El cantautor llena en su recital del festival Porta Ferrada de Sant Feliu de Guixols.
Y se marchó dando saltitos, como para que no lo vieran, tras dejar su inseparable guitarra en el suelo. "Nunca me había pasado, me había olvidado la lista con las canciones y la coseta para que no se vuele el papel".
No era de extrañar.
El día de antes, en este mismo escenario, el fuerte viento y la lluvia obligaron casi a suspender el concierto de la Electric Light Orchestra.
"No lo tenía claro, llovió ayer y venía preparado. Pero al final tenía un pacto",
aseguró tras el concierto.
El mismo pacto con el tiempo que ha hecho que Raimon, a punto de cumplir los 75 el próximo mes de diciembre, siga lleno de jovialidad y potencia y de ganas de gustar a su público.
Al final, el viento y la tramontana respetaron al cantautor de Xativa que durante más de hora y media desgranó más de treinta temas, uno detrás de otro, sin interrupción, que fueron seguidos con atención por un público la mayoría de edad madura, por encima de los cincuenta años, tranquilo y con ganas de que el cantante de Xátiva les regalara los oídos con sus canciones de siempre y otras nuevas.
El público, la mayoría veraneantes de las localidades cercanas a Sant Feliu, siguió con atención canciones en los que combinada sus homenajes a escritores y poetas catalanes y valencianos como Ausias March o Espriu, con temas propios.
Desde Si miraves l'aigua, hasta su mítica Al vent, pasando por Veles e vents o Jo vinc de un silenci, que fue de las más coreadas.
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