La actriz es una firme defensora de los retoques estéticos y continúa con ellos
Meg Ryan, de 54 años, no deja de sorprender por su afición a los retoques estéticos
. Fue hace un año cuando la actriz mostró su nueva cara en la semana de alta costura de París.
Hacía muchos meses que la actriz no aparecía en un acto público, y su nueva aparición bajo los atentos focos dejó claro que la estrella está totalmente transformada por su paso por el quirófano. Desde ese momento hasta ahora, Ryan ha seguido experimentando con su cara como se ve en las fotos tomadas el pasado fin de semana en Shanghai, cambio del que ya se tuvo noticia en los pasados premio Tony de teatro.
La actriz, todo un icono de naturalidad en los años noventa, ha seguido los pasos de colegas de profesión como Renée Zellweger y de Nicole Kidman, sumándose a la creciente lista de estrellas que se han excedido con el bisturí para paliar los signos de la edad. Meg Ryan ha cambiado tanto que casi no queda nada de la que protagonizó Tienes un e-mail (1998) con Tom Hanks.
La artista siempre se ha posicionado del lado de quienes creen en los retoques estéticos para aminorar el paso del tiempo.
ntérpretes como Kate Winslet, Meryl Streep, Emma Thompson o Jodie Foster se han mostrado, en cambio, contrarias a la cirugía como método para alargar sus carreras profesionales.
“Prefiero que digan ‘esa chica tiene una nariz fea’ a que comenten ‘a esa chica le han dejado fatal la nariz”, declaraba esta última en una ocasión.
Incluso Nicole Kidman ha lamentado en alguna ocasión haber abusado del bótox.
Fue en 2002 cuando la intérprete de míticas películas (Cuando Harry encontró a Sally) comenzó a operarse. En 2003 rodó En carne viva y ahí ya comenzó a verse su nueva imagen, y su carrera resultó gravemente afectada. Desde hace seis años no ha rodado ningún largometraje como protagonista. Ryan, a juicio de los profesionales, no solo ha pasado por el quirófano, también se ha inyectado bótox.
. Fue hace un año cuando la actriz mostró su nueva cara en la semana de alta costura de París.
Hacía muchos meses que la actriz no aparecía en un acto público, y su nueva aparición bajo los atentos focos dejó claro que la estrella está totalmente transformada por su paso por el quirófano. Desde ese momento hasta ahora, Ryan ha seguido experimentando con su cara como se ve en las fotos tomadas el pasado fin de semana en Shanghai, cambio del que ya se tuvo noticia en los pasados premio Tony de teatro.
La actriz, todo un icono de naturalidad en los años noventa, ha seguido los pasos de colegas de profesión como Renée Zellweger y de Nicole Kidman, sumándose a la creciente lista de estrellas que se han excedido con el bisturí para paliar los signos de la edad. Meg Ryan ha cambiado tanto que casi no queda nada de la que protagonizó Tienes un e-mail (1998) con Tom Hanks.
La artista siempre se ha posicionado del lado de quienes creen en los retoques estéticos para aminorar el paso del tiempo.
ntérpretes como Kate Winslet, Meryl Streep, Emma Thompson o Jodie Foster se han mostrado, en cambio, contrarias a la cirugía como método para alargar sus carreras profesionales.
“Prefiero que digan ‘esa chica tiene una nariz fea’ a que comenten ‘a esa chica le han dejado fatal la nariz”, declaraba esta última en una ocasión.
Incluso Nicole Kidman ha lamentado en alguna ocasión haber abusado del bótox.
Fue en 2002 cuando la intérprete de míticas películas (Cuando Harry encontró a Sally) comenzó a operarse. En 2003 rodó En carne viva y ahí ya comenzó a verse su nueva imagen, y su carrera resultó gravemente afectada. Desde hace seis años no ha rodado ningún largometraje como protagonista. Ryan, a juicio de los profesionales, no solo ha pasado por el quirófano, también se ha inyectado bótox.
No hay comentarios:
Publicar un comentario