Carolina Cerezuela y Carlos Moyá fueron los protagonistas del regreso de Bertín Osborne.
Telecinco retomó este lunes Mi casa es la tuya con no demasiado éxito de audiencia —el programa logró un 16% de share; 2,3 millones de telespectadores— y sí muchas críticas negativas de los telespectadores.
El hashtag #Micasaeslatuya recogió en Twitter un gran número de comentarios en los que la palabra más repetida era machismo.
Los usuarios de la red social se centraron en comentar la separación de sexos que se hizo desde el principio del programa.
Nada más llegar a la casa de los Moyá-Cerezuela en Palma de Mallorca, el presentador y el extenista se sentaron en el sofá del salón para hablar de trabajo.
Mientras, las mujeres de ambos se dedicaron a recorrer la casa y a charlar de decoración y de niños.
Hubo que esperar al minuto 24 del programa (puedes verlo aquí completo) para que se sentasen en un columpio del jardín a repasar la trayectoria profesional de Cerezuela.
Y no sólo eso: hasta pasado el minuto 55 no se juntaron los cuatro en la cocina.
Eso sí, esta vez quien cocinó fue Carlos Moyá, que demostró su pasión por los fogones preparando un arroz mallorquín.
De esa separación hombres por un lado, mujeres por el otro surgieron la mayoría de comentarios en Twitter.
Los otros fueron para comentar el casoplón de la pareja, con detalles como un dormitorio con dos camas de 1,80 juntas y un vestidor con mostradores como los de las tiendas para organizar las joyas.
Telecinco retomó este lunes Mi casa es la tuya con no demasiado éxito de audiencia —el programa logró un 16% de share; 2,3 millones de telespectadores— y sí muchas críticas negativas de los telespectadores.
El hashtag #Micasaeslatuya recogió en Twitter un gran número de comentarios en los que la palabra más repetida era machismo.
Los usuarios de la red social se centraron en comentar la separación de sexos que se hizo desde el principio del programa.
Nada más llegar a la casa de los Moyá-Cerezuela en Palma de Mallorca, el presentador y el extenista se sentaron en el sofá del salón para hablar de trabajo.
Mientras, las mujeres de ambos se dedicaron a recorrer la casa y a charlar de decoración y de niños.
Hubo que esperar al minuto 24 del programa (puedes verlo aquí completo) para que se sentasen en un columpio del jardín a repasar la trayectoria profesional de Cerezuela.
Y no sólo eso: hasta pasado el minuto 55 no se juntaron los cuatro en la cocina.
Eso sí, esta vez quien cocinó fue Carlos Moyá, que demostró su pasión por los fogones preparando un arroz mallorquín.
De esa separación hombres por un lado, mujeres por el otro surgieron la mayoría de comentarios en Twitter.
Los otros fueron para comentar el casoplón de la pareja, con detalles como un dormitorio con dos camas de 1,80 juntas y un vestidor con mostradores como los de las tiendas para organizar las joyas.
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