En Miami frecuento un grupo de españoles, exiliados económicos, que
juegan un partido de fútbol playa los domingos
. Compiten contra un equipo de brasileros y, claro, generalmente pierden pero eso no impide que al final de cada partido se reúnan en el porche de uno de los edificios Art Deco de Ocean Drive. El entorno, típico lugar de retiro de los judíos de la costa este americana, les hace parecer veteranos de alguna guerra, comentando batallitas.
La otra noche se me ocurrió hablarles de los 30 minutos inéditos del videoclip Vogue de Madonna, pero ellos me pararon en seco preguntándome: ¿Qué está pasando en España?
Lo de que Pantoja pueda pasar su cumpleaños en su casa les aburre.
Que Chabelita haya hablado con ella dos minutos, les desconsuela
. Intento explicarles lo que he conseguido entender de la Operación Púnica y se animan más que con los brasileiros.
“¿Cuándo será el día que no escuchemos Corrupción y España en la misma frase?”.
Tienen razón, es agotador y el calor no ayuda e incluso los argentinos ya se mofan.
Uno de mis nuevos amigos insiste en que la Operación Púnica es el nuevo Gürtel y se arma una discusión.
Según ellos, Púnica es una operación más sofisticada que Gürtel porque mientras en en esta trama se robaba dinero público a través de sastrerías o misas del Pap, en la Operación Púnica todo pasaba por la alta tecnología.
Los contratos públicos amañados estaban vinculados a la eficiencia energética y también para limpiar la imagen de políticos del Partido Popular mediante un sistema de trending topics.
O sea, frases cortas, lenguaje Instagram y Twitter para nuestra cultura de la corrupción.
Tras una pausa, uno de los miembros del equipo español lanza una pregunta: “Si eran tan sofisticados, ¿Por qué le pusieron Waiter Music a la empresa con la que realizaban sus trapicheos musicales?”. La verdad que hubiera quedado más acertada llamarla Trending Topic, ¿no? Es cierto que había mucha tecnología en la Operación Púnica, pero el lenguaje de algunos de sus imputados es vil, vulgar y violento.
El lenguaje soez de la impunidad.
Que la tormenta Púnica caiga en verano podría hacerla morir como noticia en el mismo período, pero parece que en septiembre nos sorprenderán con más.
¿Artur Mas? Antes, durante este mes, políticos e imputados tendrían que estudiarse los 30 minutos de grabación inéditas del Vogue de Madonna.
En esos 30 minutos ves lo que cuesta hacer un vídeo memorable, que sigue siendo vigente 25 años después. Madonna ensaya infatigable y repite bailes y posturas hasta conseguir la perfección.
Cada vez que ensaya, surge un problema, una mano no cuadra en un primer plano; una frase se sale de cuadro.
Ella no se queja nunca, repite nuevamente.
Es un canto al esfuerzo y los beneficios que infiere
. Quizás en el fútbol playa que juegan mis amigos no hay ese mismo afán
. O sale a la primera o nada
. Igual pasa con la Operación Púnica, das el golpe una vez y si cuela sigues hasta que un día te descubren y escapas o acabas en el juzgado y largando.
La ley del mínimo esfuerzo. No somos Madonna.
Es cierto que la clave del esfuerzo es que no se note.
Un ballet bien bailado se disfruta, no se sufre. Hay mucho esfuerzo en las coreografías que Ona Carbonell ejecuta sobre el agua y por eso celebramos sus triunfos sin dejar de pensar lo curioso de que seamos un país líder en corrupción y también en natación sincronizada.
Hay esfuerzo en el éxito de Paris Hilton y Naomi Campbell, decididas a convertirse en unas nuevas Batman y Robin de la noche ibicenca
. Se esfuerzan en divertirse. Naomi pone el cuerpazo y la inestabilidad, ganadas no sin cierto esfuerzo, mientras Paris Hilton, a su manera, expande el imperio familiar a base de fiestas, perfumes, Instagram y postureo
. Hay esfuerzo pero invisible.
Sin darnos cuenta, Hilton ha pasado de ser una heredera descerebrada a una mujer de negocios muy calculadora.
Observando otro sábado más cómo pierden mis nuevos amigos del fútbol playa, pienso que la corrupción es lo opuesto al empeño expresado en el vídeo de los ensayos de Madonna
. Ella trabaja repitiendo para alcanzar su objetivo, nosotros nos corrompemos porque es fácil, es nuestra picaresca
. Con todo esto me reúno con mis amigos del fútbol playa
. ¿A quién le puede interesar los ensayos de Madonna para que Vogue sea respetado 25 años después?, exclaman.
“Si yo pudiera ganarme la vida robando al Estado”, me dice uno del equipo, “no estaría hablando contigo”.
Ya lo dijo antes el diputado popular José Miguel Moreno: “Tío, me voy de vacaciones, prepárame pasta”.
. Compiten contra un equipo de brasileros y, claro, generalmente pierden pero eso no impide que al final de cada partido se reúnan en el porche de uno de los edificios Art Deco de Ocean Drive. El entorno, típico lugar de retiro de los judíos de la costa este americana, les hace parecer veteranos de alguna guerra, comentando batallitas.
La otra noche se me ocurrió hablarles de los 30 minutos inéditos del videoclip Vogue de Madonna, pero ellos me pararon en seco preguntándome: ¿Qué está pasando en España?
Lo de que Pantoja pueda pasar su cumpleaños en su casa les aburre.
Que Chabelita haya hablado con ella dos minutos, les desconsuela
. Intento explicarles lo que he conseguido entender de la Operación Púnica y se animan más que con los brasileiros.
“¿Cuándo será el día que no escuchemos Corrupción y España en la misma frase?”.
Tienen razón, es agotador y el calor no ayuda e incluso los argentinos ya se mofan.
Uno de mis nuevos amigos insiste en que la Operación Púnica es el nuevo Gürtel y se arma una discusión.
Según ellos, Púnica es una operación más sofisticada que Gürtel porque mientras en en esta trama se robaba dinero público a través de sastrerías o misas del Pap, en la Operación Púnica todo pasaba por la alta tecnología.
Los contratos públicos amañados estaban vinculados a la eficiencia energética y también para limpiar la imagen de políticos del Partido Popular mediante un sistema de trending topics.
O sea, frases cortas, lenguaje Instagram y Twitter para nuestra cultura de la corrupción.
Tras una pausa, uno de los miembros del equipo español lanza una pregunta: “Si eran tan sofisticados, ¿Por qué le pusieron Waiter Music a la empresa con la que realizaban sus trapicheos musicales?”. La verdad que hubiera quedado más acertada llamarla Trending Topic, ¿no? Es cierto que había mucha tecnología en la Operación Púnica, pero el lenguaje de algunos de sus imputados es vil, vulgar y violento.
El lenguaje soez de la impunidad.
Que la tormenta Púnica caiga en verano podría hacerla morir como noticia en el mismo período, pero parece que en septiembre nos sorprenderán con más.
¿Artur Mas? Antes, durante este mes, políticos e imputados tendrían que estudiarse los 30 minutos de grabación inéditas del Vogue de Madonna.
En esos 30 minutos ves lo que cuesta hacer un vídeo memorable, que sigue siendo vigente 25 años después. Madonna ensaya infatigable y repite bailes y posturas hasta conseguir la perfección.
Cada vez que ensaya, surge un problema, una mano no cuadra en un primer plano; una frase se sale de cuadro.
Ella no se queja nunca, repite nuevamente.
Es un canto al esfuerzo y los beneficios que infiere
. Quizás en el fútbol playa que juegan mis amigos no hay ese mismo afán
. O sale a la primera o nada
. Igual pasa con la Operación Púnica, das el golpe una vez y si cuela sigues hasta que un día te descubren y escapas o acabas en el juzgado y largando.
La ley del mínimo esfuerzo. No somos Madonna.
Es cierto que la clave del esfuerzo es que no se note.
Un ballet bien bailado se disfruta, no se sufre. Hay mucho esfuerzo en las coreografías que Ona Carbonell ejecuta sobre el agua y por eso celebramos sus triunfos sin dejar de pensar lo curioso de que seamos un país líder en corrupción y también en natación sincronizada.
Hay esfuerzo en el éxito de Paris Hilton y Naomi Campbell, decididas a convertirse en unas nuevas Batman y Robin de la noche ibicenca
. Se esfuerzan en divertirse. Naomi pone el cuerpazo y la inestabilidad, ganadas no sin cierto esfuerzo, mientras Paris Hilton, a su manera, expande el imperio familiar a base de fiestas, perfumes, Instagram y postureo
. Hay esfuerzo pero invisible.
Sin darnos cuenta, Hilton ha pasado de ser una heredera descerebrada a una mujer de negocios muy calculadora.
Observando otro sábado más cómo pierden mis nuevos amigos del fútbol playa, pienso que la corrupción es lo opuesto al empeño expresado en el vídeo de los ensayos de Madonna
. Ella trabaja repitiendo para alcanzar su objetivo, nosotros nos corrompemos porque es fácil, es nuestra picaresca
. Con todo esto me reúno con mis amigos del fútbol playa
. ¿A quién le puede interesar los ensayos de Madonna para que Vogue sea respetado 25 años después?, exclaman.
“Si yo pudiera ganarme la vida robando al Estado”, me dice uno del equipo, “no estaría hablando contigo”.
Ya lo dijo antes el diputado popular José Miguel Moreno: “Tío, me voy de vacaciones, prepárame pasta”.
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