Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

19 sept 2015

Tragos con sabor a celuloide...................................................................................... Carles Gámez.

Del ‘Scotch Mist’ de Lauren Bacall en ‘El sueño eterno’ al ‘Cosmopolitan’ de las chicas de ‘Sexo en Nueva York’, una guía reúne los cócteles más famosos de la pantalla

 

"Ajústense los cinturones, esta noche vamos a tener tormenta”. Esta frase pronunciada por Bette Davis en el papel de la temperamental Margot Channing de Eva al desnudo, aparte de haber pasado al diccionario de las citas cinematográficas, sin duda no hubiera sido la misma sin la estimulante colaboración del cóctel Gibson que la diva escénica degustaba a lo largo de la velada
. Este y otros combinados forman parte del libro Cocktails of the Movies. An Illustrated Guide to Cinematic Mixology (Prestel Publishing) del escritor Will Francis que se suma a esa bibliografía especializada en las relaciones entre el séptimo arte y el arte de combinar diferentes licores.
 El volumen repasa cerca de 70 combinaciones alcohólicas, con la ayuda gráfica de la ilustradora Stacey Marsh, que han tenido su momento de gloria y de elixir argumental en la pantalla
. Como señala el autor, Will Francis, “los cócteles han representando un papel importante en el lenguaje visual de cine como lo ha sido la moda o los coches
. Ellos nos ilustran sobre los personajes y la historia de Hollywood, desde sus inicios, está mezclada con la historia del cóctel”.
Entre los primeros grandes cómplices de la pantalla y el arte de disfrutar de un buen cóctel destaca la pareja de detectives Nick y Nora (William Powell y Miyrna Loy) en la saga The Thin Man (W. S. Van Dyke, 1934) que con el apoyo literario del escritor Dashiell Hammet dejaron muestras de sobra de su elegancia y humor al compaginar la hora del Dry Martini con la búsqueda del cadáver o presunto sospechoso.
 Norteamérica pasaba página a los años de la prohibición y Hollywood celebraba los nuevos tiempos con la barra del bar o coctelería como punto de encuentro.
Aunque el periodo cinematográfico de los años treinta y cuarenta destaca en esa evocación o atmósfera donde el cóctel aparece como uno de los ingredientes imprescindibles en ese escenario de glamour, los héroes de Hollywood como ilustra el libro Cocktails of the Movies no han perdido el gusto y la curiosidad por el cóctel en las posteriores décadas
. Gracias a James Bond ya sabemos que el Vodka Martini siempre es mejor “batido, no revuelto” y que para las alegres chicas de Sexo en Nueva York no hay nada como esa combinación de vodka, Cointreau y acentos frutales, es decir un Cosmopolitan, para aguantar las tediosas jornadas de una ciudad como Nueva York.
En el índice de mixturas alcohólicas del libro no podía faltar el White Russian, esa refinada combinación de vodka y licor de café, que Jeff Bridges El Nota, en El Gran Lebowski elevaba a bebida de culto como su batín, pieza totémica de su guardarropa.
Y para los amantes del cine negro, aunque la coctelería ofrece un repertorio abundante y exquisito, destaca Lauren Bacall y su Scotch Mist —whisky escocés con hielo— que tomaba en El sueño eterno junto al detective Philip Marlowe (Humphrey Bogart) como momento de relax en esa tela de araña de intrigas que constituía la narración cinematográfica.
Al otro extremo del océano Atlántico, Humphrey Bogart, esta vez como el desencantado Rick Blaine de Casablanca después de pronunciar su famosa frase (“De todos los bares de todas las ciudades del mundo ella ha tenido que entrar en el mío”), celebraba el reencuentro con su antiguo amor, una luminosa Ingrid Bergman, con un cóctel cargado de historia y champán, French 75, como evocación de un tiempo feliz.
Hay también un recuerdo para el Ponche del Mississippi y la señorita Holly Golightly (Audrey Hepburn) de Desayuno con diamantes o aquel Manhattan que Marilyn Monroe (Con faldas y a lo loco) improvisaba en el vagón del tren con la ayuda de una bolsa de agua caliente como coctelera. Para los amantes de los combinados de gusto más vintage siempre queda la opción de compartir un Old Fashioned con Don Draper y sus compañeros de Mad Men.

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