Algunos dicen que se fue, que se ha muerto, pero yo sé bien que es
mentira
. Créanme, cierro los ojos y las cuerdas de su guitarra siguen
vibrando apasionadas e inmortales.
Algunos dicen que se fue, que ha muerto.
Qué tontería, no han
entendido nada, deben de ser los mismos que ignoran que Camarón aún
canta como el agua.
Pruebe el descreído a cerrar los ojos, en silencio. Podrá viajar desde Almoraima rumbo a la Caleta, siempre entre dos aguas.
Si pasa por la cueva del gato conocerá al tío Sabas. Y a través de Zyryab llegará muy lejos, alcanzando con Chiquito pasión y fuego inagotables, propios de una rumba improvisada.
Algunos dicen que se fue, que ha muerto.
No hagan caso, no nos
quedaremos solos
. En la memoria queda que tú, flamenco exacto y
universal, maestro en la ciencia de la armonía, nos iniciaste en las
reglas de la complejidad con la precisión de tus dedos y la sencillez de
tu duende. Paco, Paco de Lucía: mañana, como ayer, tu semilla brotará
de una guitarra, ¡de todas las guitarras!, que para siempre evocarán tus
tangos, tus alegrías, tu Aranjuez y tus bulerías.
Algunos dicen que se fue... no importa.
Ahora, ya solo quiero caminar. ¡Gracias, Maestro!— Hugo Britzmann.
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