La policía de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, donde el miércoles por la noche un hombre blanco mató
a tiros a nueve feligreses en una iglesia símbolo de la comunidad
afroamericana, ha calificado este jueves la matanza de "crimen de odio" y
ha difundido imágenes del sospechoso.
Las imágenes hechas públicas por la policía muestran a un joven, al que las autoridades calculan unos 21 años con el pelo corto, de constitución delgada, entrando en la iglesia vestido con una sudadera gris y un pantalón largo oscuro.
Una caza al hombre, para la que las autoridades han pedido la colaboración ciudadana, está en marcha este jueves en Charleston.
El FBI y la policía local han identificado al sospechoso como Dylann Roof, de 21 años, de la zona de Columbia, a las afueras de Charleston.
La agencia Reuters afirma que un tío de Roof lo ha identificado en las fotos de la policía como su sobrino. "Cuanto más la miro, más convencido estoy de que es él (Roof)", afirmó Carson Crowles
. El tío dijo a la agencia que la policía se encuentra este jueves por la mañana en casa de la madre de Roof.
Ocho de las víctimas murieron en el interior de la iglesia y una novena falleció mientras era trasladada.
En la ficha distribuida en los medios de comunicación y las redes sociales, la policía ha explicado que el joven abrió fuego en el interior del templo y luego se dio a la fuga en turismo de color negro, del que también ha difundido tres fotos para pedir la colaboración ciudadana.
Los hechos se produjeron a las nueve de la noche locales del miércoles (tres de la madrugada en España y ocho de la tarde en México).
En rueda de prensa, el jefe de la policía local, Greg Mullen, ha explicado que las víctimas eran tres hombres y seis mujeres.
Entre las víctimas está el reverendo Clementa Pinckney, de 41 años, pastor de la iglesia y senador demócrata en el Legislativo de Carolina del Sur. Pinckney era un reconocido líder de la comunidad negra en el estado y dirigía una de las iglesias negras más antiguas de EE UU, que data de los tiempos de la esclavitud.
Mullen ha confirmado que el joven que ha realizado los disparos, al que ha calificado de "extremadamente peligroso" se ha dado a la fuga y ha dicho que todavía se encontraría por la zona. Las fuerzas policiales han empezado una auténtica caza al hombre.
Durante su comparecencia, el jefe de la policía ha dicho que el agresor estuvo sentado entre los feligreses, durante una sesión de estudio de la Biblia, una hora antes de comenzar a disparar.
Coches y helicópteros de policía rastrean la ciudad en busca del sospechoso.
Se trata del tiroteo con más muertos en Estados Unidos desde el registrado en septiembre de 2013 en unas instalaciones en la Marina en Washington.
Por su parte, el alcalde de Charleston, Joe Riley, ha descrito el suceso como "una tragedia indescriptible", al tiempo que ha prometido "detener a esta mala persona y llevarla ante la justicia lo antes posible".
Tras el suceso, grupos de personas negras se agruparon en los alrededores de la iglesia en círculos con las manos cogidas.
“Creíamos que los asuntos raciales estaban superados”, dijo uno de ellos a un periodista del diario The Post and Courier.
La exprimera dama Hillary Clinton, que estuvo en Charleston durante la jornada del miércoles como parte de su campaña a la Presidencia, ha expresado sus condolencias por el suceso, mientras que el candidato republicano Jeb Bush ha cancelado un acto de campaña previsto para este jueves en Carolina del Sur.
Charleston no escapa de las tensiones raciales que sacuden otras partes de Estados Unidos.
La tensión se evidenció a principios de abril tras la muerte de Walter Scott, un hombre negro de 50 años que iba desarmado, por el impacto de ocho disparos de un policía blanco.
El suceso tuvo lugar en plena luz del día en una zona ajardinada en la parte norte de Charleston.
Se conoció tras la difusión de un vídeo de un transeúnte, derivó en la imputación del agente y en protestas callejeras de la comunidad negra, que denunció un patrón discriminación racial de la policía.
Las quejas en North Charleston fueron parecidas a las escuchadas en el último año en EE UU.
Fue el último estallido de indignación tras los casos de muertes de negros desarmados a manos de la policía, como los registrados anteriormente en Ferguson (Misuri) y Staten Island (Nueva York).
Charleston es una ciudad de 127.000 habitantes.
El 67% de la población del condado es blanca y el 29% es negra, según datos del Censo federal. Como buena parte del sur de Estados Unidos, Carolina del Sur tiene una reprobable historia de discriminación racial.
El Estado mantuvo la esclavitud de los negros hasta bien entrado el siglo XIX.
Y la población negra sufrió algún tipo de marginalización hasta el fin oficial de la segregación racial hace medio siglo.
Las imágenes hechas públicas por la policía muestran a un joven, al que las autoridades calculan unos 21 años con el pelo corto, de constitución delgada, entrando en la iglesia vestido con una sudadera gris y un pantalón largo oscuro.
Una caza al hombre, para la que las autoridades han pedido la colaboración ciudadana, está en marcha este jueves en Charleston.
El FBI y la policía local han identificado al sospechoso como Dylann Roof, de 21 años, de la zona de Columbia, a las afueras de Charleston.
La agencia Reuters afirma que un tío de Roof lo ha identificado en las fotos de la policía como su sobrino. "Cuanto más la miro, más convencido estoy de que es él (Roof)", afirmó Carson Crowles
. El tío dijo a la agencia que la policía se encuentra este jueves por la mañana en casa de la madre de Roof.
Ocho de las víctimas murieron en el interior de la iglesia y una novena falleció mientras era trasladada.
En la ficha distribuida en los medios de comunicación y las redes sociales, la policía ha explicado que el joven abrió fuego en el interior del templo y luego se dio a la fuga en turismo de color negro, del que también ha difundido tres fotos para pedir la colaboración ciudadana.
Los hechos se produjeron a las nueve de la noche locales del miércoles (tres de la madrugada en España y ocho de la tarde en México).
En rueda de prensa, el jefe de la policía local, Greg Mullen, ha explicado que las víctimas eran tres hombres y seis mujeres.
Entre las víctimas está el reverendo Clementa Pinckney, de 41 años, pastor de la iglesia y senador demócrata en el Legislativo de Carolina del Sur. Pinckney era un reconocido líder de la comunidad negra en el estado y dirigía una de las iglesias negras más antiguas de EE UU, que data de los tiempos de la esclavitud.
Mullen ha confirmado que el joven que ha realizado los disparos, al que ha calificado de "extremadamente peligroso" se ha dado a la fuga y ha dicho que todavía se encontraría por la zona. Las fuerzas policiales han empezado una auténtica caza al hombre.
Durante su comparecencia, el jefe de la policía ha dicho que el agresor estuvo sentado entre los feligreses, durante una sesión de estudio de la Biblia, una hora antes de comenzar a disparar.
Coches y helicópteros de policía rastrean la ciudad en busca del sospechoso.
Se trata del tiroteo con más muertos en Estados Unidos desde el registrado en septiembre de 2013 en unas instalaciones en la Marina en Washington.
Por su parte, el alcalde de Charleston, Joe Riley, ha descrito el suceso como "una tragedia indescriptible", al tiempo que ha prometido "detener a esta mala persona y llevarla ante la justicia lo antes posible".
Tras el suceso, grupos de personas negras se agruparon en los alrededores de la iglesia en círculos con las manos cogidas.
“Creíamos que los asuntos raciales estaban superados”, dijo uno de ellos a un periodista del diario The Post and Courier.
La exprimera dama Hillary Clinton, que estuvo en Charleston durante la jornada del miércoles como parte de su campaña a la Presidencia, ha expresado sus condolencias por el suceso, mientras que el candidato republicano Jeb Bush ha cancelado un acto de campaña previsto para este jueves en Carolina del Sur.
Charleston no escapa de las tensiones raciales que sacuden otras partes de Estados Unidos.
La tensión se evidenció a principios de abril tras la muerte de Walter Scott, un hombre negro de 50 años que iba desarmado, por el impacto de ocho disparos de un policía blanco.
El suceso tuvo lugar en plena luz del día en una zona ajardinada en la parte norte de Charleston.
Se conoció tras la difusión de un vídeo de un transeúnte, derivó en la imputación del agente y en protestas callejeras de la comunidad negra, que denunció un patrón discriminación racial de la policía.
Las quejas en North Charleston fueron parecidas a las escuchadas en el último año en EE UU.
Fue el último estallido de indignación tras los casos de muertes de negros desarmados a manos de la policía, como los registrados anteriormente en Ferguson (Misuri) y Staten Island (Nueva York).
Charleston es una ciudad de 127.000 habitantes.
El 67% de la población del condado es blanca y el 29% es negra, según datos del Censo federal. Como buena parte del sur de Estados Unidos, Carolina del Sur tiene una reprobable historia de discriminación racial.
El Estado mantuvo la esclavitud de los negros hasta bien entrado el siglo XIX.
Y la población negra sufrió algún tipo de marginalización hasta el fin oficial de la segregación racial hace medio siglo.
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