Isabel Preysler, la coleccionista de hombres

La noticia del verano en el mundo del corazón se destapó cuando la socialité Isabel Preysler y el Premio Nobel peruano, Mario Vargas Llosa, anunciaron su amor desde las páginas de una prestigiosa revista de la prensa rosa.

Tan sólo los más informados sabían quién era el nuevo amor de Isabel Preysler. La mujer mejor relacionada de España había anunciado que, después de unos años realmente duros, su vida había vuelto a la normalidad y todos querían conocer el nombre del galán que había operado ese cambio en la doliente viuda de Miguel Boyer. Cuando a mediados de junio, la revista Hola anunció su relación con el escritor Mario Vargas Llosa, al que conocía desde hacía 30 años, la historia empezó a rodar y ya no había quién la parara.
Sumidos en la incredulidad y el dolor, la ex mujer del premio nobel, Patricia y sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, comenzaron a contar que apenas unos días antes habían celebrado sus bodas de oro como matrimonio y que sólo después su padre, Mario Vargas Llosa, había anunciado a la familia que quería separarse.
Gonzalo, segundo hijo de Vargas Llosa, en declaraciones a ABC, lamentaba profundamente ese exhibicionismo innecesario de su padre copando las portadas de las revistas del corazón. Sobre todo tratándose de una relación nacida de una infidelidad y que había causado mucho daño a sus hijos y a su exmujer.

Por lo menos al principio, reclamaba Gonzalo, podría haberse manejado el asunto con cierta discreción, tacto y sensibilidad humana. Aunque creía que en este caso habían sido los fuertes intereses económicos los que habían prevalecido y esto último explicaría las portadas, semana tras semana.
Con este panorama el Premio Nobel de literatura se enfrenta a un divorcio con pinta de polémico y millonario, puesto que, además de poseer varias lujosas casas, están en juego los derechos de autor de sus numerosas obras literarias del escritor. Entretanto, las revistas nos muestran a Isabel y Mario como la imagen de la felicidad, una pareja enamorada que baila, pasea, cena…. Una historia de amor y de segundas oportunidades que la prensa rosa nos ofrece cada semana.
Hemos preguntado a 1.000 ciudadanos, mayores de 16 años, qué opinión les merece el nuevo noviazgo de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Vaya por delante que no salen muy bien parados.
Existe un razonable 14’1 % de encuestados a los que les parece genial porque se les ve muy enamorados, aunque también hay un 12’8 % que se sienten defraudados por cómo ha actuado el escritor.
En todo caso, una mayoría abrumadora de los ciudadanos, un enorme 64’4 % del total, ve todo este noviazgo como otra pieza más que añadir a la colección de la Preysler, después de Julio Iglesias, el Marqués de Griñón y Miguel Boyer.