Sotheby's subasta el premio Nobel del matemático John F. Nash, cuya vida se llevó al cine y obtuvo un Oscar en 2001.
La casa Sotheby’s de Nueva York sacará el 17 de octubre al mejor postor la medalla que le concedieron en 1994 al matemático John F. Nash, cuando obtuvo el Nobel de Economía.
Los cálculos es que alcance entre 2,5 y 4 millones de dólares ( 2,2 y 3,5 millones de euros)
. El récord en esta suerte de coleccionismo científico lo tiene el mismo premio en Medicina que obtuvo el científico estadounidense y codescubridor del ADN James Watson, que se vendió por 4,7 millones de dólares (4,2 millones) en 2014, en este caso en la casa Christie's.
Un año antes se vendió el premio de Francis Crick, que lo compartió con Watson por el mismo descubrimiento, pero entonces apenas alcanzó la mitad.
Nash fue el creador de la teoría de juegos y consiguió con ello la medalla y un diploma, que se subastarán junto a las cartas oficiales y su caja roja.
El reclamo es doble en esta ocasión, puesto que el científico saltó a la gran fama tras el estreno, en 2001, de la película que Ron Howard hizo sobre su vida: Una mente maravillosa.
También entonces se logró el máximo galardón: un Oscar.
Pero la estatuilla no podría salir a subasta porque la Academia de Hollywood prohibió en 1950 la venta de los galardones que se dieran a partir de ese año para evitar especulaciones económicas y solo permite cambiarlos por el precio simbólico de 1 dólar.
Cuatro años antes, en 1946, Harold Russell, veterano de la Segunda Guerra Mundial, obtuvo el Oscar al mejor actor secundario por Los mejores años de nuestra vida, de William Wyler, y en 1992 revendió la estatuilla en venta privada por 60.500 dólares (54.331 euros) para costear los gastos médicos de su mujer enferma.
La Academia intentó disuadirle, pero él fue tajante: “No entiendo por qué alguien puede criticarme. La salud de mi mujer es mucho más importante que cualquier razón sentimental. La película seguirá allí, con o sin este Óscar”, dijo.
El coleccionismo científico es el que está empujando estas pujas de premios Nobel, algo que no logran esos mismos premios cuando pertenecen a otras áreas.
El lote con el premio Nobel de Literatura de William Fulkner en 2013 no encontró comprador y solo se pagaron 12.200 euros por el premio Nobel de la Paz del político francés Aristide Briand, conseguido en 1926 y subastado en 2008.
En la Academia sueca no encuentran inconvenientes a la venta en subastas de sus premios, al contrario de lo que ocurre con la Academia de Hollywood.
Las estatuillas, si se venden se compran en el mercado negro.
Los que intentaron sacar dinero de alguna obtenida tras la prohibición de 1950 se han visto en aprietos, Fue el caso de Joan Fontaine por Sospecha.
El premio fue retirado de la venta de Christie’s en diciembre de 2014 a pesar de que era el lote estrella, anunciado a bombo y platillo en la puja por la herencia de la actriz, con estimaciones de venta entre 200.000 y 300.000 dólares (179.580 y 269.378 euros).
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