Los ladrones sabían perfectamente los hábitos del médico, incluso la hora a la que iba a comer a casa.
Madrid
El médico ha afirmado desde el primer momento que sabe muy bien a qué corresponde este intento de robo y que espera que detengan cuanto antes a los autores y a los inductores.
Pese a todo, la policía mantiene abiertas todas las líneas de investigación, dada la profesión de la víctima.
Un despliegue bastante excesivo
El despliegue de tanta policía el pasado lunes, en concreto con el
Grupo Especial de Operaciones (GEO), no ha gustado a algunos mandos, que
han visto “innecesaria y excesiva” su presencia.
“Si desde el principio se sabía que no había rehenes y que todo se debía a una mala información, no se tendría que haber montado ese espectáculo”, criticaba ayer algún responsable.
La avenida del Mediterráneo se cortó al tráfico y los geos entraron en el piso de Ignacio Frade y en su clínica, situada en la primera planta.
“Si desde el principio se sabía que no había rehenes y que todo se debía a una mala información, no se tendría que haber montado ese espectáculo”, criticaba ayer algún responsable.
La avenida del Mediterráneo se cortó al tráfico y los geos entraron en el piso de Ignacio Frade y en su clínica, situada en la primera planta.
Poco antes, dos hombres llamaron a la puerta de su domicilio.
La empleada de hogar miró por la mirilla y les preguntó quiénes eran.
Ambos dijeron que eran inspectores de Hacienda y que les abriera.
Cuando lo hizo, ambos la redujeron y la recluyeron en una habitación junto con Ángel, el padre del cirujano, de 94 años que está postrado en una silla de ruedas.
Al anciano le amordazaron y a la empleada la maniataron con unas bridas, mientras le exigían que les dieran la caja fuerte
. En ese momento, entró el cirujano y dueño de la vivienda.
Le asestaron dos golpes en la cabeza con las pistolas que llevaban, lo que les causó sendas brechas por las que sangró abundantemente.
“Sabían muy bien a lo que venían. Me trataron en todo momento con mucho conocimiento de todo lo que hacía habitualmente y hasta la hora a la que voy a comer todos los días.
Me llamaban por mi nombre [Ignacio]”, explicó el cirujano, tras regresar de que le suturaran las brechas en una clínica de La Moraleja.
Españoles de 50 años
Desde el primer momento, se pensó que se trataba de un atraco con rehenes en una clínica dental.Esa información fue la que facilitó la persona que llamó al 091. Eso hizo que se desplegara un fuerte dispositivo en la zona.
El hombre bajó a la calle malherido y sangrando de forma abundante por la cara.
Frade describió a los asaltantes como dos hombres de unos 50 años, con acento español
. “Sé muy bien a qué corresponde todo esto”, afirmó horas después.
La policía ha centrado sus investigaciones en algunos familiares del cirujano, que pueden estar detrás del intento de asalto
. Lo que sí tienen claro los agentes es que los asaltantes son “bastante chapuzas” y que posiblemente sea la primera vez que cometen un hecho de estas características.
Los ladrones no lograron llevarse nada, pese a que intentaron incluso entrar en la clínica del médico, situada en la primera planta del mismo edificio.
Los ladrones llevaban fotografiados en sus móviles una serie de documentos (algunas fuentes hablan hasta de 300 folios) que son los que les interesaban.
Eran casi todo de contenido económico, como avales bancarios.
De esta forma, intentaban saber cuál es la situación real del médico. “Todo es muy extraño, por lo que piden y la forma de manejarse durante el asalto, ya que ni siquiera llegaron a entrar en la clínica”, recuerdan fuentes de la investigación
. En cuanto el cirujano salió a la calle, también se marcharon los asaltantes.
Por ello, nunca hubo un atraco con rehenes como se dijo en un primer momento.
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