La Comisión establece unas nuevas metas fiscales muy duras para España y Portugal, con objetivos del 4,6% del PIB para este año y el 3,1% en 2017.
Bruselas
En un sorprendente movimiento de última hora y
después de más de tres horas de tensa reunión, la Comisión Europea ha
decidido hoy cancelar la multa a España y Portugal pese a los continuos incumplimientos de los objetivos de déficit
.
España llevaba días presionando. Italia y Francia se oponían a las
sanciones. Pero Bruselas ha encontrado finalmente una escapatoria que le
permite no estrenar las sanciones del Pacto de Estabilidad con dos de
los países más golpeados por la reciente crisis financiera y que más
recortes han aplicado.
Esa cifra se consideraba demasiado castigo. Dombrovskis ha planteado hoy hasta 500 millones de multa, pero finalmente el ala dura de la Comisión Europea ha salido derrotada.
A cambio, Bruselas establece unas nuevas metas
fiscales muy duras para España y Portugal, con objetivos del 4,6% del
PIB para este año, el 3,1% en 2017 y el 2.2% en 2018.
La Comisión
estrechará la vigilancia sobre las cuentas públicas, con informes
trimestrales.
Y quiere un presupuesto austero para 2017, con un recorte
estructural de 5.000 millones —sin tener en cuenta el ciclo económico—.
El comisario de Asuntos Económicos, Pierre
Moscovici, ha desgranado algunas de las cuestiones que han pesado en la
decisión de cancelar la multa, entre ellas el reciente compromiso de
España de que las empresas deban adelantar el impuesto de sociedades,
con la que España espera recaudar 6.000 millones adicionales.Bruselas ha tenido en cuenta los sacrificios del pasado que han permitido a España bajar el déficit desde un elevado punto de partida si bien aún lejos de los objetivos marcados por Bruselas. "La Comisión reconoce que los dos países han hecho esfuerzos estructurales importantes que no podemos ignorar”, explicó Moscovici.
El componente político, con la Unión pasando por horas bajas tras el Brexit y el ascenso de los populismos, también han influido.
"La decisión de castigar no era la mejor en un momento en que la gente duda de Europa", ha admitido Moscovici.
Algunos de los principales expertos internacionales habían manifestado días atrás su rechazo a la sanción alegando que sería contraproducente en la tesitura actual, con un ramillete de riesgos económicos y políticos al acecho que han podido pesar en la decisión de Bruselas. La decisión se ha demorado hasta el último momento, tal y como admitía hace menos de una semana el comisario europeo Miguel Arias Cañete:
“Todo está completamente abierto”, decía sobre el procedimiento de infracción a España y Portugal y la nueva senda del déficit público, que marcará los presupuestos de 2017 y la política económica de España durante la próxima legislatura
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