El director y el actor repiten por tercera vez en el ‘thriller’ ‘Una noche para sobrevivir’.
Liam Neeson
(Ballymena, Irlanda del Norte, 1952) mira a Jaume Collet-Serra
(Barcelona, 1974) e intenta recordar su primera cita en un restaurante
de Manhattan
: “Era en el Upper West Side. Era un café”. “Sí, de un amigo tuyo”, responde el director. “Sí, del dueño del restaurante Balthazar”, concreta Neeson. ¿Y cómo fue aquel primer contacto? “Hablamos de muchas cosas, y muy pocas del proyecto, Sin identidad”, prosigue el norirlandés
. “Yo estaba nervioso”, se autodefine Collet-Serra.
“Sé lo que suponen estos contactos con los actores. Más que un casting para él, creo que son más una prueba para mí”. “Es cierto que son reuniones muy embarazosas. Nunca sabes cómo pueden resultar, pero Jaume y yo charlamos y charlamos, y al final estaba totalmente involucrado en el proyecto.
Entendíamos la esencia de lo que queríamos contar. Y finalmente fue un tremendo éxito”.
Neeson y Collet-Serra han estrenado en España su tercer trabajo en común, Una noche para sobrevivir, tras Sin identidad (2011) y Non-stop (Sin escalas)
. Sus propuestas han ido creciendo en ambición, siempre, eso sí, dentro del género del thriller y con la sana intención de atraer a cuanto más público mejor.
Ambos no son grandes verborreicos, sino que prefieren sentarse y desgranar las palabras justas.
Se consideran amigos. “No jugamos juntos al golf”, ríe Neeson, “ni al tenis, pero mantenemos una estupenda camaradería. Jaume es grande”.
Collet-Serra le convenció para hacer Sin identidad, y en aquel rodaje Neeson le mostró el proyecto de Non-stop: “Vas a aprendiendo rodaje a rodaje
. Y Liam y yo vimos que podíamos avanzar en nuestras ideas
. Él me retó con esa historia filmada dentro de un avión. En cuanto a esta, recuerdo haberla leído antes de nuestro segundo rodaje. Una noche para sobrevivir ya estaba en la cartera del estudio.
Y ya hablamos algo de ella. Al final acabamos firmando a la vez”.
En el reparto junto a Neeson aparecen Ed Harris, Vincent D’Onofrio, el rapero Common –último ganador del Oscar a la mejor canción-, y tres nombres de la nueva hornada: Boyd Holbrook (Perdida), Joel Kinnaman (Robocop) y Génesis Rodríguez (que aún carga con la etiqueta de hija de El Puma).
“Confié en Jaume, en que sabría encontrar en quién encajara en las piezas". “Con Ed Harris tuvimos que filmar solo los lunes, fue complicado porque mucho rodaje es de noche. Pero él sabe dar peso a su personaje”, cuenta el realizador
. “Son dos actorazos y hacen fácil el trabajo. Hablamos del diálogo y luego sencillamente les ayudas a que den lo mejor. Ellos ya saben hacer lo suyo”. Neeson confirma:
“Me gusta que me dirijan porque es una ayuda.
Pero en la toma del restaurante [un enfrentamiento verbal de ambos actores rodado en una toma circular] solo tenía que decir mis frases y oír cómo las recitaba Ed Harris, que posee una voz increíble”.
Sean Penn, que está a punto de estrenar The Gunman, llama a este género acción geriátrica. ¿Cómo lo ve Neeson? ¿Los jóvenes no están a la altura de los veteranos?
“Espero que sea positiva por él. Es una definición divertida.
Creo que al público le gusta ver gente que parece real haciendo acción, que sufre y se cansa”. "En la película los hijos se meten en jaleos que resuelven los padres”, apunta Collet-Serra. “
Pero es que los vástagos están pagando los problemas de sus progenitores. Por eso necesitas actores maduros para esos padres.
No puedes hacer trucos baratos con la edad”.
A Neeson, en cualquier caso, embarcado en un acelerón de acción en sus últimos años, no le queda mucho:
Yo sé que me quedan dos años de este tipo de cine y lo dejo”. ¿Y sería Collet-Serra el último en filmarle en una pelea? El catalán se ríe:
“Bueno, podríamos hacer más películas de otros géneros. Pero, ¿te imaginas, Liam? Tú te alejas hacia el horizonte y yo te filmaría”. “Como un viejo western”, responde el aludido.
A eso me apunto”.
: “Era en el Upper West Side. Era un café”. “Sí, de un amigo tuyo”, responde el director. “Sí, del dueño del restaurante Balthazar”, concreta Neeson. ¿Y cómo fue aquel primer contacto? “Hablamos de muchas cosas, y muy pocas del proyecto, Sin identidad”, prosigue el norirlandés
. “Yo estaba nervioso”, se autodefine Collet-Serra.
“Sé lo que suponen estos contactos con los actores. Más que un casting para él, creo que son más una prueba para mí”. “Es cierto que son reuniones muy embarazosas. Nunca sabes cómo pueden resultar, pero Jaume y yo charlamos y charlamos, y al final estaba totalmente involucrado en el proyecto.
Entendíamos la esencia de lo que queríamos contar. Y finalmente fue un tremendo éxito”.
Neeson y Collet-Serra han estrenado en España su tercer trabajo en común, Una noche para sobrevivir, tras Sin identidad (2011) y Non-stop (Sin escalas)
. Sus propuestas han ido creciendo en ambición, siempre, eso sí, dentro del género del thriller y con la sana intención de atraer a cuanto más público mejor.
Ambos no son grandes verborreicos, sino que prefieren sentarse y desgranar las palabras justas.
Se consideran amigos. “No jugamos juntos al golf”, ríe Neeson, “ni al tenis, pero mantenemos una estupenda camaradería. Jaume es grande”.
Collet-Serra le convenció para hacer Sin identidad, y en aquel rodaje Neeson le mostró el proyecto de Non-stop: “Vas a aprendiendo rodaje a rodaje
. Y Liam y yo vimos que podíamos avanzar en nuestras ideas
. Él me retó con esa historia filmada dentro de un avión. En cuanto a esta, recuerdo haberla leído antes de nuestro segundo rodaje. Una noche para sobrevivir ya estaba en la cartera del estudio.
Y ya hablamos algo de ella. Al final acabamos firmando a la vez”.
En el reparto junto a Neeson aparecen Ed Harris, Vincent D’Onofrio, el rapero Common –último ganador del Oscar a la mejor canción-, y tres nombres de la nueva hornada: Boyd Holbrook (Perdida), Joel Kinnaman (Robocop) y Génesis Rodríguez (que aún carga con la etiqueta de hija de El Puma).
“Confié en Jaume, en que sabría encontrar en quién encajara en las piezas". “Con Ed Harris tuvimos que filmar solo los lunes, fue complicado porque mucho rodaje es de noche. Pero él sabe dar peso a su personaje”, cuenta el realizador
. “Son dos actorazos y hacen fácil el trabajo. Hablamos del diálogo y luego sencillamente les ayudas a que den lo mejor. Ellos ya saben hacer lo suyo”. Neeson confirma:
“Me gusta que me dirijan porque es una ayuda.
Pero en la toma del restaurante [un enfrentamiento verbal de ambos actores rodado en una toma circular] solo tenía que decir mis frases y oír cómo las recitaba Ed Harris, que posee una voz increíble”.
Sean Penn, que está a punto de estrenar The Gunman, llama a este género acción geriátrica. ¿Cómo lo ve Neeson? ¿Los jóvenes no están a la altura de los veteranos?
“Espero que sea positiva por él. Es una definición divertida.
Creo que al público le gusta ver gente que parece real haciendo acción, que sufre y se cansa”. "En la película los hijos se meten en jaleos que resuelven los padres”, apunta Collet-Serra. “
Pero es que los vástagos están pagando los problemas de sus progenitores. Por eso necesitas actores maduros para esos padres.
No puedes hacer trucos baratos con la edad”.
A Neeson, en cualquier caso, embarcado en un acelerón de acción en sus últimos años, no le queda mucho:
Yo sé que me quedan dos años de este tipo de cine y lo dejo”. ¿Y sería Collet-Serra el último en filmarle en una pelea? El catalán se ríe:
“Bueno, podríamos hacer más películas de otros géneros. Pero, ¿te imaginas, Liam? Tú te alejas hacia el horizonte y yo te filmaría”. “Como un viejo western”, responde el aludido.
A eso me apunto”.
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