Aunque existen versiones más ligeras y menos sacrificadas, la
tendencia de maquillaje que ha popularizado Kim Kardashian no siempre
consigue el efecto deseado.
Por qué el 'contouring' quizá no es para ti
Aunque existen versiones más ligeras y menos sacrificadas, la
tendencia de maquillaje que ha popularizado Kim Kardashian no siempre
consigue el efecto deseado.
Vaya, parece que el maquillaje alfombra roja no siempre consigue sus efectos deseados. No se salvan ni las celebrities
Ya nos engañaron con lo de las ondas surferas y el look
easy curly,
que parece que vas a salir de la ducha y listo
. Cuando, en realidad,
para que la melena quede sutilmente desaliñada como recién salida de la
playa hace falta antifrizz, spray de sal, planchas y altas dosis de
maña
. Y tiempo. Ahora le toca el turno al
contouring, esa
técnica de maquillaje que lima ópticamente las imperfecciones del rostro
mezclando un panaché de fondos e iluminadores.
No hay maquillador que
no ensalce sus virtudes y que no insista en lo facilísimo que es. Hagan
la prueba. Pongan ‘contouring’ en Google y tendrán
14.400.000 resultados.
El filósofo Arthur Schopenhauer, por poner un ejemplo, solo cuenta con 6.830.000 entradas..
Y esto, ¿cuánto se tarda en hacer?
Ante tamaña profusión de colorido una se plantea si esta técnica debe
confinarse a momentos BBC (bodas, bautizos y comuniones, a los que se
puede añadir algún sarao de postín), o, por el contrario, es fácil de
abordar un lunes por la mañana para ir a la oficina. “Tenemos que
diferenciar entre dos tipos de contouring.
El de Kardashian es un maquillaje de celebrity exagerado para que la piel se vea perfecta ante las cámaras
.
Para diario, o incluso, para una noche especial pero sin flashes, un
contorneado natural pero eficaz nos ocuparía solo diez minutos”, explica
Paco Jaén, maquillador de
Kiko Milano.
Ojo, esos diez minutos de contorneado empiezan a contar una vez se ha
completado la fase de fondo de maquillaje, corrector y sombras de ojos.
Que por lo general suele durar otros diez minutos para homogeneizar la
tez, camuflar rojeces, ojeras y granitos varios. Agnieszka Pazdzior,
jefa de formación de
Benefit España,
reduce bastante más el tiempo. “Si trabajamos el rostro con bases
líquidas tardaremos unos tres minutos. En cambio, con bases en polvo
puede estar listo en un minuto”
. Eso sí: mejor practicar con antelación.
Las prisas matutinas pueden jugar una mala pasada.
¿Esto de verdad queda natural?
Otra gran duda que nos asalta ante el milagro de Kardashian o
cómo parecer otra a manos de un buen maquillador es si tanto
contouring nos dejará demasiado ‘producidas’, poco naturales o con el temido gesto de estatuilla de Lladró. “Si aplicamos muchas capas, el maquillaje quedará muy cargado”, advierte Jaén. Su recomendación es
optar por productos en polvo
“que no enmascaran la piel. Para ir a la oficina mejor aplicar un suave
trazo de polvos oscuros con una brocha gruesa en la línea del óvalo
facial y algo de colorete suave.
Nada recargado y, sobre todo, rápido de
aplicar”.
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