Arturo Pérez-Reverte y Nicolás Maduro están enfrentados.
Por una mujer.
Por Teresa Mendoza, La reina del sur.
Todo viene de un acto de censura que se acaba de cometer no contra la novela del cartagenero, sino contra la adaptación de su obra a la televisión, una telenovela de enorme éxito en América Latina, EEUU y España.
El gobierno venezolano ha exhortado al proveedor de televisión satelital DirecTV a no difundir la serie, que iba a ser transmitida a partir del martes pasado a través del canal por suscripción Pasiones.
William Castillo, presidente de Conatel (Comisión de Telecomunicaciones de Venezuela), ha enviado una carta a Alexander Elorriaga, representante de DirecTV, en la que le exige que se "abstenga" de "difundir la telenovela La Reina del Sur y cualquier otro contenido relacionado al subgénero de la narconovela".
Ahí está la clave: el Gobierno de Maduro le aplica esta etiqueta porque se inspira en la vida de una joven que escapa de varios cárteles y que luego se hace fuerte ella misma como traficante.
Según Castillo, este tipo de producciones televisivas "glorifican la vida de personas involucradas en el delito de narcotráfico" y "exhaltan y promueven una serie de antivalores, elementos clasificados de salud, sexo y violencia, así como de violencia sexual y de género de forma gráfica".
En Venezuela no lo queremos, viene a decir.
La noticia ha hecho que el célebre escritor español reaccione irónico en Twitter, con un "Maduro no me ama".
Incluso, ha colgado en su cuenta un enlace en el que se pueden ver, piratas, los capítulos de la serie, ya que no podrá tener distribución por los canales reglados de televisión.
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