Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 ene 2015

Pequeños detalles rescatados del olvido

Phelps y sus colegas conjeturan que las memorias débiles que se forman inicialmente –antes de saber que alguno de ellos es importante— llevan una especie de etiqueta asociada (por ejemplo, la que las categoriza como una herramienta), y que el estímulo emocional posterior tira de esa etiqueta para recuperar el recuerdo completo, como la cereza que tira de todo el ramillete.
Por el momento, son conjeturas psicológicas, pero plantean experimentos muy concretos que pueden aclarar en el futuro en qué redes neuronales concretas se basan esas etiquetas y esos ramilletes conceptuales. La neuroimagen estará entonces tras la pista del asesino.

En el fondo, sin embargo, el experimento real es más significativo y sutil que el ejemplo del asesino, donde el abrigo de espiguilla representaba un nexo muy concreto y literal. En el experimento real, las fotos no se repiten nunca y, por tanto, el único nexo que puede usar el cerebro para reforzar la memoria es de más alto nivel: una categoría abstracta (herramienta o animal). Es la asociación de esa categoría abstracta con el choque emocional (o eléctrico, más bien) lo que permite reforzar el antiguo recuerdo.
Phelps y sus colegas conjeturan que las memorias débiles que se forman inicialmente –antes de saber que alguno de ellos es importante— llevan una especie de etiqueta asociada (por ejemplo, la que las categoriza como una herramienta), y que el estímulo emocional posterior tira de esa etiqueta para recuperar el recuerdo completo, como la cereza que tira de todo el ramillete.
Si uno va por la calle y presencia un accidente horrible, es seguro que ese recuerdo se le grabará a fuego durante meses y años sin que pueda hacer nada por disiparlo; si no hay accidente, pasear por la misma calle será probablemente una rutina soporífera de caras desconocidas, coches parados en los semáforos y escaparates sin mayor interés.
 Nuestro cerebro también registra todo eso, pero de una manera muy débil y destinada al olvido en pocas horas.
 Pero supongamos ahora que al día siguiente te enteras de que, exactamente a la misma hora que tú paseabas por allí, se daba a la fuga un asesino que vestía un abrigo de espiguilla: en ese momento tu recuerdo del hombre con abrigo de espiguilla se hace nítido, robusto y tan duradero como el del horrible accidente.  

Imagen de resonancia magnética del cerebro humano. / UCLA- Human Connectome Proj

 

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