Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

19 ago 2015

Famosas, cirugía y arrepentimiento: 12 casos ilustrados

El paso por el quirófano no siempre es sinónimo de rejuvenecimiento. 
 Donatella Versace, Jessica Simpson o Cher lo saben, hoy se arrepienten y no dudan en confesarlo.

El quirófano no es siempre la solución.
De hecho, a veces es el problema.
 Ante un complejo físico, no siempre se debe actuar bisturí mediante.
El doctor César Casado, especialista en Cirugía Plástica del Hospital Universitario de La Paz, responsable del área de Cirugía Estética y Reparadora de la Clínica IO de Madrid y experto en cirugías secundarias (en arreglar destrozos de otros, para que se entienda bien), resuelve nuestras dudas con respecto a este tema.
 Nos cuenta que en su consulta arregla, sobre todo, desastres mamarios.
 Y por su experiencia, advierte: "Es preciso informarse adecuadamente de la titulación del cirujano plástico que va a intervenir al paciente y asegurarse que las cirugías van a realizarse en centros hospitalarios con las medidas de seguridad oportunas.
 En España, donde hay poco más de 1.200 cirujanos plásticos, se estima que hay cerca de 10.000 personas realizando procedimientos para los que no están formados ni titulados".
 Y añade: "Para evitar disgustos, hay que desconfiar de los centros donde se realizan intervenciones relevantes fuera del ámbito hospitalario y se prometen resultados inmediatos a bajo coste".
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Y como este es un problema que no se circunscribe sólo a las que buscan el low cost, he aquí ejemplos venidos del mismísimo Hollywood, donde los médicos también se equivocan.
El quirófano no es siempre la solución.
De hecho, a veces es el problema. Ante un complejo físico, no siempre se debe actuar bisturí mediante.
Jane Fonda, gajes del oficio A pesar de tener claro que el quirófano es parte del plan de belleza cuando vives de tu imagen, la actriz no siempre ha quedado conforme con el trabajo de los cirujanos. "Me aumenté el pecho porque pensé que me daría autoconfianza, y así fue durante un tiempo. Después, mi marido me dijo que odiaba las prótesis y yo empecé a odiarlas también", explica. Por eso se las quitó. Una operación más a las que sumar un lifting, una blefaroplastia, una lipo de barbilla, que se sepa..
Nicole Kidman, ¡por fin! Después de negar la evidencia durante años y a punto de hacerse cosquillas en las orejas con las pestañas, Kidman reconoció haber estado enganchada al botox.
Por lo visto, a ella tampoco le gustaba y ha prometido no volver a hacerlo. ¡Por fin puedo mover la frente!, bromeaba.
Victoria Beckham, a favor de lo elegante Después de saltar a la fama como una de las Spice Girls, repito: de las Spice Girls, Victoria Beckham supo reconducir su camino y ahora, no sólo no lleva la estética de popstar sino que es considerada icono de estilo.
 Tanto es así que se ahora luce un pecho natural pero bien colocado, gracias a un lifting pectoral que se hizo tras retirar las prótesis.
Cameron Diaz, no más botox Admite que se pinchó un poco de botox y se vio tan rara que no le gustó nada.
Según ha declarado, prefiere notar cómo envejece su piel antes de que su cara cambie hasta el punto de no reconocerse en ella.
Jamie Lee Curtis... Total, ¿para qué? Siempre cuenta que el paso por el quirófano fue una auténtica pesadilla.
Dejando de lado los dolores y molestias del postoperatorio, que no imaginaba tan terribles, el resultado no le compensó.
 "Nadie te cuenta que si aspiras grasa de una zona, sale por otra", reclama con su sentido del humor intacto. Para ella, la cirugía estética es absolutamente prescindible. "No funciona, así de simple.
Me hice una pequeña liposucción, me pinché un poquito de botox... y nada", protesta. Y añade: "¿Conoces a una sola persona a quien la cirugía estética no la haya dejado un aspecto raro?"

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