Por primera vez, posa con sus hijos para un reportaje fotográfico durante la realización del cual el hijo mayor, Manuel, tocó la guitarra, y la mediana, Alma, cantó.
Por las venas de ambos corre la sangre de Chiquetete
. Verlos y oírlos así de felices –también al pequeño Samuel, fruto de una relación posterior de Raquel con Semi– parece imposible después de que Raquel nos cuente con su voz decidida la tragedia de malos tratos que sufrió durante años a manos de Chiquetete y por la que este fue condenado en 2003.
“Si Carmen Gahona no hubiera estado en la vida de Chiquetete, él vería a mis hijos, los habría recuperado. Ella lo maneja a su antojo”
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