El abogado de la madre alega que padece un trastorno mental y pide ocho años de cárcel.
Casi un año después de la muerte de Isabel Carrasco,
presidenta de la Diputación de León, se conoce que la asesina confesa
justificó su acto como un "beneficio para la humanidad".
"La mala hierba debe cortarse. Tan solo he hecho justicia", aseguró Monserrat González a los psiquiatras que la evaluaron.
Su abogado la utiliza en su escrito de defensa esgrimiendo que padece un trastorno mental. Para ella, matar a Carrasco era la única solución.
González alega que le quitó la vida para evitar el sufrimiento de su hija Triana Martínez porque la presidenta de la Diputación la estaba acosando; según han confirmado fuentes jurídicas.
El abogado que defiende a las dos mujeres, el penalista José Ramón García García, ha rechazado hacer declaraciones a EL PAÍS.
Pero, en su escrito de defensa, presentado en el juzgado de Instrucción número 4 de León, solicita una pena de prisión de siete años y medio para la madre por un delito de asesinato, alegando la eximente completa de trastorno mental; y un año de prisión por tenencia ilícita de armas.ç Y para Triana Martínez pide la puesta en libertad.
Según el escrito de defensa, del que se hace eco la web Leonoticias.com, Montserrat González justificó el crimen de la expresidenta del PP de León en la persecución "laboral, personal y de hacienda" que ejercía Isabel Carrasco sobre su hija Triana Martínez. E, incluso, en ese texto, el abogado de ambas acusadas relata un caso de acoso sexual a la hija por parte de la presidenta de la Diputación.
"No había más remedio que eliminarla para poder vivir tranquilas", reconoció la asesina confesa a los médicos forenses.
Ese examen concluye, según el escrito de defensa, que siente "más resentimiento que arrepentimiento".
El escrito relata lo ocurrido aquel 12 de mayo a las 17.17 horas, cuando Monserrat Carrasco seguía a corta distancia a la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, que caminaba sola por la pasarela peatonal del Paseo de la Condesa.
La asesina confesa se acercó por detrás sin que la víctima se percatara de su presencia y, con la intención de matarla, le disparó y logró que cuatro balas impactasen en su cuerpo.
En este nuevo escrito presentado por la defensa de madre e hijas, además, exoneran a Raquel Gago, la policía local de 41 años imputada por el crimen.
Tras ocho meses recluida, a esta tercera implicada le concedieron la libertad provisional.
Ella entregó en comisaría el revolver Taurus que supuestamente empuñó María Montserrat González en el asesinato.
La acusación particular rechaza la tesis mantenida por la defensa, "que intenta que la madre asuma todas las culpas".
Según la abogada de la hija de Isabel Carrasco, las tres imputadas elaboraron un plan para asesinar a la presidenta de la Diputación. "¿Ahora exculpan a Raquel Gago? ¿Casi un año después del crimen? ¿Por qué no lo hicieron desde el primer momento?", pregunta la letrada.
"La mala hierba debe cortarse. Tan solo he hecho justicia", aseguró Monserrat González a los psiquiatras que la evaluaron.
Su abogado la utiliza en su escrito de defensa esgrimiendo que padece un trastorno mental. Para ella, matar a Carrasco era la única solución.
González alega que le quitó la vida para evitar el sufrimiento de su hija Triana Martínez porque la presidenta de la Diputación la estaba acosando; según han confirmado fuentes jurídicas.
El abogado que defiende a las dos mujeres, el penalista José Ramón García García, ha rechazado hacer declaraciones a EL PAÍS.
Pero, en su escrito de defensa, presentado en el juzgado de Instrucción número 4 de León, solicita una pena de prisión de siete años y medio para la madre por un delito de asesinato, alegando la eximente completa de trastorno mental; y un año de prisión por tenencia ilícita de armas.ç Y para Triana Martínez pide la puesta en libertad.
Según el escrito de defensa, del que se hace eco la web Leonoticias.com, Montserrat González justificó el crimen de la expresidenta del PP de León en la persecución "laboral, personal y de hacienda" que ejercía Isabel Carrasco sobre su hija Triana Martínez. E, incluso, en ese texto, el abogado de ambas acusadas relata un caso de acoso sexual a la hija por parte de la presidenta de la Diputación.
"No había más remedio que eliminarla para poder vivir tranquilas", reconoció la asesina confesa a los médicos forenses.
Ese examen concluye, según el escrito de defensa, que siente "más resentimiento que arrepentimiento".
El escrito relata lo ocurrido aquel 12 de mayo a las 17.17 horas, cuando Monserrat Carrasco seguía a corta distancia a la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, que caminaba sola por la pasarela peatonal del Paseo de la Condesa.
La asesina confesa se acercó por detrás sin que la víctima se percatara de su presencia y, con la intención de matarla, le disparó y logró que cuatro balas impactasen en su cuerpo.
En este nuevo escrito presentado por la defensa de madre e hijas, además, exoneran a Raquel Gago, la policía local de 41 años imputada por el crimen.
Tras ocho meses recluida, a esta tercera implicada le concedieron la libertad provisional.
Ella entregó en comisaría el revolver Taurus que supuestamente empuñó María Montserrat González en el asesinato.
La acusación particular rechaza la tesis mantenida por la defensa, "que intenta que la madre asuma todas las culpas".
Según la abogada de la hija de Isabel Carrasco, las tres imputadas elaboraron un plan para asesinar a la presidenta de la Diputación. "¿Ahora exculpan a Raquel Gago? ¿Casi un año después del crimen? ¿Por qué no lo hicieron desde el primer momento?", pregunta la letrada.
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