Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

6 oct 2015

Muere la cineasta belga Chantal Akerman a los 65 años

La directora fue una de las figuras claves del séptimo arte en los setenta

Había presentado en el festival de Locarno en agosto su último filme, 'No Home Movie'.

 

La cineasta y videoartista Chantal Akerman
La cineasta y videoartista Chantal Akerman, en su videoinstalación 'Desde el otro lado', en Madrid, en 2005. / LUIS MAGÁN

La cineasta belga Chantal Akerman murió ayer lunes a los 65 años, según informan varios medios franceses.
 El diario Le Figaro cita al productor de la creadora y asegura que la directora se suicidó y que sufría de ataques maniaco-depresivos
. Akerman, nacida en Bruselas en 1950, fue una de las figuras claves del séptimo arte en los años setenta y ochenta, con películas como Jeanne Dielman, 23, quai du commerce, 1080 Bruxelles, Golden Eighties.
En la pasada edición del festival de Locarno, en agosto, la creadora había presentado su nueva película, No Home Video, dedicada a los últimos días de su madre.
 Debido al origen judío de su familia, tanto su progenitora como sus abuelos fueron deportados a Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial: la madre fue la única superviviente.
El año pasado, coincidiendo con la presentación de su video instalación Maniac shadows en Madrid, contaba por teléfono a este periódico que no quería dejar de trabajar y precisaba moverse para sentirse "humana".
 También reflexionaba sobre la invasión digital en nuestras existencias:
Vivimos tiempos extraños.
Claro que el teléfono existe desde hace tiempo, pero aquí estamos charlando sobre arte animadamente sin ponernos cara, en un relación, como la mayoría de las actuales, virtual.
 Asusta, la verdad. No siento el miedo en una primera impresión, pero cuando reflexiono sobre en qué hemos convertido, por ejemplo, la amistad, me asusto”.
"Hoy no hay olores, sabores ni tacto.
 Solo imágenes y sonidos. Claro, las relaciones se convierten en cinematográficas...
 Cuando conoces a alguien sientes, bueno, puedes sentir muchas cosas [risas].
 Si esa primera vez nace de una charla vía Skype, ¿adónde se fueron las sensaciones? Es el triunfo de la imagen, lo que por un lado es algo emocionante pero que por otro provoca cierta pena”, añadía.
Akerman probó diversos género cinematográficos como la comedia musical, con Golden Eighties, la comedia romántica de Romance en Nueva York, con Juliette Binoche y William Hurt, o historias de amor más intimistas como en Nuit et jour.
Y también destacó como documentalista, con trabajos como D'Est, sobre la vida en el este de Europa tras la desaparición de la Unión Soviética; Sud, sobre el racismo en Estados Unidos, o De l'autre côté, centrado en los mexicanos que cruzan ilegalmente la frontera con EE UU.

Las relaciones sexuales, la religión y la soledad fueron los temas recurrentes de una filmografía caracterizada por la rigidez de su puesta en escena y por un estilo personal más allá de cualquier moda cinematográfico.
Un cine complejo marcado por su militancia feminista y que no cedía a concesiones ni formales ni temáticas.

Participó en la sección oficial del Festival de Berlín en 1989 con Histoires d'Amérique y en la de Venecia en 1991 con Nuit ey jour, además de conseguir una nominación a los César del cine francés por su documental Là-bas (2006) En 2004 Akerman recibió la Medalla Fellini de la Unesco por su contribución a la difusión y al respeto de la diversidad cultural.


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