.
El incidente podría volver a desatar los ataques de la campaña republicana que han puesto en duda la salud de la exsecretaria de Estado y romper así la breve tregua que se habían dado los equipos electorales para conmemorar un día marcado a fuego en la memoria del país.
“Nunca olvidaremos el horror del 11 de septiembre de 2001. Honremos hoy la vida y el enorme espíritu de las víctimas y de los que las atendieron”, dijo Clinton en un mensaje compartido por las redes sociales.
Que Obama dedicara buena parte de los casi diez minutos de discurso a defender la unidad del país y el respeto a la diversidad no es casualidad en un Estados Unidos sumido en una dura campaña electoral en la que se han escuchado mensajes abiertamente xenófobos y racistas en boca de uno de los candidatos.
Ser fiel al espíritu de un día como este requiere, insistió Obama, “defender no solo nuestro país, sino nuestros ideales”.
Y eso significa “asegurarnos de que somos fieles a lo mejor de nosotros y que no dejamos que otros nos dividan”, insistió.
A su llegada al Pentágono, Obama depositó una corona de flores en honor de las víctimas fallecidas en este lugar cuando el vuelo 77 de American Airlines se estrelló a las 9:37 de la mañana contra un ala de la sede del Departamento de Defensa estadounidense, justo a las afueras de Washington y a pocos kilómetros de la Casa Blanca.
Previamente, el presidente estadounidense había guardado, en la Casa Blanca y lejos de las cámaras, un minuto de silencio.
Lo hizo, al igual que el resto del país, a las 8:46 de la mañana, la hora en que se estrelló el primero de los aviones secuestrados 15 años atrás, el vuelo 11 de American Airlines, contra la torre Norte de las Torres Gemelas de Nueva York.
Clinton abandona el homenaje en Nueva York
Los aspirantes a sucederlo en la Casa Blanca tras las elecciones del próximo noviembre, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, hicieron una pausa en sus campañas y coincidieron en la ceremonia principal celebrada en la zona cero de Nueva York, donde también se congregaron autoridades locales y federales.Clinton abandonó precipitadamente el acto, en torno a las 10 de la mañana, al sufrir un golpe de calor, según explicaron fuentes de su campaña.
La candidata se encuentra descansando en casa de su hija, en la ciudad.
El incidente podría volver a desatar los ataques de la campaña republicana que han puesto en duda la salud de la exsecretaria de Estado y romper así la breve tregua que se habían dado los equipos electorales para conmemorar un día marcado a fuego en la memoria del país.
“Nunca olvidaremos el horror del 11 de septiembre de 2001. Honremos hoy la vida y el enorme espíritu de las víctimas y de los que las atendieron”, dijo Clinton en un mensaje compartido por las redes sociales.
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