La hermana de la reina Isabel II rechazó la droga que le había ofrecido Jack Nicholson. Pero no sabemos cuando fue si la 1ª vez o la milesima vez.
La Princesa Margarita era excesiva en todo, debe ser de familia porque bebía mucho , así con esos vesteditos tono pastel que les gusta tanto a la Realeza Inglesa, cursis floripondios aparencia de señoras de té con pastas y luego hacían lo que les daba la gana porque en la vida real todos hacen lo que les da la gana.
Nuestra querida Preysler y admirada por sus cremas con un Nobel arrugado se fue este verano a la Isla Mustique dicen, un viaje superselecto, no sé que hacía ella ahí porque aparte de andar con hombres con carisma no se le conoce otro menester.
Pues en esa Isla veraneaba hibernaba o se pasaba la vida allí con apuestos y jóvenes mancebos la Princesa Margarita y dicen que las juergas eran la biblia en pasta.
No sé si habían otras mujeres aparte de las que llevaban la casa, limpiaban, hacían la comida . Ella pagaba todo así que podía ser exclusiva y este año después de muchos que la Princesa murió fue la perla de Manila o de la perla China, debió pensar voy ahora y no fue con Boyer ni con Marqués de Griñón ni con Julio Iglesias que me pega más para esas ocasiones y no un señor de 80 años , claro este le dará todos los caprichos.
Seductor empedernido, el actor cometió el traspié de llamar aparte a la hermana pequeña de la reina Isabel II y ofrecerle cocaína "para conocernos mejor", con el resultado de que ella le dejó plantado y dedicó el resto de la velada a bailar y beber junto al entonces emergente John Travolta.
Jejejeje de Nicholson a Travolta y tiro porque me toca.
La anécdota se desvela en una biografía que acaba de publicarse sobre la agente del estrellato hollywoodense Sue Mengers, anfitriona de aquel evento de 1979 al que un Nicholson de 42 años acudió con su entonces pareja, la actriz Anjelica Houston. Margarita, considerada a la sazón el miembro más rebelde de la casa real británica y recién divorciada del fotógrafo Tony Armstrong-Jones, lo pasó bien en aquel festejo en el que participó la crema de la industria, incluidos Sean Connery y Robin Williams. No se dio por enterada de los avances de Nicholson y privilegió, en su lugar, la compañía de otro actor más joven que dos años antes había causado furor como protagonista de la película Fiebre del Sábado Noche. Ambos disfrutaron de la pista de baile hasta que la real invitada se despidió pasada la medianoche.Lo dicho le gustaban jovencitos.
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