Cumplidos los 60, Kevin Costner es más que un actor. Productor y músico, compagina su faceta de empresario con la de padre de siete hijos.
El intérprete británico le aconsejó que si quería ser actor debía olvidarse del marketing para dedicarle todo su tiempo a la interpretación.
Costner (1955, California) le hizo caso a medias.
Lleva más de tres décadas en la gran pantalla, ha participado en medio centenar de películas y ha triunfado delante y detrás de la cámara, como director y productor, pero ha tenido también la habilidad de diversificar su carrera. Lidera un grupo de música country-rock, Kevin Costner & Modern West, en el que canta (regular) y toca la guitarra, es propietario además de una empresa dedicada a separar el agua del petróleo y gestiona un parque temático en Dakota del Sur que recrea la historia de los bisontes.
Es padre de siete hijos de tres madres distintas de edades comprendidas entre los 31 y 4 años.
Acaba de cumplir los 60, y en lo que va de año ha recibido dos premios por toda su trayectoria. El atractivo actor de ojos verdes, protagonista de Bailando con lobos (1990) o Robin Hood, príncipe de los ladrones (1991), se hace mayor.
Incluso en el cine.
Esta semana se estrena en España su nueva película, Lo mejor para ella, en la que hace de abuelo y, como no, de protagonista.
¿Cómo le sienta a un seductor de catálogo ponerse en el papel de abuelo? “¡Lo he interpretado de una manera muy seria y profesional!”, dice soltando una carcajada, al otro lado del teléfono, desde Estados Unidos
. La entrevista comienza mientras se despide del anterior periodista.
Se le escucha cansado y se expresa con frases no demasiado largas.
“No me asusta interpretar el papel de una persona mayor, e incluso el de alguien que tiene más años que yo.
Mi personaje tiene miedo de perder todo lo que tiene porque lo único que le queda después de perder a su mujer es su nieta y por ella luchará hasta el final”.
Esa encarnizada lucha por la custodia de la nieta se desarrolla contra una familia de raza negra, capitaneada por la oscarizada actriz Octavia Spencer, quien interpreta a la otra abuela de la pequeña. La tensión racial forma parte del argumento, como lo ha estado recientemente en las calles de Baltimore y el año pasado en las de Ferguson.
“Son muy reales los problemas que atraviesa esa familia y son los problemas de mucha gente en mi país
. Si la tensión racial salta ahora a los medios de comunicación por estos sucesos es porque eso nunca ha dejado de existir”.
Lo dice con firmeza, la misma con la aseguró en otra entrevista que “no es fácil ser negro en Estados Unidos”.
El tema le interesaba hasta el extremo de poner de su bolsillo unos ocho millones de euros porque ningún estudio quiso financiar el proyecto en el que él creía. “Eso solo hizo la película más interesante.
A veces no quieren invertir en lo que no son grandes producciones, pero confío en que tenga éxito”. El 30 de enero pasado se estrenó en EE UU y durante las 15 semanas que estuvo en cartel recaudó algo más de 19 millones de euros.
“Cuando veo que hay un problema trato de solucionarlo con mi dinero.
Lo he hecho ahora con esta película y lo hago con mi empresa, con la que tratamos de ayudar en los vertidos de petróleo y me siento orgulloso de poder hacerlo”, dice con convicción.
Su empresa se llama Water Planet Engineering, lleva trabajando en ella desde hace dos décadas y ha invertido millones de euros en desarrollar una maquinaria que separa el petróleo del agua.
Con ella ayudó a limpiar el vertido de crudo de 2010 en el Golfo de México. “Tengo a gente muy inteligente trabajando en ese negocio porque yo no sé cómo hacerlo.
Pero sí sé cómo apoyar a las personas y, de paso, perseguir mis sueños.
Si no soy lo suficientemente listo para hacerlo, busco a quien pueda”, declaraba en el número de febrero de la revista Zoomer, portada que se encargó de compartir en Instagram con sus –modestos– 7.400 seguidores.
Su hija mayor Annie trabaja en la empresa.
La siguiente, Lily, ha heredado su pasión por la música y la interpretación.
Pone voz y rostro a uno de los momentos más dramáticos de Lo mejor para ella. “En un principio iba a cantar otra persona, pero quería más dinero del que tenía
. Y al final resultó ser mejor”.
El actor, ganador de dos Oscar, dos Globo de Oro y un Emmy, y que siempre se ha negado a rodar una secuela de cualquiera de sus películas de éxito, también es propietario de Tatanka: The Story of the Bison, un parque temático en Dakota del Sur que inauguró en 2004 y en el que se recrea la historia de los bisontes al tiempo que se repasa la expansión del Oeste.
“Lo que me resulta más satisfactorio de su actuación en Lo mejor para ella es que no solo vemos al gran actor Kevin Costner, sino a un gran hombre.
Muestra su humanidad y su humildad”, ha dicho de él Niki Caro, quien le dirige en su próxima película: McFarland, USA en la que vuelve a compartir pantalla con la generación más joven. Y él encantado.
“En Lo mejor para ella pesaba mucho el papel de la pequeña Jilian Estell.
La primera vez que nos conocimos estaba un poco impresionada de saber que tenía que compartir protagonismo conmigo, pero mi trabajo consistía en que no estuviera nerviosa y que supiera que la iba a ayudar para que su trabajo fuera tan bueno como el mío”, recuerda.
¿Siente el olvido de la industria que denuncian las actrices veteranas?
“Las mujeres en Hollywood tienen mucha más presión y lo tienen más difícil
. Solo las mejores actrices consiguen seguir trabajando cuando se hacen mayores
. Como productor o director no me asusta poner a un actor mayor interpretando a alguien de su edad, le da veracidad y tiene más éxito”.
Y recuerda Open Range, película que dirigió en 2003 y en la que el papel interpretado por Annette Bening originariamente era para una actriz de unos 30 años, “me negué porque pensaba que era absurdo”.
Entre sus planes de futuro figura dirigir un western y terminar de escribir su novela The Explorers Guild, un relato de aventuras que tiene claro que acabará convertido en guion.
“Si una historia me gusta no me fijo si es para cine o para televisión, como con las mujeres, que no me fijo en si son ricas o pobres”, concluye.
Puede que esté cerca de la edad de jubilación, pero queda Kevin Costner para rato.
Aunque los niños que nacen en España ya no se llamen Kevin como antes.
Poco amigo de la política
E.B
Kevin Costner se registró como republicano cuando tenía 21 años.
Entre idas y venidas, ha apoyado tanto a los Bush como al demócrata Bill
Clinton.
¿Está preparado para tener una presidenta mujer? “Espero que
Estados Unidos lo esté.
Las mujeres tienen que dirigir las cosas, y
espero que pase.
El problema es que para un presidente es muy difícil
gobernar como quiere por culpa de toda la gente que tiene alrededor”,
dice el actor.
Él no quiere que sus reivindicaciones hagan más ruido que su
carrera, como les ha p
asado en ocasiones a otros colegas de Hollywood,
al estilo George Clooney o Angelina Jolie
. “Tengo mi voz y mis opiniones
sobre distintas cosas pero no me gusta estar involucrado con políticos,
y tener que pasarme el día saludando y haciéndome fotos con la gente”,
añade. Parece inevitable preguntarle por la recuperación de las
relaciones de EE UU con Cuba. Protagonizó Trece días (2000), la
película que revitalizó su carrera, donde daba vida a Kenneth
O’Donnell, fiel colaborador de John F. Kennedy, durante la crisis de los
misiles de 1962. “Solo he estado en Cuba en una ocasión, pero veo muy
bien la nueva situación
. En el mundo en el que vivimos siempre me alegro
de las noticias que implican que cada vez nos acerquemos más entre
nosotros”.
Solo ha viajado una vez a la isla y fue para presentar dicha
película y de paso saludar a Fidel Castro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario