En 1925, 'Los caballeros las prefieren rubias' de Anita Loos se rio de la sexualidad de su tiempo.
De libro de culto pasó a musical de Broadway y comedia de Hollywood.
Cuando el editor H.L. Mencken leyó el original de Los caballeros las prefieren rubias de Anita Loos exclamó:” ¿Se da cuenta que es el primer escritor norteamericano que se ríe de la sexualidad?”
. Si al tabú del sexo añadimos el del dinero, el otro componente del relato satírico, el cocktail resultante no podía ser más llamativo- e indigesto- para su época. Bajo el título original de Gentlemen Prefer Blondes: The intímate Diary of a Professional Lady -había aparecido previamente en forma de serial en la revista Harper’s Bazaar- la novela, un texto de apenas 160 páginas en forma de diario, veía su primera edición en 1925, el mismo año de publicación de El gran Gatsby.
El libro acabará convirtiéndose en uno de los mayores best-sellers de la década, traducido a múltiples idiomas y referencia obligada de la literatura de la llamada Era del Jazz.
Sobre el origen de la novela, la propia autora comentará una anécdota sucedida en un viaje en tren con destino a Los Ángeles cuando ve como todos los caballeros del vagón, entre ellos el actor Douglas Fairbanks, se desviven por ayudar a una señorita de cabellos rubios la hora de descender con su equipaje del tren mientras ella tiene que cargar con el suyo sin la ayuda generosa de ningún miembro del sexo opuesto.
La escritora ante la “afrenta” dedujo que los caballeros sin duda las prefieren rubias aunque sean teñidas frente a las morenas naturales - y de pequeño tamaño- como ella.
Sin embargo, en su libro de memorias, Adiós a Hollywood con un beso, la propia Loos escribe como origen de la novela la aventura amorosa que el periodista y editor H.L. Mencken sostenía en aquellos momentos con una descerebrada rubia, una relación que la impulsó a escribir un relato satírico para burlarse del noviazgo.
Guionista en Hollywood, Loos realiza sus primeras armas en la profesión en el periodo del cine mudo para después continuar escribiendo con la llegada del sonoro
. Títulos como La pelirroja (Jack Conway, 1932) que cimenta la figura de Jean Harlow como estrella y sex-symbol, San Francisco (W.S. Van Dyke, 1936) que reúne por primera-y última vez- el musical y el filme de catástrofe o Mujeres, la corrosiva comedia femenina dirigida por George Cukor revalidan su fama como guionista. Loos con su característico humor dirá a propósito de este periodo de su vida. “Gracias a la adaptación de Macbeth al cine pude ver mi nombre a continuación del de William Shakespeare”.
La figura de Anita Loos recorre casi todo el siglo XX como uno de los observadores más mordaces en esa gran feria de vanidades llamada la meca del cine y sus protagonistas o visitantes ocasionales. Loos forma parte de ese club de Hollywood y alrededores donde entran y salen el matrimonio F.Scott y Zelda Fitzgerald-algunas de las anécdotas más divertidas y trágicas de sus recuerdos tienen como protagonista a la pareja-, Aldous Huxley, Charles Chaplin, D.W.Griffith, Paulette Goddard o el fotógrafo Cecil Beaton que colabora a patentar el glamur de estrellas como Greta Garbo o Marlene Dietrich.
Ese nuevo edén californiano donde recalan escritores como Dashiell Hammet, Lillian Hellman o Dorothy Parker, la otra pluma cargada de tinta cáustica que compite con Loos en humor e inteligencia.
Escrita en forma de diario muchas décadas antes que Bridget Jones pusiera en circulación el suyo, Los caballeros las prefieren rubias acabará por convertirse en libro de culto, un clásico y referencia inevitable entre la literatura popular producida en el siglo XX; sus protagonistas, Lorelei y Dorothy, una suerte de heroínas prefeministas dispuestas a luchar sin desmayo por sus sueños y deseos en un mundo controlado por los hombres.
Con humor Loos pasa con elegancia sobre temas “prohibidos” como la prostitución y otras referencias asociadas a sus heroínas.
“La trama de Los caballeros las prefieren rubias es tan sombría como una novela de Dostoievski” dirá con su habitual ironía la escritora
. La “materialista” Lorei y la más apasionada Dorothy se erigen en la representación de dos robustos modelos de mujer que escapan de los estereotipos femeninos haciendo uso del humor y la fantasía como armas de combate
. Una filosofía que se resume en una consigna: frente al declive de la pasión amorosa, los diamantes siempre serán los mejores amigos de una chica y su lealtad, eterna.
La novela conoce una primera adaptación cinematográfica en 1927- hoy desaparecida- protagonizada por una joven actriz llamada Ruth Taylor que según cuenta Loos en sus memorias se tomó tan en serio su papel que apenas hubo terminado la película se casó con un millonario y no volvió a trabajar en su vida.
Como prueba de su vigor literario, la novela y sus dos protagonistas acaban debutando con éxito en Broadway en forma de comedia musical. Broadway vive un renacimiento escénico con obras como South Pacific del dúo Rodgers & Hammerstein, Kiss Me, Kate de Cole Porter o Lost in The Stars con música ni más ni menos de Kurt Weill
. Las canciones de Jule Styne y Leo Robin, entre ellas, “Diamonds Are a Girl’s Best Friends” ponen definitivamente cara y ojos al texto literario convirtiéndose en clásicos del cancionero del siglo XX.
Solo cuatro años después de su estreno en Broadway la pantalla reescribía la historia de las dos heroínas y su cruzada “haz el amor y de paso una buena colección de diamantes” a partir del musical. Para el papel de Lorelei la escogida es Marilyn Monroe -el otro papel es para Jane Russell- que contra viento y marea consigue salir airosa de la prueba convertida en estrella de la Fox.
Los consejos de Howard Hawks, el director de la versión cinematográfica, al productor Darryl Zanuck “ella es un personaje de dibujos animados y tú intentas hacer de ella la protagonista de films realistas” darán su fruto y Marilyn es elegida para interpretar el papel.
Una versión en vivo de la Betty Boop. Marilyn codifica el icono de la blonde dumb que directores como Billy Wilder y Joshua Logan llevaran a un grado máximo de ironía y estilización. El rubio oxigenado de la estrella gracias a la pantalla llena a partir de ahora los sueños de los espectadores de las salas de cine de todo el mundo.
Aunque el guion cinematográfico de Los caballeros los prefieren rubias a cargo del guionista Charles Lederer pasaba de puntillas sobre la novela, la escritora reconocerá su deuda con el adaptador.
“Mis amigos me aconsejaron que no la viera, pero tengo que decir que Lederer ha realizado una perfecta transición, una de esas versiones con las que toda novelista sueña y en el que el adaptador sabe traducir y proyectar el espíritu y el aroma de la novela original” dirá Loos.
Desgraciadamente Anita Loos murió en 1981 y no llego a conocer la canción “Material Girl” interpretada por Madonna donde el espíritu de su heroína Lorelei volvía a brillar en medio de la década de los ochenta, de la opulencia y de los brókers despiadados. Los caballeros las prefieren rubias tendrá su continuación en la novela Pero se casan con las morenas.
Preguntada poco antes de morir la escritora sobre los títulos de sus novelas, Loos admitía con resignación que “ahora los caballeros los prefieren- y se casan- con los caballeros”.
Los caballeros las prefieren rubias. Pero se casan con las morenas. Anita Loos. Rara Avis. Alba Editorial.2014.
Marilyn Monroe- Diamonds are a girl's best friend
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Moulin rouge Diamonds are a girl's best friend
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