"Esta novela es la cuarta y última de una tetralogía que narra las
vidas y amistad de dos niñas nacidas en un barrio pobre de Nápoles a
mediados del pasado siglo. Las anteriores se titulan, por orden
cronológico, La amiga estupenda, Un mal nombre y Las deudas del cuerpo.
La cuatro están contadas por una de las mujeres, Elena Greco, Lenù, lo que supone un relato retrospectivo cuidadosamente narrado por ésta desde fecha actual, principios del siglo XXI, ya no lejos de la ancianidad
. Lenù era una niña tranquila, adaptable, más pasiva que su inquieta, valerosa y dominante amiga Lila (o Lina).
La elección de narradora es importante porque Lenù, desde su supuesta inferioridad, es una observadora privilegia del escenario que las rodea: un barrio duro, violento, empobrecido e inculto, donde las gentes son buenas y malas a la vez.
Cuando esta cuarta novela se inicia ellas son ya dos mujeres maduras y templadas por el sufrimiento; han tenido hijos de parejas de las que se han separado, Lenù convive con un tipo que la engaña y Lila con un hombre a quien no ama, pero con quien se entiende bien, y las dos se encuentran distanciadas entre sí por acontecimientos anteriores.
Sin embargo, su relación, por zarandeada que haya sido, sigue siendo imborrable". Por J. M. GUELBENZU
La cuatro están contadas por una de las mujeres, Elena Greco, Lenù, lo que supone un relato retrospectivo cuidadosamente narrado por ésta desde fecha actual, principios del siglo XXI, ya no lejos de la ancianidad
. Lenù era una niña tranquila, adaptable, más pasiva que su inquieta, valerosa y dominante amiga Lila (o Lina).
La elección de narradora es importante porque Lenù, desde su supuesta inferioridad, es una observadora privilegia del escenario que las rodea: un barrio duro, violento, empobrecido e inculto, donde las gentes son buenas y malas a la vez.
Cuando esta cuarta novela se inicia ellas son ya dos mujeres maduras y templadas por el sufrimiento; han tenido hijos de parejas de las que se han separado, Lenù convive con un tipo que la engaña y Lila con un hombre a quien no ama, pero con quien se entiende bien, y las dos se encuentran distanciadas entre sí por acontecimientos anteriores.
Sin embargo, su relación, por zarandeada que haya sido, sigue siendo imborrable". Por J. M. GUELBENZU
"Imagina una soleada mañana de domingo. Bajas a la calle y un
automóvil, elegante y discreto, convenientemente pasado de moda, se
detiene delante de ti.
Una de las puertas se abre, te invita a subir.
Lo haces, confiado. Da igual el chófer, hasta es posible que el vehículo circule sin nadie al volante. Porque lo importante es quién dirigirá la ruta, quién te explicará los sitios a los que vas a ir, a la velocidad justa, ponderada, siempre dejándote con ganas de más. Y ése no es otro que quien comparte asiento, a tu lado: Camilleri, Andrea Camilleri. Paseando una soleada mañana de domingo con el signore Camilleri. Eso y nada más que eso.
Un paseo por un alfabeto de nombres de mujer, por ese mapa de recuerdos, personas inventadas, evocadas, fruto de los libros, de la historia, la fábula, polvo en el viento del anciano escritor siciliano. Escritos a ritmo de la voz que te explica qué se esconde tras los nombres de Ingrid, Carmen, Yolanda, Francesca, Marika u Oriana". Por CARLOS ZANÓN
Una de las puertas se abre, te invita a subir.
Lo haces, confiado. Da igual el chófer, hasta es posible que el vehículo circule sin nadie al volante. Porque lo importante es quién dirigirá la ruta, quién te explicará los sitios a los que vas a ir, a la velocidad justa, ponderada, siempre dejándote con ganas de más. Y ése no es otro que quien comparte asiento, a tu lado: Camilleri, Andrea Camilleri. Paseando una soleada mañana de domingo con el signore Camilleri. Eso y nada más que eso.
Un paseo por un alfabeto de nombres de mujer, por ese mapa de recuerdos, personas inventadas, evocadas, fruto de los libros, de la historia, la fábula, polvo en el viento del anciano escritor siciliano. Escritos a ritmo de la voz que te explica qué se esconde tras los nombres de Ingrid, Carmen, Yolanda, Francesca, Marika u Oriana". Por CARLOS ZANÓN
"Hace unas semanas, con motivo de la publicación en Argentina de su
último libro, De Patagonia a México (que Adriana Hidalgo traerá a España
en 2016), Hebe Uhart declaraba: “Estoy viajando mucho porque se me
agotó la ficción. Me cansé de escribir cuentos o crónicas de vida
cotidiana”. Puede que este agotamiento hiciera referencia a su último
libro de “cuentos y crónicas de vida cotidiana”, aparecido en Argentina
en 2013, pero cuya edición española publica ahora Alfaguara. Pero desde
luego el lector no encontrará en
Un día cualquiera a nadie cansado de los recursos que han dado cuerpo a su obra, sino (digámoslo ya) a una escritora en la plenitud de su maestría. Un día cualquiera lo cruzan dos fuerzas que definen bien a Uhart: cuentos de apariencia leve, pero duros bajo la superficie y concentrados en momentos de aprendizaje, y un tipo de crónica “instantánea”, zigzagueante, que se deja sorprender por las posibles ficciones que anidan en lo cotidiano
. De hecho, puede considerarse su libro más autobiográfico y, casi, a su modo interrumpido y disimulado, pero siempre orgánico, una novela de formación". Por CARLOS PARDO
Un día cualquiera a nadie cansado de los recursos que han dado cuerpo a su obra, sino (digámoslo ya) a una escritora en la plenitud de su maestría. Un día cualquiera lo cruzan dos fuerzas que definen bien a Uhart: cuentos de apariencia leve, pero duros bajo la superficie y concentrados en momentos de aprendizaje, y un tipo de crónica “instantánea”, zigzagueante, que se deja sorprender por las posibles ficciones que anidan en lo cotidiano
. De hecho, puede considerarse su libro más autobiográfico y, casi, a su modo interrumpido y disimulado, pero siempre orgánico, una novela de formación". Por CARLOS PARDO
- Foto:ALFAGUARA
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"Las opiniones ilustres que Ferré pone al frente de su nueva novela
son apócrifas, por supuesto, pero ayudan a entender cuál era su
pretensión: a Rafael Chirbes no le ha gustado, pero no querría decirlo; a
Juan Goytisolo tampoco, pero lo último que haría es descalificar algo
tan moderno; a Fernando Sánchez Dragó le ha encantado, hasta el punto de
que se cree retratado en uno de los personajes, el viejo y repugnante
don Amaro: cada cual a su modo, esa es la opinión de los aguafiestas.
Jordi Gracia desdeña con vehemencia esta “mascarada amarga” y piensa que
“tras la incorrección política, está el cinismo”; Pablo Iglesias echa
en falta “una sola idea inteligente”: son la voz de la regeneración
crítica". Por JOSE CARLOS-MAYNER
- Foto:ANAGRAMA
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"Owen Sheers (Fiji, 1974) creció en Gales y su primera publicación
en prosa fue una no-ficción; ambas cosas lo asocian con Michael, el
protagonista de Vi a un hombre, que es un exitoso “periodista de
inmersión” cuando conoce a una corresponsal de guerra llamada Catherine,
de la que se enamora. Catherine muere en Pakistán mientras se encuentra
haciendo un reportaje y Michael regresa a Londres, a un piso prestado, a
intentar superar su pérdida. Es allí donde conoce a los Nelson, que lo
integran a una vida hogareña no tan idílica como parece, y es a su casa a
la que entra la tarde en la que, en busca de un destornillador que les
ha prestado, y al encontrar la puerta trasera abierta, destroza sin
quererlo la vida de todos ellos, también la propia". Por PATRICIO PRON
- Foto:RESERVOIR BOOKS
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