Hay una forma masculina y otra femenina de comportarse en la red, según un estudio de sociólogos de la Universidad Rovira i Virgili.
El uso de contenidos racistas y discriminatorios preocupa a la Unión Europea.
Por ello se puso en marcha el proyecto Internet: Creatively Unveiling Discrimination’(I:CUD), que ha elaborado una guía para educadores y familias con el fin de facilitar la creación de herramientas y estrategias que combatan estos comportamientos en la red.
Como parte de esta iniciativa, un equipo de sociólogos de la Universidad Rovira i Virgil de Tarragona ha llevado a cabo un estudio sobre las expresiones de discriminación utilizadas por los jóvenes –con edades que van de los 17 a los 24 años– en Facebook y han llegado a la conclusión de que hay variaciones en este tipo de contenidos dependiendo de si son compartidos por chicos o chicas. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Comunicar.
Según explica a la agencia SINC David Dueñas i Cid, investigador del Social and Business Research Laboratory (SBRlab) en la universidad catalana y autor del principal del estudio, el objetivo ha sido obtener información acerca de los tipos de contenidos discriminatorios creados por jóvenes y su propagación a través de redes sociales como Facebook.
En lugar de usar técnicas de big data, tan en boga en estos momentos, el equipo ha optado una aproximación sociológica, “ya que una simple extracción de datos podía conducir a resultados erróneos”, dice el investigador.
Para ello, han diseñado una estrategia metodológica de detección de contenidos discriminatorios en 493 perfiles de Facebook procedentes de Reino Unido, Italia, Bélgica, Rumanía y España –que son los países que participan en el proyecto I:CUD–, lo cual ha permitido encontrar 363 ejemplos para su análisis.
“Considerando los principios éticos y de privacidad de datos que deben regir la investigación social, buscamos voluntarios en los cinco países, en colaboración con entidades que tienen experiencia en la lucha contra la discriminación o la desigualdad”, señala el sociólogo.
Entre estas instituciones se encuentran CESP Projectes Socials (Barcelona), Fundatia PACT (Bucarest), Pour la Solidarité (Bruselas), Collage-Arts (Londres), CIES (Roma) y el propio SBRlab. “Con ello –agrega Dueñas– quisimos garantizar que el interés y la dedicación por el proyecto iba más allá de lo analítico para incluir también una dimensión ética y práctica”.
Los investigadores accedieron a los perfiles de Facebook de los voluntarios –que habían sido previamente informados del objetivo del estudio– y revisaron los contenidos publicados durante el último año.
Los comentarios o actividades considerados discriminatorios fueron evaluados, analizados y categorizados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario