La Guardia Civil no puede acreditar que las cuerdas halladas en el chalé sea las mismas que las de la pista forestal en la que se localizó el cuerpo de la niña.
Muchos indicios y ninguna prueba concluyente en la sesión número 12
del juicio por la muerte de la niña Asunta Basterra por la que sus
padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra,
se sientan en el banquillo.
Los químicos de Criminalística de la Guardia Civil han reconocido este jueves ante el jurado que no pueden demostrar que las cuerdas halladas en la pista forestal donde apareció el cadáver de la menor sean las mismas que las intervenidas en el chalé de Teo (municipio vecino a Santiago).
Tampoco que la tierra de la alfombrilla del conductor del coche de Rosario Porto sea la misma que la de la pista forestal o que se hubieran intentado borrar las huellas de Basterra en el ordenador portátil que, según creen los investigadores, fue ocultado durante tres meses y manipulado.
El juicio por la muerte de Asunta Basterra continúa este jueves con la declaración por videoconferencia de los servicios de Criminalística e Identificación de personas de la Guardia Civil, tras la presencia en los juzgados de los peritos forenses y de toxicología este miércoles.
En esta jornada los químicos de la Guardia Civil han asegurado que las cuerdas investigadas "tienen la misma composición química, color y entramado", pero que "no hay ninguna forma de establecer un vínculo entre unas cuerdas y otras".
Tampoco aparecieron fibras de estas cuerdas en los cuchillos incautados en la vivienda.
El corte de los cabos puede ser compatible con los cuchillos, pero en el laboratorio se hicieron pruebas de cortes en cuerdas semejantes y estos son compatibles.
Es decir, que los investigadores no pueden ni afirmar ni descartar.
El tipo de fibra hace muy difícil determinar si el corte de las
cuerdas de la pista encaja con el cabo hallado en una papelera en la
habitación donde se sospecha que Asunta fue asfixiada y atada, según los
forenses, "en un momento próximo a la muerte".
Otro agente de la Guardia Civil ha confirmado ahora que no se pudo concluir que la tierra de la alfombrilla del conductor del coche de Rosario Porto sea la misma que la de la pista forestal.
Ni se hallaron vestigios en unas zapatillas blancas incautadas en el domicilio de Basterra, que en un principio se pensó que eran las de Asunta, cuyo cadáver apareció descalzo.
En el ordenador de Basterra se encontraron cinco huellas claras y muchas más empastadas y superpuestas
. La única identificada plenamente es la de Asunta, dentro de la disquetera.
Los agentes del equipo de identificación de la Guardia Civil han llegado a la conclusión de que no se puede afirmar, en ningún caso que se hubiese intentado borrar las huellas de Basterra en el ordenador portátil que, según creen los agentes, fue ocultado durante tres meses y manipulado.
Los químicos de Criminalística de la Guardia Civil han reconocido este jueves ante el jurado que no pueden demostrar que las cuerdas halladas en la pista forestal donde apareció el cadáver de la menor sean las mismas que las intervenidas en el chalé de Teo (municipio vecino a Santiago).
Tampoco que la tierra de la alfombrilla del conductor del coche de Rosario Porto sea la misma que la de la pista forestal o que se hubieran intentado borrar las huellas de Basterra en el ordenador portátil que, según creen los investigadores, fue ocultado durante tres meses y manipulado.
El juicio por la muerte de Asunta Basterra continúa este jueves con la declaración por videoconferencia de los servicios de Criminalística e Identificación de personas de la Guardia Civil, tras la presencia en los juzgados de los peritos forenses y de toxicología este miércoles.
En esta jornada los químicos de la Guardia Civil han asegurado que las cuerdas investigadas "tienen la misma composición química, color y entramado", pero que "no hay ninguna forma de establecer un vínculo entre unas cuerdas y otras".
Tampoco aparecieron fibras de estas cuerdas en los cuchillos incautados en la vivienda.
El corte de los cabos puede ser compatible con los cuchillos, pero en el laboratorio se hicieron pruebas de cortes en cuerdas semejantes y estos son compatibles.
Es decir, que los investigadores no pueden ni afirmar ni descartar.
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Otro agente de la Guardia Civil ha confirmado ahora que no se pudo concluir que la tierra de la alfombrilla del conductor del coche de Rosario Porto sea la misma que la de la pista forestal.
Ni se hallaron vestigios en unas zapatillas blancas incautadas en el domicilio de Basterra, que en un principio se pensó que eran las de Asunta, cuyo cadáver apareció descalzo.
En el ordenador de Basterra se encontraron cinco huellas claras y muchas más empastadas y superpuestas
. La única identificada plenamente es la de Asunta, dentro de la disquetera.
Los agentes del equipo de identificación de la Guardia Civil han llegado a la conclusión de que no se puede afirmar, en ningún caso que se hubiese intentado borrar las huellas de Basterra en el ordenador portátil que, según creen los agentes, fue ocultado durante tres meses y manipulado.
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