Los líderes de la UE no acuden al evento en protesta por el conflicto de Ucrania.
El líder de Rusia, Vladímir Putin,
advirtió que los “intentos de crear un mundo monopolar” y el creciente
peso de la ideología de los bloques militares minan “la estabilidad del
desarrollo mundial”. En la Plaza Roja, Putin, como presidente y
comandante en jefe de las fuerzas armadas, presidió el desfile militar
dedicado al 70 aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial,
el mayor despliegue de poderío bélico organizado por Rusia en una
conmemoración semejante.
El evento fue boicoteado por los dirigentes de EE UU y la Unión Europea como muestra de protesta por la política del Kremlin en Ucrania y la anexión de Crimea en 2014.
Ante los reunidos, Putin exhortó a la “tarea común” de “elaborar un sistema de igual seguridad para todos los Estados”, construido sobre bases regionales y globales e independiente de los bloques. “Solo así garantizaremos la paz y la tranquilidad en el planeta”, añadió el líder, que de forma reiterada ha acusado a EE UU y a la OTAN de intentar crear un cinturón hostil en torno a Rusia.
En la última década, dijo Putin en la plaza Roja, “comenzaron a ignorarse con frecuencia creciente los principios básicos de la colaboración internacional”, que se establecieron tras la segunda guerra mundial.
Frente al jefe del Estado desfilaron cerca de 16.000 uniformados, parte de los cuales iban vestidos con uniformes de época, y también los mejores y más modernos armamentos con los que ha sido dotado el Ejército ruso, como el tanque T-14 Armata y los misiles balísticos RS-24 Yars, que pueden ser portadores de tres cabezas nucleares. Más de 140 aviones cruzaron el cielo despejado del centro de Moscú.
Por segundo año consecutivo, en el desfile participaban unidades militares de la anexionada península de Crimea.
Además de los 16.000 uniformados, también han desfilado ciudadanos que portaban una fotografía de algún familiar que combatió en la Segunda Guerra Mundial. Entre la multitud ha marchado Putin, con la imagen de su padre vestido de marinero.
Junto a las murallas del Kremlin, Putin presenció la demostración de potencia militar entre el líder chino Xi Jinping y el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev.
Entre la treintena de dirigentes internacionales asistentes estaban el líder indio Pranab Juerjee, el cubano Raúl Castro, y el secretario de la ONU Ban Ki-moon.
Los países de la Unión Europea y esta organización en si misma estuvieron representados por sus embajadores.
Algunos, como el presidente de la República Checa, encontraron una solución de compromiso consistente en asistir a la ofrenda floral ante la tumba del soldado desconocido, en los jardines de Alejandro, junto al Kremlin, tras haber evitado el desfile
. Esta es justamente la fórmula que adoptará la canciller alemana Angela Merkel, el domingo 10 de mayo, cuando visite oficialmente Moscú.
Desde el punto de vista formal, Putin ignoró la ausencia de los aliados de la Unión Soviética contra la Alemania nazi y, en su alocución, recordó a los “aliados de la coalición contra Hitler”.
El líder dijo estar “agradecido a los pueblos de Gran Bretaña y Francia, de los Estados Unidos de América por su contribución a la victoria” y también a los “antifascistas de diferentes países, que con espíritu de sacrificio lucharon en las unidades de partisanos y en la clandestinidad, incluido en la misma Alemania”.
Esta fue la única vez que Putin pronunció la palabra “Alemania”, aunque se refirió varias veces al “nacismo” como ideología. “Ahora, 70 años después, la historia de nuevo desafía a nuestra racionalidad y nuestra vigilancia.
No debemos olvidar que las ideas de superioridad y discriminación racial originaron la guerra más sangrienta, en la que se vio involucrada casi el 80% de la población de la tierra”.
La URSS “recibió los golpes más crueles del enemigo” y en su territorio se concentró toda la capacidad bélica de los nazis y tuvieron lugar las batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial, dijo. “Dondequiera que vivan hoy los veteranos de la Gran Guerra Patria, deben saber, que aquí en Rusia, rendimos tributo a su firmeza, valor y fidelidad a la hermandad en el frente”, dijo recordando a los combatientes antifascistas que quedaron divididos por la desintegración de la URSS en 1991. Más de 28 millones de ciudadanos soviéticos perecieron en la Gran Guerra Patria, la denominación rusa del periodo que va desde el 22 de junio de 1941, fecha de la invasión nazi, hasta la victoria en mayo de 1945.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shaigú, pasó revista a las unidades militares participantes el desfile, que contó también con contingentes de Armenia, Azerbaiyán, Kazajistán, Serbia y otros países aliados de Moscú como Bielorrusia
. Representantes de las fuerzas Armadas de China participaron también por primera vez en un desfile militar dedicado a la victoria contra el nazismo en la plaza Roja. China, como la URSS, perdió a millones de personas en esta guerra y por ese país pasó el principal frente de la lucha contra el militarismo en Asia, afirmó Putin.
El presidente ha aceptado una invitación de Jinping para conmemorar en septiembre en Pekín el 70 aniversario del fin de la guerra en Asia.
El evento fue boicoteado por los dirigentes de EE UU y la Unión Europea como muestra de protesta por la política del Kremlin en Ucrania y la anexión de Crimea en 2014.
Ante los reunidos, Putin exhortó a la “tarea común” de “elaborar un sistema de igual seguridad para todos los Estados”, construido sobre bases regionales y globales e independiente de los bloques. “Solo así garantizaremos la paz y la tranquilidad en el planeta”, añadió el líder, que de forma reiterada ha acusado a EE UU y a la OTAN de intentar crear un cinturón hostil en torno a Rusia.
En la última década, dijo Putin en la plaza Roja, “comenzaron a ignorarse con frecuencia creciente los principios básicos de la colaboración internacional”, que se establecieron tras la segunda guerra mundial.
Frente al jefe del Estado desfilaron cerca de 16.000 uniformados, parte de los cuales iban vestidos con uniformes de época, y también los mejores y más modernos armamentos con los que ha sido dotado el Ejército ruso, como el tanque T-14 Armata y los misiles balísticos RS-24 Yars, que pueden ser portadores de tres cabezas nucleares. Más de 140 aviones cruzaron el cielo despejado del centro de Moscú.
Por segundo año consecutivo, en el desfile participaban unidades militares de la anexionada península de Crimea.
Además de los 16.000 uniformados, también han desfilado ciudadanos que portaban una fotografía de algún familiar que combatió en la Segunda Guerra Mundial. Entre la multitud ha marchado Putin, con la imagen de su padre vestido de marinero.
Junto a las murallas del Kremlin, Putin presenció la demostración de potencia militar entre el líder chino Xi Jinping y el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev.
Entre la treintena de dirigentes internacionales asistentes estaban el líder indio Pranab Juerjee, el cubano Raúl Castro, y el secretario de la ONU Ban Ki-moon.
Los países de la Unión Europea y esta organización en si misma estuvieron representados por sus embajadores.
Algunos, como el presidente de la República Checa, encontraron una solución de compromiso consistente en asistir a la ofrenda floral ante la tumba del soldado desconocido, en los jardines de Alejandro, junto al Kremlin, tras haber evitado el desfile
. Esta es justamente la fórmula que adoptará la canciller alemana Angela Merkel, el domingo 10 de mayo, cuando visite oficialmente Moscú.
Desde el punto de vista formal, Putin ignoró la ausencia de los aliados de la Unión Soviética contra la Alemania nazi y, en su alocución, recordó a los “aliados de la coalición contra Hitler”.
El líder dijo estar “agradecido a los pueblos de Gran Bretaña y Francia, de los Estados Unidos de América por su contribución a la victoria” y también a los “antifascistas de diferentes países, que con espíritu de sacrificio lucharon en las unidades de partisanos y en la clandestinidad, incluido en la misma Alemania”.
Esta fue la única vez que Putin pronunció la palabra “Alemania”, aunque se refirió varias veces al “nacismo” como ideología. “Ahora, 70 años después, la historia de nuevo desafía a nuestra racionalidad y nuestra vigilancia.
No debemos olvidar que las ideas de superioridad y discriminación racial originaron la guerra más sangrienta, en la que se vio involucrada casi el 80% de la población de la tierra”.
La URSS “recibió los golpes más crueles del enemigo” y en su territorio se concentró toda la capacidad bélica de los nazis y tuvieron lugar las batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial, dijo. “Dondequiera que vivan hoy los veteranos de la Gran Guerra Patria, deben saber, que aquí en Rusia, rendimos tributo a su firmeza, valor y fidelidad a la hermandad en el frente”, dijo recordando a los combatientes antifascistas que quedaron divididos por la desintegración de la URSS en 1991. Más de 28 millones de ciudadanos soviéticos perecieron en la Gran Guerra Patria, la denominación rusa del periodo que va desde el 22 de junio de 1941, fecha de la invasión nazi, hasta la victoria en mayo de 1945.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shaigú, pasó revista a las unidades militares participantes el desfile, que contó también con contingentes de Armenia, Azerbaiyán, Kazajistán, Serbia y otros países aliados de Moscú como Bielorrusia
. Representantes de las fuerzas Armadas de China participaron también por primera vez en un desfile militar dedicado a la victoria contra el nazismo en la plaza Roja. China, como la URSS, perdió a millones de personas en esta guerra y por ese país pasó el principal frente de la lucha contra el militarismo en Asia, afirmó Putin.
El presidente ha aceptado una invitación de Jinping para conmemorar en septiembre en Pekín el 70 aniversario del fin de la guerra en Asia.
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