El vestido de Marilyn en 'La tentación vive arriba' es por el que más se ha pagado en una subasta, pero ninguna de estas reliquias de cine salió mucho más barata.
¿Cuánto estarían dispuestos a pagar por tener en sus manos algún
elemento de su película favorita, ese que tocó su ídolo o utilizó en su
escena predilecta? Hay quien está dispuesto a pagar la
cantidad que sea necesaria por tener en su poder el látigo de Indiana
Jones o el sombrero de Charlie Chaplin. Las casas de subastas lo saben,
pero no por eso deja de sorprender las astronómicas cifras desembolsadas
por ciertos artículos..
Como por el vestido que lució Marilyn Monroe en la película La tentación vive arriba. El
famoso vestido blanco que lució la actriz y que, el viento generado por
el paso del metro consiguió levantar, ostenta el título del vestido más
caro de la historia. 5,520,000 dólares, más de cinco
millones de euros, lo corroboran.
Obra del modisto William Travilla,
diseñador de muchos trajes de la actriz, fue vendido por el estudio a
Debbie Reynolds que lo subastó, y después volvió a salir a puja en 2011,
alcanzando la cifra mencionada
. Aunque se rodaron diez tomas de la
famosa escena de Marilyn y su vestido en pleno Nueva York (el genial
Billy Wilder puso un anuncio en el periódico el 15 de septiembre de 1954
invitando a los neoyorquinos al rodaje para ver a una Miss Monroe con
un “traje muy revelador”) la que finalmente apareció en la película fue
grabada en un estudio.
En ocasiones unos simples papeles manuscritos pueden alcanzar precios
desorbitados. Aunque si en esos papeles hay anotaciones de Marlon
Brando, la cosa cambia. El guión de la película El padrino con notas de su puño y letra fue adquirido por un postor anónimo que realizó su compra por teléfono
. Por él pagó 312.800 dólares,
más de 250.000 euros, la mayor cifra que se ha pagado nunca por un
libreto cinematográfico. El guión formaba parte de una subasta de
objetos relacionados con la vida laboral y personal de Brando, como por
ejemplo, dos de los últimos carnés de conducir del actor, expedidos en California, que alcanzaron en la puja los 30.000 dólares.
Los papeles escondidos en el piano en Casablanca y que fueron salvoconducto para poder escapar fueron otro manuscrito que ha alcanzado la cantidad nada desdeñable de 118,750 dólares, algo más de 110.000 euros.
Del set de esa película proceden otros tantos objetos que han generado mucha expectación, como el coche, modelo Buick Phaeton de 1940, que llevó a Humprey Bogart y a Ingrid Bergman hasta el aeropuerto donde tuvo lugar el inolvidable final de la cinta dirigida por Michael Curtiz.
El vehículo, listo para ser conducido, se vendió por 461.000 dólares (más de 341.000 euros).
Del set de esa película proceden otros tantos objetos que han generado mucha expectación, como el coche, modelo Buick Phaeton de 1940, que llevó a Humprey Bogart y a Ingrid Bergman hasta el aeropuerto donde tuvo lugar el inolvidable final de la cinta dirigida por Michael Curtiz.
El vehículo, listo para ser conducido, se vendió por 461.000 dólares (más de 341.000 euros).
Y por supuesto uno de los elementos claves de la película, el piano, que había pertenecido a un dentista de Los Ángeles desde los años 80. Fabricado en 1927, este piano sólo tiene 58 teclas, 30 menos que un piano moderno.
Pasó a la historia del cine por la escena en que Ilsa (Ingrid Bergman) se acerca al pianista y le pide que toque As Time Goes By. Por los 3,413,000 dólares (3,170,403.96 euros) que pagaron se llevaron de regalo un chicle pegado bajo el teclado.
Otros objetos icónicos que han logrado cifras escandalosas han sido la estatuilla del halcón maltés en el film homónimo. Por sus 30 centímetros y 20 kilos de bronce se pagaron 4.085.000 dólares, más de 3 millones de euros. O el bombín y bastón de Chaplin usados por su personaje El vagabundo en las películas Luces de ciudad y Tiempos modernos, que fueron adquiridos por 62,500 dólares,
poco más de 49.000 euros.
El bastón de bambú lleva como inscripción en tinta negra CCLT 1936 (Charles Chaplin Little Tramp 1936) el año de la película Tiempos modernos.
El pack fue regalado a Katherine Stubergh Keller, una escultora que formaba parte de la comisión para crear un busto en cera del actor.
El bastón de bambú lleva como inscripción en tinta negra CCLT 1936 (Charles Chaplin Little Tramp 1936) el año de la película Tiempos modernos.
El pack fue regalado a Katherine Stubergh Keller, una escultora que formaba parte de la comisión para crear un busto en cera del actor.
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