Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 feb 2015

Levántate y canta.................................................................. Ángel S. Harguindey

En el nuevo concurso musical de Telecinco, 'Levántate', la novedad es que los infantes o jóvenes cantan en compañía de alguno de sus progenitores.


En 1982 Alfonso Guerra, tras ganar las elecciones el PSOE, dejó una frase para la posteridad: "Vamos a poner a España que no la va a conocer ni la madre que la parió".
33 años después la frase es discutible en cuanto a su veracidad pero en algunos aspectos es cierto que sólo la madre que los parió conoce y reconoce a sus hijos.
 El resto de la ciudadanía, o una parte, asiste perplejo a la evolución de los nombres propios para tan adorables criaturas: Amanda, Mara, Zaira, Johana, Amariah, Carla o Betty son algunos de los participantes en Levántate, el nuevo concurso musical de Telecinco en el que la novedad es que los infantes o jóvenes cantan en compañía de alguno de sus progenitores.
De repente el plató se llena de Joselitos y Marisoles aunque los temas que cantan son de Beyoncé, Aerosmith, Muse o Alicia Keys, entremezclados con Pablo Alborán, Dani Martín o Mónica Naranjo. (A esta España ya no la conoce ni la madre que la parió musicalmente).
Los niños y niñas lloran cuando pierden.
Las madres o padres les achuchan ganen o pierdan y Jesús Vázquez, el presentador, se emociona cada dos por tres llegando, incluso, a los niveles de Belén Esteban en GHVIP: puro sentimiento a flor de piel.
 Algo similar ocurre con dos de los tres jurados, Ruth Lorenzo (Eurovisión) y el muy gesticulante Pedro García Aguado (Hermano mayor). La Niña Pastori es mucho más sensata, como si supiera lo sencillo que es pasar de la lágrima fácil al fingimiento.
24 parejas que quedaron en 12 y un momento especial: la actuación fuera de concurso de Adrián, un niño con hidrocefalia y numerosos problemas congénitos que se viene arriba cuando canta Qué bonito, un tema de Rosario Flores.
Varios millones de visitas en YouTube y las dudas sobre dónde empieza la ternura y dónde acaba el ansia desmedida de ganar audiencia.

 

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