. Puede que te des cuenta cuando alguien te diga que te pareces a ella —y tú no sepas si tomártelo como un cumplido— o cuando te des cuenta de que has empezado a cortarte el pelo a su imagen y semejanza.
Nuestros compañeros de la edición estadounidense del HuffPost invitaron a sus seguidores en Facebook a compartir sus experiencias. He aquí los diez signos que indican que te estás convirtiendo en tu madre:
1. Te pones a hablar con la gente en la cola de la frutería.
"Me he hecho amiga de todos los fruteros del mercado. Mi madre siempre hablaba con el panadero, con la gente que estaba esperando a que la atendieran…" - Cindy Moranz Merrill.
2. Te equivocas con los nombres de tus propios hijos.
"Intentaba regañar a uno de mis tres hijos y le llamé por los nombres de mis otros dos. A mi madre le pasaba constantemente, pero ella tenía cinco nombres con los que confundirse". - Peter Viles
3. Necesitas saber dónde están tus hijos en todo momento.
"No me puedo dormir hasta que mis hijos no llegan a casa". - Shelley Emling
4. No permites que se desperdicie nada.
"Voy por la casa apagando todas las luces, me como las sobras y lo que mis hijos dejan en el plato". - Ann Brenoff
5. Ciertas partes de tu cuerpo te recuerdan a tu madre.
"Tengo las manos como mi madre". - Joy Yagid
"¡Me cuelgan los muslos!" - Janie Emaus
6. Le das la brasa constantemente a tus hijos.
"A mi hijo mayor le digo que se siente recto y que deje de andar encorvado". - Janie Tillman Emaus
7. Empiezas a vestir como tu madre.
"Empecé a salir a todas partes en vaqueros y deportivas blancas y ni siquiera me importaba". - Liz Alterman
8. Incluso a veces suenas como ella.
"Estaba llamando a mis hijos y, cuando escuché el eco de mi voz, era idéntico a la voz de mi madre". - Chris Nitzsche
9. Tiendes a repetir los tópicos.
"Le digo a mi hija cosas como: 'no te separes del grupo' o 'conduce con cuidado". - Barbara Senftleber
10. Utilizas frases que odiabas que te dijeran.
"Una vez le dije a mi hijo 'algún día me lo agradecerás' y él puso los ojos en blanco. Afortunadamente, hace poco, me lo agradeció. Después de haber pasado por lo mismo con mi madre, pude decirle que su nieto de 19 años me había dado las gracias por mi labor como madre".
- Kerry Macintosh
Este artículo fue originalmente publicado en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
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