En el mundo real la gente rechaza un trabajo y puede olvidarse para
siempre de él.
En Hollywood, decir no a un papel supone ver a otra
persona interpretándolo e incluso convirtiéndose en una leyenda gracias a
él.
Un paso en falso puede costarte la carrera y eso lo sabe muy bien
James Caan, probablemente el actor con peor intuición de su generación.
Según la teoría de los universos paralelos (defendida, entre otros, por
Stephen Hawking) hay una realidad alternativa en la que James Caan,
además de ser el mítico Sonny Corleone de 'El padrino', protagonizó
'Alguien voló sobre el nido del cuco', 'La guerra de las galaxias',
'Apocalypse Now', 'Superman', 'French Connection', 'Encuentros en la
tercera fase' o 'Kramer contra Kramer'.
Vamos a ver los casos más
sangrantes de actores que rechazaron un papel y lo lamentarán toda

La estrella venida a menos favorita de América, John Travolta,
recuperó cierta popularidad gracias a '¡Mira quién habla!' y sus
secuelas, pero se sintió demasiado ridículo ante la idea de interpretar a
este autista (Forrest Gump) con síndrome del sabio que vivía aventuras
delirantes y se decantó por otro personaje: Vincent Vega en 'Pulp
Fiction'. Aquel año (1994) Travolta
Tom Selleck era una prometedora estrella de televisión gracias a
'Magnum', pero su agente se tomó la libertad de rechazar Indiana Jones,
personaje que recientemente fue elegido como el tercero mejor de la
historia del cine. “Tom, eso del arqueólogo con el látigo y el
sombrerito es ridículo. Ese papel no está a tu altura”, le aconsejó con
una alarmante falta de instinto. Años después, Selleck le escribió una
carta a su agente (a quien despidió en cuanto se estrenó 'El arca
perdida') que resulta una elocuente obra de odio epistolar: “Indiana
Jones es una mierda', me dijiste. Me pregunto quién es ahora la mierda. Y
creo que eres tú. Eres una mierda tan gorda que no sé cómo entras por
la puerta de tu asqueroso despacho. Si te tuviera ahora mismo delante te
estrangularía con mis propias manos. Atentamente, Tom Selleck”.
Icono adolescente de los ochenta, Molly Ringwald no supo reciclarse
en estrella adulta al rechazar proyectos como 'Pretty woman' (le pareció
degradante) o 'Ghost'
. En su defensa cabe decir que la versión de
'Pretty woman' que le ofrecieron (titulada '3.000 $') era un drama
oscuro en el que la prostituta no era adorable sino una drogadicta
agresiva. Luego, edulcoraron el guión, se lo ofrecieron a Julia Roberts y
ahora todos los años vemos la peli tan felices.
Atraído por la complejidad de este yuppie metido a asesino en serie
llamado Patrick Bateman, DiCaprio acabó haciendo caso a su agente y
rechazó un papel que habría destruído su imagen de ídolo adolescente
tras 'Titanic'. Christian Bale fue el elegido y DiCaprio ha expresado su
arrepentimiento varias veces desde entonces
. Ahora sí tiene las agallas
para dejarse la piel con personajes sociópatas y narcisistas, como en
'El lobo de Wall Street'.
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