“Ver cómo el Gobierno socialista recorta el dinero destinado a la acción social o cómo neoconliberaliza
las leyes laborales rompe el corazón, pero ver cómo el Partido Popular
no apoya estas medidas, que parecen salidas de su seno, para así hacer
añicos la acción de la juventud da asco. Y así, entre la desolación y el
asco, el ciudadano se enfurece más contra estos personajes, la mayoría
de los cuales sospechamos que, si están en la vida pública, es porque no
valen lo suficiente para brillar en la empresa privada”.
Estas líneas sobre las dificultades del último Gobierno de Zapatero son de Ana María Moix y pertenecen a un artículo publicado en agosto de 2010 en Públic, cuaderno local en catalán del rotativo Público.
Moix publicó en esa edición un artículo semanal de junio de 2010 a febrero de 2012. Estos textos se han reunido ahora en un libro, El present perdut (Edicions 62).
Se le ocurrió a Rosa Sender, compañera de la escritora, reunir los artículos que Moix guardaba en una carpeta con otros recortes de diarios. Martí Farré ha hecho una excelente edición.
Ana María Moix (Barcelona, 1947-2014) colaboró en muchos diarios (EL PAÍS, El Periódico, La Vanguardia…), pero era la primera vez que lo hacía en catalán.
“Utiliza un catalán precioso, ni plano ni oficialista.
Es el que había aprendido en la calle Joaquim Costa” afirma la también escritora, periodista y amiga Maruja Torres.
Recuerda Pilar Beltrán, editora de Edicions 62, que, aunque Moix publicó toda su obra en castellano, conocía bien la escrita en catalán.
“Tradujo a Mercè Rodoreda y Maria Mercè Marçal y como editora, en Bruguera, publicó traducciones de Jordi Coca o Joan Barril”
. Muchos de los artículos de El present perdut coinciden en el tiempo y en el tema con Manifiesto personal (Ediciones B, 2011), último libro que Moix publicó en vida y en el que reflexiona, entre la decepción y la rabia, sobre la dramática situación surgida con la crisis y todos sus derivados.
El present perdut es aún mejor, porque no solo incluye textos indignados sobre los estragos de la crisis, la agonía del último Ejecutivo socialista, la del tripartito catalán de José Montilla o la crisis de valores, sino también sobre teatro, cine, literatura, fotografía, semblanzas de escritores…
Algunas piezas se atienen a la actualidad periodística y otras, no.
El conjunto da idea de la enorme capacidad y los múltiples intereses de la escritora, a la que Torres define como “una gran intelectual” y de la que destaca su “capacidad para analizar el mundo”.
Farré ha agrupado los artículos en dos apartados, para facilitar su lectura.
El primero incluye reflexiones de carácter social y político y el segundo, sobre el mundo de la cultura.
Los primeros son reconfortantes porque aciertan a plasmar esos sentimientos difusos de impotencia y rabia ante la debacle económica y política que se ha producido en España.
Votante socialista, Moix no ahorra críticas al PSOE ni al PSC, del que analiza su autodestrucción, y a ERC ni siquiera la mete en la lista de izquierdas
. El present perdut reúne, además, cuatro artículos de una de las facetas menos conocidas de la escritora: su pasión por el Barça.
Era una forofa y, además, entendía de fútbol.
Estas líneas sobre las dificultades del último Gobierno de Zapatero son de Ana María Moix y pertenecen a un artículo publicado en agosto de 2010 en Públic, cuaderno local en catalán del rotativo Público.
Moix publicó en esa edición un artículo semanal de junio de 2010 a febrero de 2012. Estos textos se han reunido ahora en un libro, El present perdut (Edicions 62).
Se le ocurrió a Rosa Sender, compañera de la escritora, reunir los artículos que Moix guardaba en una carpeta con otros recortes de diarios. Martí Farré ha hecho una excelente edición.
Ana María Moix (Barcelona, 1947-2014) colaboró en muchos diarios (EL PAÍS, El Periódico, La Vanguardia…), pero era la primera vez que lo hacía en catalán.
“Utiliza un catalán precioso, ni plano ni oficialista.
Es el que había aprendido en la calle Joaquim Costa” afirma la también escritora, periodista y amiga Maruja Torres.
Recuerda Pilar Beltrán, editora de Edicions 62, que, aunque Moix publicó toda su obra en castellano, conocía bien la escrita en catalán.
“Tradujo a Mercè Rodoreda y Maria Mercè Marçal y como editora, en Bruguera, publicó traducciones de Jordi Coca o Joan Barril”
. Muchos de los artículos de El present perdut coinciden en el tiempo y en el tema con Manifiesto personal (Ediciones B, 2011), último libro que Moix publicó en vida y en el que reflexiona, entre la decepción y la rabia, sobre la dramática situación surgida con la crisis y todos sus derivados.
El present perdut es aún mejor, porque no solo incluye textos indignados sobre los estragos de la crisis, la agonía del último Ejecutivo socialista, la del tripartito catalán de José Montilla o la crisis de valores, sino también sobre teatro, cine, literatura, fotografía, semblanzas de escritores…
Algunas piezas se atienen a la actualidad periodística y otras, no.
El conjunto da idea de la enorme capacidad y los múltiples intereses de la escritora, a la que Torres define como “una gran intelectual” y de la que destaca su “capacidad para analizar el mundo”.
Farré ha agrupado los artículos en dos apartados, para facilitar su lectura.
El primero incluye reflexiones de carácter social y político y el segundo, sobre el mundo de la cultura.
Los primeros son reconfortantes porque aciertan a plasmar esos sentimientos difusos de impotencia y rabia ante la debacle económica y política que se ha producido en España.
Votante socialista, Moix no ahorra críticas al PSOE ni al PSC, del que analiza su autodestrucción, y a ERC ni siquiera la mete en la lista de izquierdas
. El present perdut reúne, además, cuatro artículos de una de las facetas menos conocidas de la escritora: su pasión por el Barça.
Era una forofa y, además, entendía de fútbol.
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