Elettra Wiedemann, hija de Isabella Rossellini y nieta de Ingrid Bergman, compagina la moda con las lecciones sobre alimentación.
La vi y sí me gustó, pero no es que sienta nada especial por la cinta”, responde delicadamente, pero con desgana.
Pese a las constantes comparaciones Elettra no tiene miedo al fracaso.
Y parece que esta filosofía la ha llevado lejos.
Ha sido imagen y portavoz de Lancôme, posado para Karl Lagerfeld y su rostro ha protagonizado páginas en revistas como Vogue y Elle. “Creo en que hay que coger las oportunidades cuando se presentan. Si me va bien, genial. Si no, aprendí de la experiencia”.
Enfundada en un pantalón corto verde con matices dorados y una blusa blanca, Wiedemann sabe perfectamente hacia dónde mirar con sus ojos grandes y expresivos.
Sus piernas y brazos se mueven delicadamente para acentuar una pose. Se desenvuelve con seguridad. Pero no siempre fue así. Cuando tenía 12 años sufrió de escoliosis y tuvo que usar un corsé casi toda su adolescencia. “No me planteé nunca ser modelo. Pero no estaba segura de qué quería estudiar en la universidad. Así que llamé a mis padres y les dije que me tomaría un año. Ellos me contestaron que si no estudiaba, no me mantendrían. Comencé a buscar y surgió la oportunidad de ser modelo”, cuenta.
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