El actor ha revelado en una revista que fue atacado por un tiburón, falló el motor de un avión y el día que no abrió su paracaídas.
A Leonardo DiCaprio aún le quedan un par de vidas más.
El cinco veces nominado al Oscar ha revelado a la revista Wired las tres ocasiones en las que ha estado a punto de morir.
“Mis amigos me han nombrado la persona con la que menos desean hacer aventuras extremas porque siempre parezco estar muy cerca de ser parte de un desastre”, dice a la edición de enero de la publicación.
“Si los gatos tienen siete vidas, yo creo que he usado unas cuantas”.
Según cuenta el actor, la primera vez que puso su vida en peligro fue en 2006 mientras buceaba en Sudáfrica
. Al parecer, un tiburón blanco saltó dentro de la jaula del actor. “La mitad de su cuerpo estaba dentro. El tiburón trató de morderme y estaba a un brazo de distancia de mi cabeza”.
Sin embargo, es su segunda experiencia la que más lo ha aterrorizado
. Ocurrió mientras estaba a bordo de un vuelo rumbo a Rusia.
“Estaba en clase ejecutiva, y un motor explotó frente a mis ojos.
Esto sucedió justo después de que Sully Sullenberger —reconocido piloto de avión— lograra aterrizar en el río Hudson.
Estaba sentado ahí mirando el ala, y el ala entera explotó en una bola de fuego.
Era el único que lo estaba viendo en ese momento.
Fue una locura.
Apagaron todos los motores por varios minutos, no se escuchaba ningún sonido, y nadie en el avión decía absolutamente nada.
Fue una experiencia muy surrealista. Volvieron a encender los motores y aterrizamos de emergencia en el JFK [Nueva York]”.
Años más tarde, el actor se volvió a enfrentar a la muerte mientras realizaba un lanzamiento en paracaídas. “Tiramos del primer paracaídas. Estaba enredado.
El caballero con el que estaba lo cortó. Ni siquiera pensé en el paracaídas extra, así que pensé que estábamos cayendo en picado a nuestra muerte”, asegura.
“Tiramos del segundo y ese también estaba enredado”, narra el actor. DiCaprio recuerda que cuando finalmente se abrió, el sujeto con el que realizaba el salto le dijo que se preparara, porque a la velocidad que estaban descendiendo, probablemente se fracturarían las piernas
. Sin embargo, eso no sucedió.
Aunque durante el rodaje de su última The Revenant no sufrió ningún peligro, el intérprete asegura que fue una experiencia muy difícil, debido a las bajas temperaturas en las que tuvo que rodar.
“Lo más duro para mí fue entrar y salir de ríos congelados.
Porque tenía una piel de alce y una de oso que pesaban como 50 kilos cuando se mojaban.
Y cada día era un reto no contraer hipotermia”, revela
. Lo suyo parece una vida de película.
El cinco veces nominado al Oscar ha revelado a la revista Wired las tres ocasiones en las que ha estado a punto de morir.
“Mis amigos me han nombrado la persona con la que menos desean hacer aventuras extremas porque siempre parezco estar muy cerca de ser parte de un desastre”, dice a la edición de enero de la publicación.
“Si los gatos tienen siete vidas, yo creo que he usado unas cuantas”.
Según cuenta el actor, la primera vez que puso su vida en peligro fue en 2006 mientras buceaba en Sudáfrica
. Al parecer, un tiburón blanco saltó dentro de la jaula del actor. “La mitad de su cuerpo estaba dentro. El tiburón trató de morderme y estaba a un brazo de distancia de mi cabeza”.
Sin embargo, es su segunda experiencia la que más lo ha aterrorizado
. Ocurrió mientras estaba a bordo de un vuelo rumbo a Rusia.
“Estaba en clase ejecutiva, y un motor explotó frente a mis ojos.
Esto sucedió justo después de que Sully Sullenberger —reconocido piloto de avión— lograra aterrizar en el río Hudson.
Estaba sentado ahí mirando el ala, y el ala entera explotó en una bola de fuego.
Era el único que lo estaba viendo en ese momento.
Fue una locura.
Apagaron todos los motores por varios minutos, no se escuchaba ningún sonido, y nadie en el avión decía absolutamente nada.
Fue una experiencia muy surrealista. Volvieron a encender los motores y aterrizamos de emergencia en el JFK [Nueva York]”.
Años más tarde, el actor se volvió a enfrentar a la muerte mientras realizaba un lanzamiento en paracaídas. “Tiramos del primer paracaídas. Estaba enredado.
El caballero con el que estaba lo cortó. Ni siquiera pensé en el paracaídas extra, así que pensé que estábamos cayendo en picado a nuestra muerte”, asegura.
“Tiramos del segundo y ese también estaba enredado”, narra el actor. DiCaprio recuerda que cuando finalmente se abrió, el sujeto con el que realizaba el salto le dijo que se preparara, porque a la velocidad que estaban descendiendo, probablemente se fracturarían las piernas
. Sin embargo, eso no sucedió.
Aunque durante el rodaje de su última The Revenant no sufrió ningún peligro, el intérprete asegura que fue una experiencia muy difícil, debido a las bajas temperaturas en las que tuvo que rodar.
“Lo más duro para mí fue entrar y salir de ríos congelados.
Porque tenía una piel de alce y una de oso que pesaban como 50 kilos cuando se mojaban.
Y cada día era un reto no contraer hipotermia”, revela
. Lo suyo parece una vida de película.
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