Alojamientos en España donde la búsqueda del descanso físico y espiritual se traduce en sesiones de yoga, meditación, tratamientos ayurvédicos o acupuntura.
La hospitalidad en sí misma es un acto espiritual.
No
hay nada más bondadoso, más devoto ni más elevado que la acogida al
forastero, proveerle de cama y alimento, entregarse de cuerpo y alma en
hacerle más satisfactoria la estancia.
Lo verdaderamente experiencial
del turismo es la emoción de lo vivido, la turbación ante lo sentido y
la reflexión acerca de lo aprendido.
Algunos establecimientos prolongan
esa experiencia hacia la mística del momento y la eternidad
contemplativa
. Yoga, ayurveda, artes marciales o meditación
trascendental constituyen el principal argumento de los diez hoteles
españoles que hemos seleccionado para la ocasión.
1 Un santuario shaolín
Priorato de Val (Villacibio, Palencia)
La casa de Alfonso Muñoz Salvarrey es la casa de
todos… De todos los que buscan un santuario de silencio y meditación en
la soledad de la montaña palentina.
El shigung (maestro) da
hospitalidad al viajero y también lo inicia en el kung-fu, el taichi y
la caligrafía china.
No en vano, vivió durante algunos años en el
verdadero monasterio budista de Shaolin
. Poco antes de amanecer suena en
la posada una campana que llama a la meditación en el cuarto zen (kwoon).
Al atardecer, en reciprocidad, el maestro preside la ceremonia del té e
invita a los huéspedes a un masaje Tui Ná.
Irse de aquí es un pecado
imperdonable.
2 Desconexión asturiana
Tierra del Agua (Caleao, Asturias)
Con vistas a las frondas del parque natural de Redes,
este hotelito de piedra, teja y madera resume muy bien la soledad de la
montaña con un escenario de banderines multicolores que transportan al
viajero mentalmente al Himalaya.
Silencio místico y eternidad al paso
del agua.
En una instalación minimalista se encuentra el spa, donde Marisol Dy Sánchez organiza unas sesiones espirituales de yoga, pranayama y meditación anterior a los tratamientos abhyanga (30 minutos) y shirodhara (45 minutos) que reconstituyen psico-físicamente a quienes huyen del estrés y la ansiedad.
Otra filosofía vital
Spa Niwa (Brihuega, Guadalajara)
Ana Bedoya sabe cultivar en el jardín terapéutico de
Brihuega un espacio de aguas, hierba, arquitectura y colchones para
recuperar el sentido extraviado.
Dos ayudantes filipinas actúan en la
camilla de masajes con un variado programa terapéutico de reflexología
podal, masajes a cuatro manos, combinado shiatsu sueco,
chocolaterapia, envolvimientos con algas, sales marinas exfoliantes...
Masajes rigurosos, descontracturantes, sensitivos, linfáticos. Niwa, el
hotel, spa, monacato zen, florilegio alcarreño o como se le quiera llamar, significa jardín en japonés. Pues eso.
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