El dolor y la rabia de las palabras que dispara esa mujer desolada
contrastan con la calidez del entorno.
Los colores neutros, los muebles
sobrios y minimalistas, de madera clara, un par de mullidas alfombras
blancas, una luz muy cálida acompañan a una confesión desgarradora
. No
se puede dormir y, dirigiéndose al público, asegura: “Me he separado
hace un año y tengo la sensación de que mi familia ha desaparecido…
Tengo una sensación de soledad tan grande… Soy una náufraga… Mi cama ha
dejado de ser bella… Llevo un año de duelo…
¿Qué puedo hacer para poder
mirar a la cara a todos mis fantasmas, reírme de ellos y seguir
viviendo?”
. Nagore, así se llama la mujer, decide entonces hacer
aparecer a su madre y sus amigos para evitar y luchar contra esa
dolorosa soledad.
Así, en una mezcla de fantasía y realidad, de ficción y verdad,
da comienzo el viaje de La respiración, la obra que escribe y dirige Alfredo Sanzol
y que se estrena el próximo día 20 en el Teatro de La Abadía.
Un viaje
radical y transgresor, alegre también, por los sentimientos de la
soledad y la capacidad de superación del dolor.
La respiración,
interpretada por Nuria Mencía, Gloria Muñoz, Pau Durá, Pietro Olivera,
Martiño Rivas y Camila Viyuela, teje una red de relaciones familiares y
afectivas, muy al estilo del cine de Woody Allen, que ayudarán a esa
mujer solitaria a encontrar un nuevo equilibrio y abrazar su soledad no
como algo negativo.
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