Un Blues

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16 abr 2015

Más allá del protocolo: regalos que no son lo que parecen

    La colección de 'Juego de Tronos' que Pablo Iglesias le regaló al rey Felipe VI no es el primer presente que descoloca a un mandatario.

    El líder de Podemos, Pablo Iglesias, saluda al rey Felipe VI y le entrega la serie 'Juego de Tronos'
    El líder de Podemos, Pablo Iglesias, saluda al rey Felipe VI y le entrega la serie 'Juego de Tronos'. EFE
    "Me salto el protocolo para hacerle un regalo que creo que le va a gustar. Se aprende mucho de la crisis española".
     El presente es la serie Juego de Tronos.
      El regalado, el rey Felipe VI. Y el "atrevido" que se ha saltado las normas, Pablo Iglesias, el líder de Podemos, durante la primera visita del monarca a las instituciones europeas. "No la he visto", ha contestado el jefe del estado.
    Este tipo de situaciones (más o menos) incómodas, con presentes que no se atienen a las normas no escritas del protocolo entre mandatarios en determinadas citas institucionales, se producen con cierta asiduidad.
     Esta es una selección de esos inesperados regalos que cogen por sorpresa a los políticos.
    - El libro que Chávez le regaló a Obama para que comprendiera América Latina: las cumbres latinoamericanas tienden a recordarse por anécdotas.
     En la de 2009, celebrada en Puerto Rico, Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, espero a que Barack Obama se acercara a saludarle (en castellano) para regalarle un ejemplar de Las venas abiertas de América Latina, del escritor uruguayo Eduardo Galeano.
     El libro denuncia los abusos imperialistas en el subcontinente.
     El presidente estadounidense agradeció el regalo, sonrió antes las cámaras y volvió a su asiente. La obra solo necesitó unas semanas para volver a convertirse en un best seller.
    Obama recibe de Chávez 'Las venas abiertas de América Latina'. REUTERS
    - El perro de la Guerra Fría: Los líderes Nikita Khrushchev y John F. Kennedy mantenían una relación más o menos regular, aunque sus países estuvieran en disputa.
     No solo se comunicaban regularmente, además se hacían regalos, como explica la BBC
     . Uno de los más significativos fue la perrita Pushinka, cuya madre, Strelka, había sido uno de los primeros animales en ponerse en órbita.
     El animal se convirtió en un miembro más de la Casa Blanca.
    La perra Pushinka en los jardines de la Casa Blanca (junio de 1961). JFK Library (Knudsen, Robert L. (Robert LeRoy),)
    - Los botecitos que mantienen la diplomacia del panda: El zoo de México DF es el único en América Latina con ejemplares de osos pandas.
     La cooperación diplomática entre China y el país norteamericano va más allá de los acuerdos comerciales.
     El país asiático ha desarrollado en las últimas cuatro décadas una política para estrechar relaciones a través de la donación o alquiler de estos mamíferos o de muestras para su inseminación artificial.
    - Dos potencias, un neceser: En 2003, mandatarios internacionales enviaron sus presentes a George W. Bush por el aniversario de su presidencia en Estados Unidos
    . El Gobierno de Arabia Saudí le envió una pintura de un millón de dólares; Italia, una escultura valorada en 20.000 libras, y Tony Blair, primer ministro británico, un neceser (con enseres incluidos).
     El regalo era un guiño al primer encuentro que mantuvieron en el que concluyeron que lo único que tenían en común era la pasta de dientes, como recogió la BBC.
    - Los regalos no son siempre bienvenidos: Por lo menos Bush y Blair tenían algo en común: no le sucedió lo mismo con Gordon Brown, su siguiente homólogo británico.
     El primer ministro inglés rechazó una chaqueta de cuero que recibió durante su primer viaje a Estados Unidos.
     La prenda, valorada en unos 150 euros, superaba el precio establecido para este tipo de presentes según la normativa británica, explicó el diario The Telegraph.
    Unas normas que Blair no cumplió al aceptar regalos de un valor superior.
    - Cómo limar asperezas diplomáticas con coches: Richard Nixon encargó a General Motors un cadillac negro, de dos puertas, valorado en algo más de 10.000 euros, para su visita a Rusia en 1972
    . El presidente estadounidense entregó el coche a Leonid Brezhnev, secretario general del partido comunista soviético, en agradecimiento por la invitación a conocer su país.
     Lo que no trascendió fueron los regalos de los rusos, según publicó The Milwaukee Sentinel.
    - Cuando la sutileza no es requisito indispensable:
     El pasado febrero, el presidente ruso Vladimir Putin visitó Egipto y, por tanto, no solo llevó su equipaje habitual, también incluyó regalos para intercambiar con su par Abdel Fattah el-Sisi. Poco pudo disimular el líder egipcio cuando Putin abrió un estuche metálico y sacó un rifle de asalto AK-47.
     ¿El particular símbolo del acuerdo millonario de venta de armamento entre ambos países?


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